El jurado popular declaró este viernes culpable al militar que asesinó a Lorena Mazzeo la tarde del 23 de octubre de 2016 en el domicilio de la víctima situado en Puerto del Rosario, capital de Fuerteventura, tras estrangularla con la manguera de la ducha. Además considera probado que el acusado actuó aprovechándose de la indefensión de la periodista argentina.

El tribunal estimó que Félix Daza Cabeza de 30 años, nacido en Valladolid, acudió a casa de Lorena -ubicada en la avenida La Constitución 2 en Puerto del Rosario- pasadas las 15.00 horas con el fin de obtener servicios de índole sexual por parte de ella. Una vez que el acusado ingresó al domicilio de la víctima mantuvieron contactos sexuales y destacaron que no quedó probado que el hombre se duchara en el baño de la mujer, ya que según los forenses no hubo agua en la bañera, porque de lo contrario el cuerpo de Lorena se hubiese macerado.

Los miembros del jurado entienden que el militar profesional, destinado en el Soria 9, se aprovechó de que estaba en la casa de Lorena y en un momento en el que ella estaba inconsciente por causas desconocidas y "trasladó su cuerpo inerte hasta el cuarto de baño, una vez allí lo depositó en la bañera, le colocó el cable de la ducha alrededor del cuello y tiró con la suficiente fuerza y presión hasta provocar su estrangulamiento y muerte por asfixia". Haciéndolo de manera intencionada y aprovechándose de su situación de indefensión.

El cuerpo de Lorena Mazzeo, nacida hace 34 años en Argentina, fue encontrado la madrugada del 24 de octubre cuando los bomberos ingresaron a su vivienda a través de la ventana ya que la puerta del piso estaba cerrada con llave. Félix Daza, una vez que acabó con la vida de la periodista, cogió las sabanas de la cama de la mujer, sus dos móviles y una tablet. Además cortó los cables del router, agarró las llaves de Lorena y cerró para que nadie pudiese relacionarlo con el crimen. Al día siguiente, el acusado le comentó a otro hombre que acababa de conocer que la había matado" porque era una puta que no se iba a reír más de mí". En el juicio también se dio a conocer que Lorena tenía planeado viajar el miércoles siguiente al día de su muerte a Madrid porque había conocido a un Policía y se iba a ver con él.

Durante el juicio, los médicos forenses destacaron que era imposible que Lorena se hubiese caído dentro de la bañera ya que no presentaba lesiones que lo demostraran y que además la posición en la que encontraron el cuerpo no era natural de una caída, debido a que los pies de ella sobresalían de la bañera. Además, una de las hipótesis que manejaron los peritos era que ella estuviese inconsciente cuando la estrangularon debido a que no se percibieron signos de defensa por parte de ella. El acusado afirmó durante el juicio que estaban dentro de la bañera y la víctima se colocó la manguera de la ducha al rededor del cuello y le pidió que la asfixiara con ella como parte de un juego sexual. Esta versión quedó desacreditada.