Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Una científica de Stanford se enamora de Canarias: "Lo tienen todo para hacer ciencia disruptiva"

La ingeniera Jennifer Dionne visita Tenerife para asistir al congreso Shift celebrado en la Universidad de La Laguna, donde ha hablado sobre las oportunidades del Archipiélago para innovar

La profesora de Standford Jennifer Dionne en el congreso Shift

La profesora de Standford Jennifer Dionne en el congreso Shift / Andrés Guitérrez

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Santa Cruz de Tenerife

¿Qué hace que Stanford sea una de las mejores universidades del mundo en este momento?

Siempre que quieras estar en la vanguardia de tu campo es muy importante stay hungry (que significa estar hambriento) como decimos en Estados Unidos. Stanford ha creado un entorno que realmente valora la innovación y en pensar en cómo hacer del mundo un lugar mejor. Y una de sus mayores bondades es que cuenta con un modelo interdisciplinar con escuelas en todos los ámbitos (Ingeniería, Medicina, Derecho, Negocios, Humanidades y Ciencias) en el mismo campus. Esa naturaleza interdisciplinar de Stanford hace que los investigadores hablen abiertamente entre ellos sobre los diferentes problemas que enfrentan sus campos. Mucha innovación surge de la convergencia de esas disciplinas. También estar tan cerca de la industria porque hay muchas personas que realmente intentan llevar la tecnología al mundo.

¿Qué cree que necesita una universidad como La Laguna para llegar a ese nivel de calidad?

La Laguna ya tiene investigadores y estudiantes increíbles. Estoy muy impresionada por la calidad científica de las personas que he conocido esta semana. Aun así, creo que hay varias cosas que pueden aplicar para conseguirlo. Una de ellas es la valentía, en el sentido de abrazar lo desconocido y decir: ‘está bien intentar cosas que no hemos probado antes’. Si tienes demasiado miedo al fracaso nunca intentas algo nuevo. También es importante asegurarse de que los investigadores de ULL salgan al mundo y compartan su trabajo. Estando aquí he escuchado todos los trabajos increíbles que los investigadores están haciendo, pero no veo a ULL tan representada en otras conferencias. Hay que animar a la gente a viajar y asistir a estas citas internacionales y conocer a otros investigadores.

¿Tiene Canarias los recursos para estar en ese nivel tan alto de ciencia?

¡Oh, sí! He estado aquí dos veces ya y he participado en todas las conferencias Shift. Creo que Canarias lo tiene todo para hacer ciencia disruptiva. Y aunque no tuviera todos los recursos, a veces trabajar con recursos limitados puede ayudarte a ser más creativo. Estar en la isla te hace pensar: «¿Cómo puedo ser creativo con lo que tenemos para lograr el mejor trabajo posible con los recursos que hay?» Estoy muy impresionada con el compromiso con la sostenibilidad y lo ingeniosos que han sido con el aprovechamiento de la energía solar o la producción química.

La política científica canaria difiere de la de Estados Unidos, lo que a veces ha sido criticado por poner palos en las ruedas a los investigadores, ¿qué crees que debería hacer España para potenciar la ciencia?

Lo que Estados Unidos ha hecho bien desde la Segunda Guerra Mundial es invertir en ciencia. Vannevar Bush, que ayudó a fundar la Fundación Nacional de Ciencia, hablaba de la ciencia como «la frontera infinita». Hablaba de cómo las inversiones en ciencia básica pueden llevar a civilizaciones realmente avanzadas. Hay que asegurarse de que haya políticas y gobiernos que apoyen la ciencia básica, incluso si no está claro cómo eso podría traducirse en un producto comercial, porque de ahí vienen algunas de las mejores innovaciones.

¿Cómo ves los recortes que está ejecutando la administración Trump en EE. UU.?

Está siendo ciertamente un tiempo desafiante tanto por los recortes gubernamentales como por las diferentes prioridades de financiación. Me gusta pensar que EE. UU. tiene una historia tan larga de apoyo a la ciencia y la innovación científica que espero nos ayude a resistir estos tiempos difíciles. Por otro lado, pienso que la deriva de las políticas actuales del gobierno puede ser una oportunidad para que la industria dé un paso adelante e invierta parte de su dinero en ciencia básica.

¿Cree que la industria está lista para dar ese paso?

Están empezando a hacerlo. El reto es que no solo deben invertir más en ciencia, sino también asegurarse de no sesgar los resultados. Ese es el riesgo de que la industria financie ciencia: que solo quieran que ciertos resultados salgan del trabajo.

¿Ha sentido el impacto de estos recortes en su trabajo?

Sí, absolutamente. Hemos tenido que solicitar más subvenciones y de fuentes más diversas. Pero es que, incluso si no se han recortado las subvenciones, también se han retrasado. Ha habido tantos recortes en las agencias gubernamentales como retraso en la llegada de las subvenciones. Ese retraso tiene un gran impacto, porque si no recibes financiación durante seis meses, eso afecta la velocidad a la que avanza la ciencia. A EE. UU. le tomará un tiempo recuperarse de este golpe, pero también es una gran oportunidad para que Europa reclute científicos.

El pensamiento de emigrar a Europa, ¿ha pasado por su mente en este tiempo?

Creo que para mis estudiantes, especialmente predoctorales y posdoctorales, ahora es un momento único para acudir a Europa. Es el momento de que Europa aproveche lo que está pasando en EE. UU. y realmente atraiga talento increíble. Personalmente, nací y crecí en Estados Unidos, mi familia está allí. Pero la verdad es que me encanta la cultura de la innovación que hay en Europa. Hay una comunidad y una cultura de apoyarse mutuamente que tal vez es distinta de EE. UU., que suele enfocarse más en el éxito individual.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents