Miembros de la Guardia Civil detuvieron a mediodía de ayer en el núcleo de San Isidro, en Granadilla, a un varón de 27 años de edad como presunto autor de un delito contra la seguridad vial, ya que supuestamente carece de permiso de conducir y cometió una infracción administrativa cuando circulaba por la Autopista del Sur (TF-1).

La irregularidad fue observada por una patrulla del Instituto Armado, que dio el alto al individuo, pero hizo caso omiso y decidió darse a la fuga en un Hyundai de color blanco. En dicho coche también viajaban su pareja y un bebé de pocos meses de edad.

Durante su huida, el joven se introdujo en el núcleo de San Isidro. En un determinado momento, condujo por una corta pista de tierra que conduce hasta la calle Los González.

Después llegó hasta la calle La Constitución y se dirigió en dirección Norte, donde no hay salida.

En ese momento, a la persecución se sumaron dos agentes de paisano con uno de los vehículos camuflados que se utilizan en la investigación del asesinato del taxista ocurrido en la madrugada del pasado miércoles.

Tras parar el vehículo, inició la fuga a pie, a través de unas huertas abandonadas, pero uno de los agentes que lo perseguía consiguió interceptarlo y reducirlo con los grilletes cerca de la calle Suerte del Marqués.

Mientras el agente lo tenía reducido en el suelo, el ahora arrestado no paraba de gritar a su novia para que declarara que iba conduciendo ella y que acudiera al cuartel de la Guardia Civil.

Después del arresto, hasta la calle Constitución acudieron hasta siete patrullas, tanto de Seguridad Ciudadana como de la Guardia Civil de Tráfico de diferentes demarcaciones de la comarca Sur de Tenerife.

La pareja del acusado explicó que el joven detenido llegó a ser agredido por los agentes.

Fue esta mujer la que se llevó del lugar al bebé conduciendo el Hyundai blanco, según los datos que trascendieron durante la jornada de ayer.