El viento, que llegó a alcanzar los 70 kilómetros por hora, impedía anoche, al cierre de esta edición, controlar el incendio forestal que se declaró el sábado en la cumbre de Gran Canaria y que ha afectado a Risco Caído y las Montañas Sagradas, declaradas el pasado mes Patrimonio Mundial por la Unesco. El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, informó anoche de que "el viento impide decir que el fuego está controlado" y añadió que la evolución de las llamas, que han afectado a más de mil hectáreas, dependerá de las rachas. El presidente avanzó que durante la noche trabajaron 230 operarios terrestres para tratar de contener las llamas.

El dispositivo que trabaja en la extinción, del que forman parte entre 500 y 600 personas entre medios aéreos y terrestres, intenta atacar por todos sus flancos un fuego que anoche seguía activo y en algunas partes descontrolado. Unas mil hectáreas afectadas de los municipios de Artenara, Tejeda y Gáldar y unas mil personas evacuadas son por ahora las principales consecuencias. Todo comenzó por los trabajos de soldadura de un hombre que fue detenido por la Guardia Civil como presunto autor de una negligencia. Realizaba estos trabajos en la zona de Juncalillo (Artenara). Aunque el fuego parecía controlado la noche del sábado en un 85% de su perímetro, durante la madrugada se fue extendiendo, lo que provocó la urgente evacuación de una veintena de núcleos poblacionales. El Gobierno de Canarias se hizo cargo de la dirección de las labores de extinción en la que participan diez medios aéreos procedentes de todas las administraciones, brigadas forestales, personal de Medio Ambiente, Policía Local, bomberos del Consorcio de Gran Canaria y efectivos de la Unidad Militar de Emergencia, tanto de sus base en Canarias como de la de Andalucía. Asimismo está previsto que llegue un hidroavión desde Málaga para que se una a los medios aéreos.

A las dificultades por las altas temperaturas se sumó el viento, que anoche iba a peor. De hecho, Canarias estará hoy lunes en aviso amarillo por vientos que podrán alcanzar rachas máximas de hasta 80 kilómetros por hora en algunas islas, principalmente La Palma, El Hierro y Tenerife, pero también La Gomera y Gran Canaria. Los evacuados de sus viviendas expresaron su preocupación por sus casas y propiedades. El presidente canario reconoció que hay viviendas afectadas por las llamas, aunque apuntó que la evaluación de los daños se hará una vez que esté sofocado. Anoche, este millar de personas seguían fuera de sus hogares por precaución.

Todas las islas se han volcado para ayudar a Gran Canaria. El helicóptero y el equipo terrestre enviados por el Cabildo de Tenerife ya luchaban desde la mañana junto con los equipos grancanarios. El helicóptero comenzó a operar por la mañana, mientras que el equipo terrestre llegó a primera hora de la tarde al Puesto de Mando Avanzado, desde donde se coordina el incendio que se inició en el municipio de Artenara. Una vez allí, recibieron instrucciones de acudir a la zona denominada como El Juncalillo para realizar labores de remate, teniendo en cuenta siempre las condiciones del tiempo, por si tuvieran que cambiar de ubicación.