La magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la mujer número 1 de Arona ordenó en la tarde de ayer el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de Thomas Handrick, el ciudadano alemán de 43 años de edad acusado de asesinar a su mujer y a uno de sus hijos el pasado martes en una cueva del municipio de Adeje.

Al mencionado individuo se le considera autor de dos delitos de homicidio o asesinato consumado (por las muertes de su esposa y su hijo mayor) y un tercero de homicidio o asesinato en grado de tentativa, por el niño de siete años que logró huir del escenario del crimen, según la información ofrecida por parte del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

La decisión de la citada autoridad judicial se produjo a las 17:50 horas, después de que el acusado entrara en el edificio de los juzgados de Arona poco antes de las diez de la mañana en medio de un dispositivo de seguridad inédito para estos casos por parte de la Guardia Civil.

La jueza instructora tomó la decisión en la comparecencia prevista en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LeCrim) para decidir sobre la situación personal del detenido; es decir, en un acto en el que debe estar su abogado defensor, el Ministerio Fiscal y otras partes personadas.

Un problema informático retrasó un poco el trabajo en el juzgado.

El ciudadano alemán se negó a colaborar con la autoridad judicial. La instructora ratificó la orden que concede la tutela provisional del pequeño superviviente a la Dirección General de Protección a la Infancia y a la Familia del Gobierno de Canarias.

Como era previsible, el pase a disposición judicial del detenido generó expectación entre diferentes medios de comunicación.

Además, por parte de la Guardia Civil se estableció un amplio dispositivo de seguridad con agentes uniformados, supuestamente para evitar altercados entre ciudadanos.

Sin embargo, no hubo tales hechos y solo unos pocos curiosos presenciaron la llegada de la caravana de vehículos del cuerpo de seguridad.

El arrestado viajaba en el interior de un coche rotulado del Instituto Armado, que entró directamente en el garaje del palacio judicial, con lo que se impidió que los reporteros gráficos tomaran imágenes de dicha persona.

Un engaño mortal

La pareja formada por Thomas y Silvia estaba en proceso de separación. No obstante, la mujer decidió viajar a Tenerife para que los menores estuvieran con su padre unos días. Todo indica que el varón tenía todo planeado para acabar con su familia. Organizó una larga caminata desde el casco de Adeje hasta los altos del municipio, donde celebrarían un almuerzo campestre. Convenció a las víctimas para ir a una cueva en el paraje del Hoyo del Agua, en la que supuestamente tenía unos "regalos de pascua" para sus hijos. Obligó a todos a dejar los móviles y las mochilas fuera de la cavidad y, una vez en el interior, comenzó a agredir brutalmente a su hijo mayor y a la mujer. Utilizó sus manos, piedras y algún objeto contundente para causar importantes lesiones craneales y faciales en su esposa y uno de sus hijos. El otro huyó corriendo y atemorizado en dirección a la costa.

Varias horas después, dos personas recogieron al menor. Y otra vecina de La Quinta pudo traducir lo que el pequeño expresaba, entre otras cosas, que su padre había agredido a su madre y que si alguien lo podía llevar a Alemania. Desde ese momento, la Policía Local de Adeje empezó un dispositivo, al que después se sumaron otros recursos, para localizar a la madre y al hijo mayor. Y posteriormente era detenido el ahora acusado en el interior de su vivienda, cuando dormía tras ingerir pastillas. El operativo de búsqueda se incrementó considerablemente en la jornada siguiente. Apenas 24 horas después de la tragedia, eran localizados los cadáveres por parte de un ciudadano que paseaba con su perro por la zona alta de La Quinta.