Después de afectar a unas 6.000 hectáreas y quemar mas de 5.000, el incendio de la Ribera d'Ebre, en Tarragona, está ya controlado, mientras que los de Ávila y Madrid continúan activos pero en un nivel de bajo o mínimo riesgo, por lo que se espera que en breve puedan ser extinguidos.

Fue el miércoles cuando se inició el fuego en el Valle d'Ebre y ayer domingo, poco antes de las once de la noche, los Bomberos de la Generalitat de Cataluña lo dieron por controlado tras haber afectado a una superficie de cerca de 6.000 hectáreas, 4.000 de ellas en el término municipal de Flix.

Pero el trabajo de los Bomberos no ha concluido y siguen revisando el área quemada por si el fuego pudiera reavivarse en algún punto.

Y podría ocurrir porque, como ha dicho el conseller de Interior, Miquel Buch, es posible la llegada esta semana de otra ola de calor que aumentaría el "riesgo extremo" de incendio, al encontrarse Cataluña en un "momento crítico", por lo que ha pedido extremar la precaución ante el peligro de "situaciones catastróficas".

Precisamente, y para acallar las críticas que sus primeras manifestaciones provocaron, Buch ha querido agradecer la labor de los servicios de emergencias de la Generalitat, pero también la ayuda que ha llegado de "fuera de este país": del ministerio de Agricultura, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y otras autonomías.

Anoche, el calor y el viento dificultaban las tareas de extinción del fuego que comenzó el viernes en Almorox (Toledo) y se extendió a los términos municipales de Cenicientos y Cadalso de los Vidrios, en la Comunidad de Madrid.

El incendio de los términos municipales de la comunidad madrileña está "contenido" con un solo foco abierto en la zona de Peña Cenicientos y sin que avance, pero ha calcinado ya casi 3.300 hectáreas, 2.500 de ellas en la región madrileña.

Según Emergencias Comunidad de Madrid 112, la situación es "mejor" que la de ayer, sobre todo por el descenso de las temperaturas en este lunes y las "últimas descargas de los medios aéreos" certifican que la "situación sigue mejorando".

Al amanecer reanudaron su trabajo de forma intensa 14 medios aéreos, helicópteros e hidroaviones, de las comunidades de Madrid y Castilla-La Mancha.

En la lucha contra el fuego en estas autonomías participan unos 500 profesionales de las tres administraciones, tanto los bomberos de la Comunidad de Madrid y de Castilla-La Mancha, como efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con 49 medios terrestres y 14 medios aéreos, entre helicópteros e hidroaviones.

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el incendio de Gavilanes trabajan cuatro helicópteros y un avión de comunicaciones y observación, mientras que para apoyar las labores de extinción en el incendio de Cenicientos en Madrid han sido enviados tres aviones anfibios de gran capacidad, un helicóptero Kamov y otro avión de comunicaciones y observación.

También se han desplazado medios aéreos y terrestres a los incendios de Montalbanejo en Cuenca, Torrejoncillo en Cáceres y Porreres en las Islas Baleares.

El fuego, en cuya extinción trabajan 500 profesionales con 49 dotaciones terrestres, no avanza en los dos sectores en los que permanece activo (zona este de Cadalso de los Vidrios a Villa del Prado, y zona oeste de Cenicientos).

Mientras, en el sector este, en la ladera sur de la peña Cenicientos, los bomberos vigilan de forma especial un área donde hay un nido de águila imperial para que no se vea afectado.

Otra de las provincias afectadas en los últimos días por el fuego es la de Ávila. El viernes se declaró un incendio en Gavilanes, que se extendió a Pedro Bernardo, y el sábado otro en el municipio de El Arenal.

Los dos, en la zona sur de la provincia de Ávila, han arrasado hasta ahora alrededor de 1.430 hectáreas, casi todas 1.400, en Pedro Bernardo.

Ambos continúan activos y llevará varias jornadas extinguirlos totalmente, pero se encuentran en un nivel 0 de peligrosidad, en una escala de 0 a 3, de menor a mayor.

Debido a esta mejor situación, los afectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), cuya presencia fue solicitada por la Junta de Castilla y León, se han replegado.

Otro incendio, ocurrido el viernes, mantuvo en vilo a los vecinos de Toledo capital. Controlado, pero no extinguido, ha afectado a 1.600 hectáreas.

Ahora le toca el turno a la investigación y la Policía Nacional, que ha abierto pesquisas para esclarecer el suceso, ha tomado declaración a varias personas, entre ellas al encargado de la finca donde se originó el fuego.