La Policía Nacional desarticuló una red dedicada a introducir con embarcaciones en España a inmigrantes de origen asiático, con la detención de 11 miembros de la organización en Barcelona.

La banda, formada por ciudadanos de Bangladesh, presuntamente facilitó la llegada de al menos 350 ciudadanos asiáticos procedentes de Bangladesh, Sri Lanka, Pakistán e India, que debían pagar entre 14.000 y 20.000 euros cada uno.

La investigación tuvo su inicio con la llegada a las costas gaditanas de varias embarcaciones con inmigrantes irregulares de origen asiático, que venían de la mano de varias organizaciones criminales que se dedicaban a traficar con personas.

Un grupo se encargaba de la captación en origen, otro gestionaba los traslados y el alojamiento en los países de tránsito, otro materializaba la travesía marítima, y el principal, afincado en España, coordinaba todos los aspectos operativos desde el inicio hasta el final. Tenían infraestructura para el traslado de inmigrantes, que hacían escalas en Argelia (Argel, Orán, Maghnia) y Marruecos (Rabat, Casablanca, Tetuán, Oujda).