Alcohólicos Anónimos

"Grupo 24 Horas es una secta enfocada al dominio personal"

Por primera vez, una víctima en España del Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimos, denunciado como secta, ofrece una amplia entrevista sobre las prácticas de este colectivo, con 12 centros en todo el país. Habla de amenazas de muerte, control económico y de la medicación, y vejaciones, entre otras prácticas.

Imagen de archivo del interior de un local en Galicia del Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimos.

Imagen de archivo del interior de un local en Galicia del Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimos. / Iñaki Osorio

Rafa López

Vigo

No quiere dar su nombre ni salir en la foto. Ni siquiera de espaldas. Es la primera víctima que habla ampliamente en España del Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimos, el colectivo que nació en México hace medio siglo como escisión de los verdaderos Alcohólicos Anónimos, aterrizó en Ourense hace 24 años y tiene en la actualidad 12 centros, 5 de ellos en Galicia –A Coruña (3), Ourense y Ferrol–. Y no es una víctima cualquiera: estuvo cinco años dentro, visitó casi todos los centros y ejerció de padrino, algo de lo que se arrepiente profundamente. Este reportaje resume mediante extractos su testimonio.

Entrada en contacto

"Vi un cartel en un comercio y no le hice caso, hasta que tuve una borrachera jodida y probé. Cuando quieren captar gente empapelan la ciudad con sus folletos o van a algún medio de comunicación a promocionarlo. Me sorprendió lo de las 24 horas. Llegué de madrugada y efectivamente estaban allí. Pensé: están las 24 horas, son la hostia… pero la hostia te la llevas tú".

La bienvenida

"Al llegar te hacen una junta de bienvenida, que es igual en todos los grupos 24 Horas del mundo. Te dicen que tú no eres culpable, que naciste con una enfermedad mental. El que llega tiene un sentimiento de culpabilidad por estar bebiendo todo el puto día, amargándole la vida a la familia, a los amigos y a todo dios. Después de la junta de bienvenida, aparte de darte un aplauso, te dan abrazos, te dicen ‘tranquilo’. Y es la hostia, claro. Luego viene lo que tú tienes que aportar".

Bombardeo de amor

"Cuando llego al grupo me encuentro un sitio muy cálido, casi un hogar. En tu casa y en el trabajo las cosas no van bien, los amigos que te quedan son los que son, casi todos son de la noche, y muchas veces no cuentas con ellos. En mi caso, mi familia me dio la espalda y llegué a un sitio en el que todo era facilidades. Te ofrecen café, agua, tabaco… Mucha gente le daba importancia a que le pusieran un mantel y cubiertos, porque hacía meses que no comían en una mesa limpia. Con el tiempo te das cuenta de que ellos lo que hacen es lo que se llama un ‘bombardeo de amor’".

El padrino

"Tienes que escoger un padrino, al que le tienes que contar absolutamente todo y pedirle permiso para todo. Yo tengo visto gente llamar a su padrino hasta para cortarse el pelo. Si tienes pareja o hijos, te condicionan la vida con ellos. He visto a personas que tenían que cuidar a gente mayor y decirles que no, que se fueran al grupo, que ‘los muertos no cuidan de nadie’. Siempre dicen que el grupo es lo primero, y eso cada vez es más intenso".

El sistema

"Más que el padrino, lo que te atrapa es el sistema. Te van dando responsabilidades dentro del grupo. Te dicen: tú eres el responsable del alquiler, vas a tener que pedirles dinero a otros compañeros para pagarlo. Si no hay dinero, lo tienes que poner tú. A los seis meses yo estaba metido completamente, pasaba allí horas y horas, salía de mi trabajo e iba para allí. Es muy fuerte cómo te dominan mentalmente. Cuando un ahijado mío tomó una decisión en contra del grupo, el guía de mi grupo me dijo: ‘Si alguno te dice que se va para beber, déjalo ir, que se vaya a beber y que le den por el culo’. Ahí me di cuenta de que la finalidad del grupo no es que sus miembros dejen el alcohol".

«Anexados» y «militantes»

El militante es el que va al grupo pero se vuelve a su casa. Los anexados viven allí. Anexos hay en todos los grupos, y ninguno tiene cédula de habitabilidad. El anexado se queda solo con la ropa que lleva: tiene que entregar su documentación, su teléfono móvil, su dinero y sus tarjetas bancarias. No puede ver la tele, ni escuchar la radio ni leer la prensa. Solo ven alguna película cuando el guía quiere. Todo lo que necesite lo tiene que pedir, y quien esté a su cargo se lo concede si quiere. Es como un cuartel. Los anexados se levantan todos a las 6 de la mañana, y antes que nada tienen que limpiar la sala de juntas. Son esclavos del grupo.

Dinero

"Lo primero que te dicen es que no tienes que poner dinero, para que tú te creas esa confianza: ‘tú tranquilo, vente para el grupo, no tienes que hacer nada, tú solo escucha… Pero cada vez tienes que ir dando un poquito, y otro poquito… En cinco años me pude dejar unos 60.000 euros".

