Agentes de la Policía Nacional detuvieron en Alzira a ocho personas por una presunta simulación de delito y estafa, tras haber denunciado todas ellas robos con violencia para poder cobrar de su compañía aseguradora. Los arrestados interpusieron denuncias ante la Policía de sucesos que presuntamente serían falsos. Todos ellos afirmaron haber sido víctimas de robos con violencia o intimidación, al declarar que habían sido amenazados con objetos punzantes, empujados o incluso haber llegado a perder el conocimiento por dichas presuntas agresiones, entre otros hechos.

En dos de los casos se ha dado la circunstancia de que los detenidos son padre e hijo. Los hijos habrían simulado ser víctimas de un robo con violencia, mientras que los padres serían quienes habrían estafado al seguro, aunque sabían que los hechos no eran ciertos, según la Policía. En la mayoría de estas supuestas falsas denuncias, los detenidos aseguraban que les habían arrebatado con violencia teléfonos móviles de alta gama o dinero, cuando realmente habrían extraviado esos objetos o bien se los habrían sustraído al descuido. Los denunciantes, conocedores de que de este modo no cobrarían del seguro, presuntamente inventaron haber sido víctimas de robos con violencia. Estas ocho detenciones se suman a otras cinco efectuadas por los agentes en febrero por los mismos hechos, después de haber encontrado incongruencias en los relatos de las presuntas víctimas.