El conductor del taxi con la licencia 959 que en la medianoche del pasado sábado sufrió un violento atraco en el que un individuo le clavó un pincho en el cuello no había hecho "ni una carrera" cuando ocurrieron los hechos.

La víctima empezó su jornada laboral a las 00:00 horas. Treinta minutos después recibió un aviso para recoger a un cliente en la rotonda que enlaza la avenida Príncipes de España con la carretera de El Rosario, frente al Hospital de La Candelaria. Supuestamente, por error paró ante dos individuos, que se subieron y le dijeron que los llevara a Santa María del Mar.

Poco después, al sospechar de sus intenciones, el chófer les preguntó si le podían pagar por adelantado el servicio, según fuentes del sector del taxi. Los varones le respondieron negativamente y, además, le exigieron que les diera, "por las buenas o por las malas", el dinero que tuviera en el taxi.

El conductor se negó a sus pretensiones y en ese momento giró hacia la calle Las Industrias, donde está un famoso restaurante de comida rápida, en Taco.

El afectado recibió numerosos golpes por parte del ladrón que se quedó en el coche. El otro se bajó y le clavó un objeto punzante en el cuello.

El conductor se dirigió a Urgencias de La Candelaria, con una mano en el volante y otra en el cuello para taponar su herida. Al circular de forma zigzageante, llamó la atención de policías locales de Santa Cruz de Tenerife, que lo pararon y le preguntaron qué le ocurría.

Tras relatar lo que acababa de sufrir, los agentes municipales pidieron refuerzos a sus compañeros, a la Policía Nacional e, incluso, a agentes municipales de La Laguna, que acudieron a la zona con dos patrullas.

El conductor afectado por el robo con violencia e intimidación del fin de semana en Taco estaba el pasado domingo fuera de peligro y en la mañana de ayer recibió el alta en el centro hospitalario donde fue atendido. Posteriormente, el afectado se trasladó hasta la ciudad de La Laguna, ya que agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional debían tomarle declaración. Uno de los implicados fue detenido poco después del suceso por la Policía Local de Santa Cruz y el otro estaba identificado casi desde el primer momento. La negativa a entregar la recaudación es una reacción que conlleva riesgos y que muchos dueños de taxi sugieren evitar a toda costa.