Amenazas de muerte

"A mí me han amenazado de muerte, me han dicho que harían un par de llamadas que me iba a enterar. Juegan con el tema de que el grupo viene de México. Te dicen abiertamente que pueden traer a alguien de México que te pegue dos tiros y se vaya en otro avión de vuelta, sin más. Eso sí que lo tengo vivido. A mí me amenazaron de muerte porque creyeron que quería quedarme con uno de los grupos en los que estuve".

La dificultad de irse

"Es cierto lo que ellos dicen, que cualquiera puede coger la puerta e irse, pero te meten miedo en el cuerpo y te dicen que eres un desagradecido. Y es como te ves realmente, no quieres dar la espalda a esa gente que te acogió con ese calor tan intenso cuando peor estabas, no te quedas con el lado malo. Te sientes en deuda con ellos constantemente, hasta que empiezas a despertar. Es un sistema perfecto, muy sutil. Si entras en el juego estás jodido. Es muy difícil irte. Está todo muy bien estudiado. Son pequeñas manipulaciones psicológicas que te llevan a dar todo lo que tienes. Yo tenía una guardia de madrugada: salía de trabajar a las 8 de la tarde, me iba para el grupo, terminaba a las 6 mañana, me volvía para casa, dormía una hora y volvía a trabajar hasta las 8 de la tarde".

Medicación psiquiátrica

"Yo no llegué con medicación, pero si llevas medicación psiquiátrica, te la quitan y te la pautan ellos. Ellos consideran que esa medicación es igual que si estuvieras bebiendo. Equiparan la bebida con la medicación psiquiátrica y con otro tipo de drogas, como la marihuana. Para ellos tomarla sería recaer. En mi grupo había un encargado de la medicación, una persona que no tiene estudios de medicina ni de nada".

Alcohólicos "de Nacimiento"

"En la junta de bienvenida te sueltan una supuesta cita de la Organización Mundial de la Salud: «El alcoholismo es una enfermedad mental, progresiva y mortal, con la que naces». Te dicen que naces con esa enfermedad y es mentira, un disparate. Ellos te pautan medicación. A una chica que para dormir se tomó un alprazolam [una benzodiacepina, un fármaco para la ansiedad] la trataron como una recaída. A ellos no les conviene gente con medicación psiquiátrica, porque no les pueden meter su ‘terapia’ fácilmente».

Jerarquía piramidal

"Siempre hay un guía, que es el padrino o la madrina, y luego gente por debajo. Si tienes dudas se lo comentas a tu padrino, que se lo va a comentar a su padrino. Al final, la información siempre llega al de arriba. Esta gente no tiene amigos, no hacen planes con otras personas, siempre van con gente del grupo. No deja de ser una secta".

Aniversario del Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimos en Ourense, el pasado día 21.  | FDV

Aniversario del Grupo 24 Horas de Alcohólicos Anónimos en Ourense, el pasado día 21. / FDV

Los «recaídos»

"Quizá es el tema más sangrante. Ellos dicen que no hay recaídos, porque no puede haberlos. Se considera recaído a la persona que estuvo allí tres meses y ya tuvo guardias. Si ahí decides irte a beber y vuelves al grupo, ya eres considerado recaído. Suelen llegar borrachos. Se les sube a tribuna y se les expone delante de todo el grupo. Imagínate lo que puede decir una persona que llega perjudicada, tengo visto auténticos esperpentos. Luego lo bajan y sube todo el grupo a decirle de todo. Lo insultan, lo humillan, se ríen de él... Es imposible que esa persona se quede. Y ellos lo dicen: ‘el recaído hace el último servicio’, porque lo utilizan para infligir miedo al resto. Te dicen: si vas a hacer las cosas a tu manera, te va a pasar esto. Te dicen que en Alcohólicos Anónimos puedes tropezar las veces que quieras, pero que en el Grupo 24 Horas no se tropieza".

La tribuna

"Al principio puedes subir todos los días a tribuna durante dos horas a hablar de ti. Es como un psicoanálisis sin nadie al mando. El resto del grupo está escuchándote. Al final, de esa persona lo sabes todo. Sabes dónde darle, sus cosas buenas, sus cosas malas, sus puntos débiles… todo. Cuando llega a esa persona recaída van a muerte. Yo tengo visto muchos casos de eso, y es duro. He participado en ello y no estoy orgulloso, obviamente. Ellos me decían que eso era lo correcto".

Presión a los ahijados

"Pude haber tenido 20 o 25 ahijados, y ellos con sus respectivos ahijados. Eso es lo que más duele a día de hoy. Tienes que hacer un ejercicio de perdón contigo mismo para poder soportarlo. A algún ahijado mío le tengo condicionado su vida con su pareja y sus hijos, les he jodido la vida, pensando que les estaba haciendo un bien. Incluso le tengo dicho a un ahijado de dejar un trabajo y no tener ni un ingreso en una casa en la que vivían cuatro personas, porque es lo que me había dicho a mí mi padrino. Esa sugerencia tienes que cumplirla a rajatabla; si no, te castigan".

