La Policía Nacional detuvo a un hombre de 46 años, con 25 antecedentes, por un homicidio en grado de tentativa en Santa Cruz de Tenerife. Esta persona presuntamente agredió a su compañero de piso con objetos contundentes, dejándolo moribundo, y trató de modificar la escena del delito. Simuló hallar a la víctima, aún viva, inconsciente y muy grave, implicando para ello a familiares para que le acompañasen en el momento en que regresaba al inmueble. El arrestado ofreció a los investigadores coartadas incongruentes sobre su relación con los hechos, teniendo en cuenta que presentaba lesiones compatibles con una pelea.

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional fue requerido para que acudiera a un domicilio de La Salud, dado que se localizó a un varón, que fue trasladado en estado muy grave a un hospital, con graves lesiones y quemaduras en su cuerpo. Tras la inspección del lugar del hecho, los investigadores observaron indicios suficientes para concluir que se había producido una fuerte pelea en la casa.

Durante la reyerta la víctima fue agredida con objetos contundentes, al menos un palo y unas mancuernas que se hallaban en la escena del crimen con restos de sangre. Durante el enfrentamiento, se vertió una gran cantidad de agua caliente en el cuerpo de la víctima, que le produjo quemaduras de diferente consideración.

La línea de trabajo de los profesionales de dicha unidad se centró en la persona que había hallado el cuerpo; su compañero de piso. Resultaba llamativa la forma en la que lo había encontrado, casualmente acompañado de familiares que podían testimoniar este hecho.

Además, esta persona presentaba lesiones compatibles con una fuerte pelea, incluso la fractura de un dedo, de las que había sido atendida esa misma mañana en un centro sanitario, ofreciendo explicaciones incongruentes a las preguntas de los investigadores relativas a cómo se habían producido.

Finalmente, ante la existencia de suficientes indicios que indicaban la presunta autoría del delito por parte de este hombre, se procedió a su detención y posterior traslado a dependencias policiales, para documentar todas las actuaciones realizadas a través del correspondiente atestado. Una vez en Comisaría, y asistido por su abogada, el detenido reconoció su participación en la pelea y en las diversas agresiones, indicando que las quemaduras que sufre la víctima fueron provocadas al verter un caldero de agua hirviendo sobre la misma.

El acusado, junto al atestado instruido por los funcionarios de la Brigada Provincial de Policía Judicial, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción que estaba en funciones de guardia en Santa Cruz de Tenerife, que determinó su ingreso en prisión.