La suma de recursos es clave para esclarecer los casos más graves. Y el asesinato a balazos de Carlos Machín es muy grave. La misma noche del suceso, agentes de la Policía Judicial de la Comisaría de La Laguna plantearon que el abogado y empresario Evaristo González Reyes podía estar detrás del delito. Pero había que probarlo. Y la dimensión del asunto hizo que la investigación recayera en el Grupo de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife. Los mandos y sus lugartenientes tenían claro que, si González Reyes se hallaba implicado, había que extremar las precauciones. Los agentes se acordaron de que, por ejemplo, en la instrucción del caso Corredor original (en el que se hallaba implicado Evaristo también), del expediente desapareció un documento estratégico, aunque nunca se ha sabido en qué circunstancias o si tal hecho fue involuntario o voluntario.

Para evitar sorpresas, desde el cuerpo de seguridad se decidió crear un grupo específico, "hermético y con dedicación exclusiva", o casi, para evitar "chivatazos" o "filtraciones" que dieran al traste con los avances en las pesquisas. Los supuestos tentáculos del abogado y empresario se tuvieron en cuenta al planificar el trabajo. Y así se hizo, a rajatabla, porque se contaba con el máximo apoyo de los mandos. En total, 20 agentes de máxima confianza. En esa "unidad" figuran funcionarios de Crimen Organizado, Delincuencia Tecnológica (especializados en redes sociales), Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, Grupo de Homicidios de Tenerife, un especialista en datos de telecomunicaciones y policías de la Comisaría General de la Policía Judicial de Madrid. Los registros se hicieron, paralelamente, en varios inmuebles de Tenerife, a partir de las 8:00 horas.

Con el apoyo de miembros de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional, los profesionales accedieron a varios inmuebles para su registro. Uno de ellos se efectuó en el despacho que González Reyes posee en la avenida Leonardo Torriani de La Laguna, frente a la plaza de San Cristóbal, más conocida como La Milagrosa. En este inmueble, los investigadores estuvieron durante una hora aproximadamente. El acusado de ser el autor intelectual del asesinato de Carlos Machín, acogiéndose a una de las previsiones del Estatuto General de la Abogacía, llamó al decano del Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Niederleytner, para que estuviera presente en el citado registro. Y Niederleytner se desplazó a La Laguna, aunque aclaró que no es el abogado defensor de Evaristo.

Otra de las entradas en domicilio se produjo en el Sur de Tenerife, donde se arrestó, al menos, a uno de los acusados.

Un par de registros se efectuaron en inmuebles situados en la zona de Geneto. También fue llamativo el gran despliegue de agentes frente a una de las viviendas de Evaristo González Reyes, que está situada en la urbanización Jardín del Sol, en el municipio de Tacoronte. En ese enclave, en el que residen personas de alto poder adquisitivo, como profesionales de la medicina o la abogacía, así como extranjeros de varias nacionalidades, no hay ruidos. Es el espacio opuesto al Cuadrilátero de La Laguna las noches de los fines de semana. Un vecino dice que hace tiempo que a Evaristo no se le ve por la zona. Otra mujer aclara que el abogado y empresario no es una persona que se relacione en exceso con otros residentes. La finca de González Reyes está llena de frondosa vegetación. A un lado de una entrada se ve una escultura con un desnudo "neoclásico". Al otro, colgados de una pared, hay un trillo rectangular de gran tamaño, ruedas de carretas o un trozo de madera que, en su día, formó parte de una puerta.