El hombre acusado de acabar con la vida de su madre, golpeándola reiteradamente en la cabeza con un martillo-picota en abril de 2017 en el domicilio familiar en el que ambos convivían en la localidad malagueña de Archidona, ha sido condenado a 18 años de cárcel.

El pasado mes de diciembre el jurado popular ya declaró por unanimidad culpable al hombre, que durante el juicio reconoció los hechos. El procesado, de 42 años, además, ha sido condenado a libertad vigilada durante diez años, a ejecutar una vez cumpla la pena de prisión, según la sentencia consultada por Europa Press.

Según los hechos probados, el 8 de abril de 2017, tras almorzar los dos, la mujer, de 70 años, se dispuso a poner la lavadora. Entonces, sin que conste la causa concreta, aunque "en desacuerdo con la decisión de su madre de lavar en la lavadora las enaguas de una mesa", el hombre fue al trastero y cogió un martillo-picota.

Así, golpeó repetidamente a su progenitora y con gran violencia, de hecho, el cuerpo presentaba entre 23 y 26 heridas inciso contusas, sobre todo en la cabeza y en el cuello, falleciendo a causa de los "múltiples y brutales golpes".

Después de los hechos, el hombre metió el martillo-picota en una caja y se cambió en el cuarto de baño, duchándose y permaneciendo en la vivienda hasta que un vecino, con el que iba a ver un partido de fútbol, llamó a la puerta, indicándole el condenado que su madre se había caído accidentalmente hacia atrás en el patio de la casa y que había fallecido.

Entonces, se alertó a los servicios sanitarios y a la Guardia Civil. En la sentencia se señala que el hombre, que se encuentra en prisión por estos hechos desde su detención, tiene un déficit intelectivo leve, que no afecta a sus capacidades, pues es capaz de comprender la ilicitud de los actos.