La mochila de la estudiante mallorquina Natalia Sánchez Uribe, desaparecida en París la semana pasada, ha aparecido con su teléfono móvil y su ordenador portátil dentro, según informó este lunes la universidad en la que estudia en un mensaje al que tuvo acceso Efe.

La oficina de relaciones internacionales de la Escuela de Economía de la Sorbona, donde Natalia cursa su beca Erasmus que concluye en dos semanas, envió un mensaje electrónico a sus compañeros de curso pidiendo que se pongan en contacto con ellos si saben algo de la joven.

Natalia, de 1,62 metros de estatura, piel morena, pelo largo castaño y un piercing en la nariz, según la descripción que hizo en Twitter la Fundación QSD (Quién Sabe Dónde) Global, está desaparecida desde el pasado 1 de mayo.

Sus padres, residentes en Mallorca y nacidos en Granada, se encuentran en París para seguir la investigación, en manos de la Policía francesa en colaboración con la Guardia Civil.

Su grupo de amigas de Mallorca se dijo extrañado por que sus objetos personales hayan aparecido en un parque junto a la universidad seis días después de su desaparición.

Una de estas amigas, que pidió no ser identificada, indicó a Efe que Sánchez había manifestado desde hace un mes su preocupación porque decía sentirse perseguida y observada.

"Llevaba un mes diciendo que sentía que alguien la seguía, pero pensábamos que estaba exagerando porque Natalia siempre ha sido muy asustadiza, así que no le hicimos mucho caso, pero no sabía quién podía ser, desconfiaba de todo el mundo", declaró la fuente.

La joven de 22 años deseaba volver pronto a su tierra pues no había logrado hacer amistades en su estancia en París, y se sentía "sola y agobiada".

Estaba trasladando unas maletas

La mañana de su desaparición estaba trasladando sus maletas al piso de una amiga española, pues se acababa su contrato en el piso en el que había vivido hasta entonces, en el distrito 14, al sur de París.

Natalia dejó dos maletas en la casa de su amiga y le dijo que regresaba para recuperar una tercera y que volvería más tarde para estudiar juntas, ya que está en mitad de sus exámenes finales.

Sin embargo, según pudo saber Efe, no regresó y tampoco pasó por su anterior apartamento a recoger sus pertenencias, por lo que fueron sus compañeros de piso quiénes alertaron de la desaparición a las autoridades francesas.