Los 76 perros que se hallaban en condiciones deplorables y fueron intervenidos recientemente a un ciudadano de nacionalidad británica en Adeje serán entregados a sus legítimos propietarios, en algunos casos, y otros serán dados en adopción a nuevas familias.

Agentes de la Guardia Civil destinados en el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Playa de las Américas instruyeron diligencias en las que investigan a dicho hombre británico como presunto autor de un delito de maltrato animal, al tener los citados canes en pésimas condiciones higiénico-sanitarias en unas "perreras" realizadas con restos de materiales procedentes de desecho, como somieres o palés de madera.

La investigación se inició a raíz de la denuncia interpuesta por un ciudadano ante el Instituto Armado. Dicha persona manifestó a los agentes que su perro se había extraviado y que tenía sospechas de que el mismo pudiera encontrarse en un lugar donde supuestamente había muchos animales en condiciones dudosas. Los profesionales del Seprona realizaron las comprobaciones oportunas para verificar dicho extremo y comprobar el estado de los citados ejemplares. Tras acudir al enclave de Ricasa, los guardias civiles solicitaron de manera urgente al Servicio de Sanidad del Ayuntamiento de Adeje la asignación de un veterinario para que colaborara con los agentes en una nueva inspección.

Posteriormente, junto con el citado técnico designado por el consistorio, se acreditó que la mayoría de los perros presentaban síntomas de padecer alguna enfermedad derivada de la falta de condiciones higiénico-sanitarias, así como de la existencia de parásitos, que redundaba en un riesgo para la transmisión de enfermedades infecto-contagiosas. En algunos casos los canes presentaban dificultades para moverse, heridas sangrantes y concentración de moscas.

Durante la inspección, los agentes también comprobaron que las instalaciones carecían de agua corriente y suministro de electricidad, además de que no poseían ningún tipo de autorización administrativa para su funcionamiento. Los perros no tenían cartilla sanitaria ni habían sido vacunados. Solamente algunos disponían de microchip, por lo que los funcionarios del cuerpo de seguridad sospechan que pudieron ser entregados en adopción de manera irregular.

Al amparo del Decreto 117/1995 de 11 de mayo, por el que se aprobó el Reglamento que desarrolla la Ley 8/1991, de 30 de abril, de Protección de los Animales en Canarias, los agentes remitieron un informe al Ayuntamiento para dar cuenta del estado de los animales, así como para solicitar de forma urgente medidas para proceder a su decomiso.

La investigación al británico como presunto autor de un delito de maltrato animal se efectuó en base a su omisión de darles a los perros los debidos cuidados y atenciones, presentando algunos de ellos un estado deplorable. La jueza del Juzgado de Instrucción número 2 de Arona, Sandra Barrera Vinent, dictó un auto urgente para decretar las medidas de decomiso definitivo de los canes, depósito judicial y precinto de las instalaciones, en coordinación con la Fiscalía, el Cabildo y el consistorio de Adeje. Los perros permanecen en las instalaciones de Tierra Blanca a disposición de la autoridad judicial, que será la que determine las condiciones en las que serán entregados a sus dueños en unos casos y cómo serán dados en adopción a nuevas familias el resto.

Una jueza con mucha conciencia

Respecto a Sandra Barrera Vinent, se trata de la jueza que citó a una perra potencialmente peligrosa como testigo en un juicio en Santa Cruz de Tenerife hace pocos meses en el que se abordaba los malos tratos de su expropietario. Respecto a dicho animal, fue metido vivo en una maleta y tirado a un contenedor de basura de la calle Los Molinos de la capital tinerfeña. Unos vecinos de la zona la salvaron.