Un hombre insultó, amenazó y utilizó un arma eléctrica para atacar a personal sanitario del servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC) durante la noche del pasado jueves. Este nuevo episodio de agresión a trabajadores de los servicios de Sanidad pone de manifiesto la falta de personal de seguridad privada en dicho departamento, donde el trato directo con ciudadanos agresivos puede darse en cualquier momento.

Los hechos ocurrieron a las 22:25 horas. Un individuo con sombrero y vestido de negro comenzó a insultar y a amenazar a enfermeros y auxiliares del citado complejo.

Y, como no se hizo lo que él quería en ese instante, sacó un dispositivo de descargas eléctricas, aunque no llegó a causar víctimas, porque lo consiguieron esquivar, según explicaron fuentes de UGT. De haberlo hecho, la víctima hubiese quedado paralizada unos segundos y hubiera caído al suelo.

Debido a dicha circunstancia, los trabajadores pulsaron una alarma, conocida entre el personal como botón antipánico, para alertar a los vigilantes. Desde que oyeron la alerta, dichos profesionales acudieron para intervenir con el individuo, aunque tardaron varios minutos en llegar al lugar del hecho.

Al individuo lo atraparon cuando ya estaba a punto de salir del hospital. Debido a la acción que había cometido, fue reducido y engrilletado hasta la llegada de agentes de la Policía Nacional.

Además, los vigilantes le retiraron el arma eléctrica. Esta persona fue identificada como José Carlos L.F., según otra fuente.

Desde dicho cuerpo de seguridad señalaron ayer que este hombre no llegó a ser detenido ni llevado a los calabozos por este episodio. Representantes sindicales del Hospital Universitario de Canarias (HUC) lamentan la falta de protección en la que se encuentra el personal de Urgencias, ya que por parte de la Gerencia del complejo sanitario no se asigna un vigilante fijo en dicho departamento, al que llegan algunas personas con un alto grado de nerviosismo e intolerancia, o bien muy violentas.

Médicos o enfermeros se han quejado en diferentes ocasiones de las agresiones físicas o verbales que sufren por parte de pacientes en centros de salud, centros de atención especializada u hospitales. Durante el 2017 hubo 293 agresiones a estos trabajadores, de las que 230 fueron insultos y amenazas, en 18 casos hubo lesiones y 45 tuvieron carácter mixto (verbales y físicas).