El Juzgado de Instrucción número 3 de Santa Cruz de Tenerife recibió recientemente una denuncia en la que el padre de un recluso que cumple su pena actualmente en el centro de inserción social (CIS) Mercedes Pinto alertaba de que dos funcionarios de prisiones habían propinado una paliza a su hijo, después de que este hubiera solicitado acudir al médico, ya que se encontraba en mal estado y necesitaba ayuda.

El caso se puso en conocimiento de la autoridad judicial el 24 de junio y los hechos supuestamente ocurrieron cinco días antes en el mencionado recurso, situado en la avenida Benito Pérez Armas, en el barrio de Los Gladiolos de la capital tinerfeña.

En la denuncia por un supuesto delito de lesiones se señala a dos funcionarios de prisiones, a uno de los cuales se le menciona por su nombre de pila y un apodo, mientras que al segundo se le cita directamente por su mote entre la población reclusa, que tiene que ver con su aspecto físico.

En el relato planteado por el progenitor del interno en su denuncia se asegura que el joven regresó a las instalaciones del centro de inserción social a las 14:00 horas, después de realizar los trabajos que tiene asignados.

A las cuatro de la tarde, los funcionarios de prisiones supuestamente abrieron las puertas para que los internos salieran de las celdas, según explica el entorno de la víctima.

Sin embargo, el preso informó a los citados empleados públicos de que se sentía mal y que necesitaba acudir al médico.

Sin embargo, tras pasar cierto tiempo sin que lo llevaran hasta dicho profesional y continuar con el malestar, el recluso volvió a tocar el timbre.

Según los datos ofrecidos también por parte de la plataforma Presos de Tenerife, en esa ocasión acudieron dos funcionarios de prisiones, que supuestamente causaron diferentes golpes en varias partes del cuerpo al recluso.

Según la exposición de hechos efectuada por el denunciante, antes de recibir las citadas lesiones, el interno fue "esposado", lo que imposibilitó que pudiera defenderse.

Además, el padre del preso indicó que existen audios en los que puede comprobarse que la citada agresión existió, aunque evita mencionar a la persona que los grabó para evitar represalias contra la misma.

Supuestamente, tras el suceso, el afectado por las lesiones fue trasladado hasta el centro penitenciario Tenerife II.

La plataforma Presos de Tenerife asegura que, dos días después de que ocurriera ese supuesto caso de lesiones, una hermana del preso tuvo que amenazar con denunciar para poder verlo en dicho centro penitenciario.

Dicho familiar aseguró que tenía signos externos de haber recibido bastantes golpes, algunos de ellos en la cara.

El colectivo Presos de Tenerife manifiesta que al referido interno, vecino de un barrio de la capital tinerfeña, le queda algo más de un mes para cumplir la totalidad de su condena.