Policías locales de Santiago del Teide intervinieron en la mañana de ayer para salvar a un bebé de menos de un año que se quedó encerrado en el coche de su madre.

Los hechos ocurrieron cuando la progenitora se bajó del turismo para dejar al menor en la guardería.

El desagradable episodio tuvo lugar concretamente en la calle Herrador, en la zona de La Vigilia.

La mujer descendió del automóvil, dejó las llaves en el interior y el coche activó el sistema de cierre centralizado.

La madre vivió decenas de minutos de angustia y desesperación, mientras el bebé también comenzó a llorar.

Los agentes municipales fueron activados y acudieron hasta el mencionado enclave de Puerto de Santiago.

En vista de la situación, los funcionarios policiales decidieron romper un cristal del vehículo para facilitar el acceso al interior y poder rescatar al pequeño.

Según una de las fuentes consultadas, la situación tardó en resolverse alrededor de 30 minutos.

No es la primera vez que se produce un incidente de estas características con el cierre centralizado de algunos coches, con la consiguiente ansiedad de las víctimas.