La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a tres años de prisión a Evaristo González Reyes, abogado, empresario lagunero y presunto autor intelectual del asesinato del empresario herreño Carlos Machín, el 17 de abril de 2018, por dos delitos de estafa y uno de presentación de testigos falsos en un juicio.

Evaristo González se encuentra actualmente en prisión preventiva como supuesto autor intelectual del asesinato del empresario Carlos Machín en abril de 2018 en La Laguna, por el que también fueron detenidas otras siete personas, entre ellas los dos autores materiales del crimen que presuntamente habría sido ordenado por Evaristo González, y un compañero del bufete, Santiago Martínez, quien fue puesto en libertad condicional con la obligación de acudir a firmar a un juzgado cada 15 días como presunto autor de un delito de encubrimiento de asesinato.

Los tres delitos por los que ahora se condena en esta sentencia a Evaristo González fueron investigados a raíz de una serie de escuchas telefónicas a las que se sometió al empresario lagunero en relación con el caso Corredor, cuando se había iniciado una investigación en el entorno de las actividades que se desarrollaban en locales de ocio en La Laguna, algunos de los cuales eran propiedad del acusado.

Según la sentencia conocida ayer, Evaristo González es condenado a un año de prisión por la presentación de un testigo falso en juicio más una multa de tres meses a razón de seis euros diarios; a nueve meses de privación de libertad por un delito de intento de estafa, pena que se agrava por la cuantía que se pretendía defraudar, así como un año y tres meses de prisión por otro delito de estafa.

La sentencia señala que tanto Evaristo como los otros siete coacusados disponen de cinco días para comunicar al tribunal su intención de recurrir el fallo en casación al Tribunal Supremo.

Según recoge la sentencia como hechos probados, una de las estafas surgió cuando trató de aprovechar la inscripción registral a favor de un cliente suyo de una finca de más de 4.000 metros cuadrados como garantía hipotecaria para obtener un préstamo de un millón de euros y constituir luego una hipoteca que fue tasada a instancias suya en más de cuatro millones de euros. La estafa fue destapada por la propiedad real de la finca.

El otro delito de estafa tiene "seis vértices", según la sentencia, por los que se le condena a prisión y está relacionado con el incendio de un establecimiento de ocio de su propiedad y la posterior estafa a la compañía aseguradora por los daños registrados.

Además, se le investigó por la presunta apropiación de 78 piezas de marfil que le entregó una cliente para que Evaristo González las valorara y luego poder venderlas. Las piezas se entregaron en septiembre de 2011 y en febrero de 2012, cuando se practicó un registro policial en la casa del abogado y empresario por otra investigación, se encontraron todas las tallas de marfil sin que hubiera hecho valoración ni oferta.

También alude la sentencia a otra estafa en relación con la devolución de un billete de avión para lo que se utilizó un documento falso de un ingreso hospitalario.

Además, el otro delito por el que le condena el tribunal se refiere a la presentación de un testigo falso en un juicio de faltas.