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Los dos telescopios privados más grandes de España coronan El Teide

El sueño de varios investigadores del IAC por disponer del telescopio astronómico más grande del Observatorio se culmina gracias a la iniciativa de la empresa Light Bridges

Presentación en el Teide de los dos telescopios privados más grandes de España

María Pisaca

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Santa Cruz de Tenerife

Hace 25 años, el astrónomo Miquel Serra pasaba las noches en el Observatorio del Teide junto al fundador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Francisco Sánchez, soñando con la posibilidad de desarrollar un telescopio astronómico de dos metros. Sería el más grande de la montaña de Izaña y permitiría estudiar asteroides, meteoritos o incluso las estrellas más pequeñas del universo. Un cuarto de siglo después, Serra pisa los cimientos de su “tercer hijo”, un telescopio con un espejo de dos metros que, junto a su gemelo –que estará ubicado apenas unos metros más allá–, se ha convertido en la infraestructura astronómica de titularidad privada más grande de España y el telescopio astronómico más grande del Teide.

Se tratadel telescopio robótico TTT3 (siglas de Two Meters Twin Telescope), una infraestructura científica promovida por la start-up canaria Light Bridges que ha logrado cumplir con una antigua promesa frustrada del Astrofísico. «Siempre lo metíamos en los presupuestos del IAC, pero la financiación pública nunca era capaz de hacerlo realidad», comenta Miquel Serra, que hoy es también director científico de la empresa Light Bridges. Lo hace mientras observa con emoción las estructuras que mantienen el telescopio: una base de piedra, una montura capaz de girar sin apenas esfuerzo la gran estructura, dos espejos y las vigas de metal que los mantienen.

Fue hace tres años cuando aquella ensoñación de dos viejos amigos se convirtió en un proyecto plausible. «El artífice de todo esto es Antonio Maudes», afirma Serra. Maudes, al igual que Serra, es investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Sin embargo, Maudes, por su formación, tiene una visión más económica. Una experiencia que ha sido vital para sacar adelante un proyecto empresarial pionero en el Archipiélago.

El cielo de canarias y el REF

Los «oscuros y limpios» cielos de Canarias y su gran potencial para la ciencia fueron los motivos que le llevaron a adentrarse en el complejo mundo de la creación de empresas en I+D+i. Pero, a día de hoy, como resume el propio Maudes, uno de los recursos que más le ha ayudado a progresar en el sector es el Régimen Económico y Fiscal (REF) del que se beneficia Canarias. «Es una joya», sentencia el investigador, que considera que «es probablemente el régimen económico más singular y dedicado que existe en la Unión Europa».

En este sentido, el presidente del Gobierno Fernando Clavijo, que asistió a la presentación de estos telescopios acompañado por la consejera de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura, Migdalia Machín, explicó que el TTT3 ha aprovechado varios instrumentos del REF, como la RIC, la ZEC (Zona Especial Canaria) y el IGIC 0% para astronomía y espacio.

«Gracias a la Reserva de Inversiones, ha destinado el 90% de sus impuestos de sociedades a la reinversión en actividades productivas, en este caso los telescopios y su infraestructura asociadas, con la obligatoriedad de mantener la inversión durante cinco años», añadió.

Esto posibilita «que nos beneficiemos en Canarias». En este sentido, el IAC podrá hacer uso de los telescopios el 25% del tiempo, mientras el 75% restante se gestiona desde Light Bridges con consorcios internacionales, universidades, sobre todo estadounidenses y asiáticas.

10 millones

«Maudes llegó al Instituto [de Astrofísica de Canarias], nos buscó y nos planteó la posibilidad de hacer un proyecto de más de 10 millones de euros», rememora Serra. Así, en 2022, nace Light Bridges con el objetivo inicial de construir «dos telescopios que funcionaran como uno solo», pudiendo así captar una región mucha más amplia del universo desde el Teide. Una zona que no solo destacaría por su potencial para la observación astronómica, sino en el que también destacaría. No en vano, en el Observatorio tinerfeño no hay otro telescopio de estas características – si bien hay otros de tamaños y potencia similares que trabajan en distintos campos–.

Sin embargo, para probar que la tecnología funcionaba, los investigadores se lanzaron primero a construir unos prototipos –que aún duermen junto a sus nuevos hermanos mayores– con espejos de 80 centímetros de diámetro. «Pese a su pequeño tamaño, son telescopios con los que se puede hacer ciencia, y, además, son idénticos a estos más grandes», explica Serra. Estos prototipos fueron fundamentales para probar toda la tecnología que tendrían sus hermanos mayores.

Tras un año y medio de funcionamiento, el Teide veía nacer a los dos TTT protegidos con sus impolutas cúpulas blancas y bajo la promesa de revolucionar la observación astronómica realizada desde Tenerife. «El primero de los telescopios lo atornillamos el 17 de febrero y a la siguiente semana ya estaba viendo su primera luz», explica Serra, que insiste en lo «complicado» que suele ser que una infraestructura de este tipo empiece a funcionar tan rápido.

Un año bueno

A partir de entonces, el potencial del telescopio ha ido in crescendo. Y es que, en apenas ocho meses, los científicos han conseguido publicar una decena de artículos científicos gracias a las observaciones realizadas en el telescopio. «Es una cantidad inusualmente alta», insiste el investigador, que también admite que ha sido un «año astronómicamente bueno». Entre sus principales hitos está el estudio de un asteroide, un cometa intergaláctico, galaxias lejanas y enanas rojas.

El segundo de los dos telescopios –que, a día de hoy, solo cuenta con su cúpula– aún no tiene fecha para su construcción. La empresa está pendiente de que se desarrolle el software del espejo primario mientras distintos países están desarrollando las piezas para luego ensamblarlas. No obstante, la empresa considera que el desarrollo del telescopio avanza a buen ritmo. «Juntos tendremos un telescopio de 3,2 metros de diámetro», explica Serra.

El director del IAC, Valentín Martínez Pillet, participó en el acto y se congratuló de que la instalación de estas infraestructuras demuestren la capacidad de crecimiento que tiene el Observatorio del Teide que «es un ejemplo mundial, tanto por su calidad como porque en breve será uno de los pocos observatorios del mundo que alberga instrumentos y telescopios que operan en todas las ondas de luz: desde las ondas de radio hasta los telescopio que captan la luz Cherenkov, pasando por microondas o espectro infrarrojo».

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