Agentes municipales de La Laguna esclarecieron de forma eficaz una detención ilegal y un robo con violencia e intimidación sufrido por un vecino de Bajamar durante la noche del pasado martes, cuando dos encapuchados lo asaltaron, lo maniataron con cinta americana, lo golpearon hasta que sangró por la cabeza, la boca y las orejas y, finalmente, se llevaron la caja fuerte de la vivienda.

La ayuda de los vecinos que oyeron los gritos de la víctima pidiendo auxilio fue clave, tanto para el afectado como para que los policías locales llevaran a cabo un dispositivo que acabó con la captura de los presuntos autores. Los apresados son dos españoles, de 46 y 20 años, así como un rumano, de 20 años, todos residentes en La Laguna.

El suceso se produjo poco después de las 23:00 horas en un domicilio de la carretera general de Bajamar. Un ciudadano de 27 años de edad estaba en su casa y se percató de que alguien tocó el timbre.

De manera excesivamente confiada, abrió la puerta sin siquiera preguntar por la identidad de la persona que estaba en el exterior. De manera inmediata, dos encapuchados accedieron a la vivienda y lo arrollaron con empujones, patadas y puñetazos. Tras tirarlo al suelo, los ladrones le exigieron que les diera la caja fuerte. El ataque físico continuó, por lo que el afectado comenzó a gritar y a pedir auxilio.

Además de generarle lesiones sangrantes en la cabeza, las orejas y la boca, los delincuentes le sujetaron las manos y las piernas con cinta americana.

Previamente, el dueño del inmueble había forcejeado con los asaltantes, lo que provocó que en la casa existiera un gran desorden, objetos rotos y restos de sangre en el suelo.

Según el relato expresado por el vecino a los funcionarios policiales, los dos autores se dirigieron directamente al lugar donde guardaba la caja fuerte, es decir, como si, de antemano, hubiesen sabido el espacio en el que la tenía escondida. Los implicados se apropiaron del referido depósito de dinero y de una caja con relojes.

En ese momento, el afectado escuchó que varios vecinos habían llegado hasta el exterior de su domicilio para preguntar qué es lo que le sucedía, ante los gritos que él había dado.

Entonces, los ladrones salieron de la casa a la carrera, por lo que uno empujó y tiró al suelo a una mujer. Otro ciudadano se enzarzó con uno de los individuos y logró arrebatarle la caja de relojes con la que huía.

Este hombre también tuvo un papel clave para la intervención de los policías, ya que le dio tiempo de memorizar y anotar la matrícula del vehículo en el que les esperaba un tercer delincuente y en el que huyeron, un Kia Sportage.

Hasta el lugar de los hechos acudió personal sanitario de una ambulancia, que trasladó al joven herido hasta el área de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC).

Debido a la gravedad de lo ocurrido, hasta ocho agentes del Grupo Operativo D se desplegaron para participar en el servicio.

Tras consultar las bases de datos, los agentes municipales comprueban que pertenece a un hombre con domicilio en La Cuesta y que, a la postre, resultó ser el detenido de 46 años, identificado como A.J.P.P., según los datos que trascendieron. Ante los datos recabados, una parte de los agentes acudieron hasta la zona de La Cuesta y otros hacia otra de las posibles vías de fuga de los delincuentes.

Como consecuencia de esa rapidez en la planificación del dispositivo, a los pocos minutos fue interceptado el Kia Sportage en el que viajaban los presuntos autores. Los funcionarios activaron las luces del radiopatrulla y el conductor del todoterreno coreano se paró de forma inmediata.

Tras adoptar las medidas básicas de seguridad, los policías locales ordenaron a los ocupantes no salir del automóvil. Y, además, vieron que uno de los implicados, el que viajaba en la parte trasera, llevaba una caja fuerte entre las piernas.

Cuando se les preguntó por la procedencia de dicho depósito de seguridad, los ahora acusados dijeron que era suya. Pero cuando uno de los agentes abrió la puerta trasera para inspeccionar el automóvil, el joven que estaba allí le propinó una patada en la cadera. Los tres fueron detenidos por los delitos de robo con violencia y detención ilegal.

Respecto al Kia Sportage, fue trasladado hasta el depósito municipal y le constaba una orden de embargo. Además de A.J.P.P., los otros apresados fueron identificados como A.A.A., de nacionalidad española, y C.A., ambos de 20 años.