Vejaciones a las mujeres

"Es un trato muy machista. Saben dónde darles, porque algunas vienen con complejos o de haber ejercido la prostitución. He visto al padrino Javier G. decirle a compañeras, digamos, débiles mentalmente: ‘ven aquí, ponte de rodillas y chúpame la polla’, y cosas así. En un contexto cómico, pero teniendo en cuenta la figura de poder que tiene él dentro de allí".

El líder, Javier G

"Si tú ves llegar el otro día al padrino Javier G. al aniversario que tuvieron en Ourense y no te cuentan quien es, crees que llega Mick Jagger. Se monta un revuelo que flipas. La gente le besa la mano. Te garantizo que hay gente que, si tú les dices que le vas a pegar un tiro al padrino Javier, se ponen en medio. No uno, ni dos, ni tres. Se ponen 50 personas, por la adoración que le tienen. El que está ganando pasta con esto es él. Ni siquiera es alcohólico: su historial dice que dejó de beber con 22 años y debe de tener unos 60. Posee unas capacidades mentales, para ciertas cosas, aventajadas. Es el gran cerebro, la cabeza visible, y seguramente el que está sacando rédito económico y personal. Sabe que tiene a 300 esclavos repartidos por España, gente que daría su vida por él. En Ourense está muy bien visto en el Ayuntamiento y en la Diputación, donde trabaja. Es un sociópata".

Sexo y pareja

"El tema sexual suele utilizarse en las sectas. No permiten la relación entre miembros, tampoco la masturbación. Hay reprimendas si no obedeces. Las relaciones sexuales que pueda tener un ahijado deben ser permitidas por su padrino. A las mujeres las convierten en femme fatale fuera del grupo. Dentro suelen ser muy sumisas a los dictámenes del padrino. Si conoces a un hombre, intimas con él y luego lo desechas. Ellos dicen que no solemos escoger bien a nuestras parejas. Acaban convirtiendo a la mujer en una persona sin sentimientos. Y tratan que la relación que tengas con tu pareja sea de avasallamiento".

Ataques etílicos

"Al principio no te lo dicen porque igual te asustas, pero en todos los grupos de España tienen una cuchara y un bote de alcohol de 96º, por si a alguien le da un ataque etílico. Lo llaman así a cuando alguien se desmaya y empieza a convulsionar. Te dicen que hay que ponerle algo blando en la cabeza, para que no se golpee contra el suelo; meterle la cuchara en la boca, para que no se trague la lengua; y si la cosa se pone muy chunga, coger alcohol de 96º y echárselo en el ombligo para que lo absorba rápidamente. Nada de llamar a una ambulancia".

Llaman «regalo» a que un alcohólico convulsione
En un grupo de WhatsApp de esta supuesta secta describen un «ataque etílico» (síndrome de abstinencia con convulsiones) ocurrido un 24 de diciembre como un «bonito regalo de Navidad» y una «bonita experiencia».

/ / FDV

Llaman "regalo" a que un alcohólico convulsione

En un grupo de WhatsApp de esta supuesta secta describen un «ataque etílico» (síndrome de abstinencia con convulsiones) ocurrido un 24 de diciembre como un "bonito regalo de Navidad" y una "bonita experiencia".

Beneficio económico

"Los 12 grupos que hay ahora en España, con unos 300 miembros, pueden tener un flujo de dinero, entre eventos, viajes, promociones, aniversarios… de un millón y pico de euros al año. Es dinero, pero no creo que se hagan ricos. Es una secta enfocada al dominio de la persona, más que al tema económico. Son gente de recursos limitados que viven gracias al grupo. De los guías casi ninguno trabaja y viven del grupo ellos y sus manos derechas».

Como la violencia de género

"Pongo un ejemplo muy cercano, que es el maltrato del hombre hacia la mujer en la pareja. La relación del Grupo 24 Horas con un miembro que entra es muy parecida: empieza con el enamoramiento, un bombardeo de amor, el ‘no te preocupes, todo irá bien’. Luego viene el maltrato: ‘yo te pego, pero es por tu bien’. ‘Te doy caña psicológicamente, pero es por tu bien. Me pongo mal por tu culpa’. Es como la típica relación tóxica que acaba en maltrato: ‘Si me dejas vas a fracasar, no eres nadie sin mí’".

La información sobre los grupos

"Ya hay la información que tiene que haber sobre esos grupos, googleas y ya te sale. Cuando yo entré, en 2016, no encontré nada malo, todo eran bondades. Vi algo de maltrato, pero en los grupos amarillos mexicanos, que son una escisión de estos. A esa gente que tiene dudas le digo que no es real lo que te cuentan allí. La gran mayoría de los que nos fuimos y no bebemos estamos bien. Ellos te dicen que es imposible, que fuera de los grupos puedes estar sobrio, pero no ser feliz. Eso es mentira, yo soy feliz y tengo amigos con sus familias y con su dinero, me comunico con ellos a diario".

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