Carmen, la mujer que ayer fue asesinada a puñaladas en su casa de Banyoles (Girona), regentó durante años con su exmarido el Albergue Deportivo Sprint, situado en este municipio, al que acudían de forma asidua deportistas de toda España que practicaban remo en el lago de la localidad.

Sara, una joven sevillana que fue miembro de la selección española de esta disciplina, se alojó varios años y durante largas estancias en este establecimiento junto a sus compañeras de equipo y rememora a Carmen con cariño.

"La recuerdo con mucha devoción. Era una mujer muy activa, que lo llevaba todo para adelante, y muy hecha a los adolescentes, acostumbrada a tratar con ellos", explica Sara, para quien el albergue era como su "casa", ya que pasaba en él largos períodos de tiempo alejada de su familia.

Carmen, que se encargaba del alojamiento y también de hacer cada día la comida a los jóvenes, era "bastante estricta", tanto con los deportistas como con su hija pequeña, que por aquel entonces pasaba muchas horas en el albergue junto a sus padres, recuerda Sara.

Esa hija, que fue adoptada en Rusia y que ahora tiene 17 años, convivía con su madre y ha sido detenida hoy como presunta autora del crimen.

El suceso se conoció ayer sobre las 21:00 horas, cuando el hijo mayor de la víctima accedió a la vivienda familiar y encontró el cuerpo sin vida de la mujer desnuda a los pies de la cama, con marcas de diversas puñaladas y en medio de un charco de sangre.

La hija, que desapareció después de dejar una nota manuscrita de despedida, ha sido detenida como presunta autora del matricidio este mediodía, después que la policía la haya encontrado sana y salva en una vivienda que la familia tiene en la localidad de Castell-Platja d''Aro (Girona).

La joven, de la que algunas fuentes apuntan que sufre algún tipo de trastorno psicológico, fue adoptada años después del nacimiento del primer hijo del matrimonio, que fue quien se encontró ayer el cadáver de la madre.

Ese joven, que hace tiempo que convive con su pareja, visitó ayer el domicilio en el que residían la menor detenida y la víctima, que estaba separada, y fue quien alertó a la policía y a los servicios sanitarios, que sólo pudieron confirmar la muerte de la mujer.