Miembros de la Guardia Civil identificaron a un menor de edad como presunto autor de una falsa amenaza de bomba en el interior de un avión que se hallaba en el aeropuerto de Fuerteventura en la tarde-noche de ayer y se disponía a volar hacia Santiago de Compostela.

A las 20:45 horas aproximadamente, en la cabina de la aeronave apareció una nota en la que se informaba sobre la existencia de un artefacto explosivo de glicerina en el aparato.

Ante dicha circunstancia, se activó el protocolo establecido para estas situaciones, con los recursos de seguridad y emergencias, se aisló el avión y se evacuó al pasaje, que se derivó hasta la terminal.

Unas 180 personas tuvieron que abandonar el aparato, tras el despliegue de agentes del Instituto Armado del destacamento de Seguridad del aeropuerto, miembros del Equipo de Policía Judicial de Puerto del Rosario y un guía y un perro especializado en la detección de explosivos.

Tras el análisis completo de la aeronave, no se halló bomba alguna en la misma, según explicaron fuentes del Instituto Armado de la Comandancia de Las Palmas de Gran Canaria.

Además, los profesionales del Instituto Armado identificaron a un menor de edad como autor de la citada falsa amenaza de explosión. Desde el departamento de comunicación del organismo estatal Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) se aclaró anoche que el aeropuerto de Fuerteventura permaneció operativo en todo momento, ya que el protocolo se desarrolló exclusivamente en torno al citado avión.

Por parte del Instituto Armado se dejó claro que este tipo de comportamientos se considera un delito, que puede conllevar penas de privación de libertad de entre tres meses y un día hasta un año.

Esta infracción penal se atribuye a las personas que simulen una situación de riesgo para la comunidad o un siniestro de gravedad, que conlleve la movilización de numerosos recursos de seguridad y emergencias.