Una escopeta de caza de la marca Benelli, de doce milímetros, fue encontrada el jueves en el domicilio de la calle Tamadaba, en Cruce de Arinaga , donde el ingeniero José M. R., de 47 años, se quitó la vida, tras haber matado antes a la que era su pareja, de nombre Lilium, de 39 años, de nacionalidad colombiana, y de la que se estaba separando. Sólo hubo dos tiros, uno a la cabeza de ella y otro a la de él. Las dos muertes se pudieron producir durante la tarde del miércoles o la mañana del jueves, explicaron responsables de la investigación.

La hija de 14 años, única de la mujer asesinada, fue quien se acercó al domicilio de José M. R. en Cruce de Arinaga sobre las cuatro de la tarde del jueves al no tener noticias de su madre. La menor y el adolescente que la acompañaba encontraron los dos cuerpos en el sofá del salón de la vivienda.

Este caso de asesinato con arma de fuego pasó, en un primer momento, al Juzgado de guardia de Telde, y todo indicaba ayer que iba a pasar a ser competencia del Juzgado de violencia sobre la mujer del mismo partido judicial, aseguraron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC). El resultado final de la autopsia de los dos cadáveres no había llegado al mediodía de ayer a la sede judicial.

Vecinos y trabajadores de Cruce de Arinaga, de donde era natural el presunto autor del asesinato, insistían ayer en que José M. R. era un hombre "muy tranquilo, educado y reservado". "Ha sido una gran sorpresa para todos. A ella no la conocíamos. No venían juntos, como sí hizo con anterior pareja, junto a los dos hijos", relató una trabajadora de una panadería de la calle Tirma .

Sin embargo, una mujer sudamericana, que prefirió no identificase, aseguró que "la imagen que daba él en la calle; o la que tenían de su carácter los que lo conocían de toda la vida en Cruce de Arinaga, no eran las mismas que en su casa". "Mi marido trabajó con él en el sector de la construcción y tengo la constancia de que ella, esta mujer colombiana, y él [José M. R.] tuvieron muchas riñas en el domicilio", señaló esta mujer.

Lilium residía en Vecindario , donde era conocida por muchos colombianos y sudamericanos de otras nacionalidades. Ayer fueron velados sus restos mortales por familiares y numerosos amigos y allegados en el tanatorio de esta localidad del municipio de Santa Lucía de Tirajana.

Una amiga de la difunta, que también prefirió no identificarse, aseguró que Lilium "daba todo por su hija". Y al definir cómo era su amiga fallecida manifestó: "era alegre y divertida, y alegraba a todos donde estaba". "Le encantaba cocinar y muy especialmente a los amigos. Tenía un carisma impresionante. Todo el mundo dice que era bueno el que muere, pero ella lo era", agregó.

Lilium y José M. R. mantenían relación desde hacía varios años y estaban actualmente en una situación próxima a la ruptura. Una personas conocedora de su vida precisó que "realmente parece ser que era una relación intermitente, a veces juntos y otras veces separados".

José M. R., ingeniero de formación, se dedicó hace años a un negocio de carnicería y que tenía una empresa ligada a proyectos de ingeniería y otra con la construcción. Era un aficionado a la caza, por lo que tenía licencia de armas y disponía de una escopeta, además tenía una finca con animales en Los Corralillos.

Actos de repulsa

Al tiempo que avanzaban ayer los trámites judiciales, también se celebraron en diferentes instituciones insulares minutos de silencio en repulsa por un nuevo crimen machista y en solidaridad con la familia de la víctima. Así salieron a la calle los ediles de los Ayuntamientos de Agüimes y de Ingenio, y los consejeros del Cabildo de Gran Canaria , entre otros.

Agustín Trujillo, concejal de Seguridad Ciudadana de Agüimes, resaltó que "para todos nosotros es algo impensable lo que ha pasado. Era un hombre ejemplar, trabajador y relacionado con los construcción". "Es la primera vez en la historia [reciente] de Agüimes que sucede un crimen por violencia de género. Estamos conmocionados, incrédulos y consternados", agregó Trujillo.

Esta muerte eleva a 21 las mujeres fallecidas en España por violencia machista en 2019, de las cuales otras cuatro mujeres fueron asesinadas en Canarias, además de un niño.