Santa Cruz de Tenerife planta cara al fascismo con ‘Orgullo’

Una marea multicolor desfila por la capital tinerfeña para reivindicar los derechos y libertades de la comunidad LGBTIQA+ frente a la ofensiva reacionaria de los partidos de extrema derecha

Manifestación del día del Orgullo

Arturo Jiménez

Miguel Ángel Autero

Miguel Ángel Autero

Santa Cruz de Tenerife

Alrededor de 1.200 personas participaron en la manifestación del Día del Orgullo LGBTIQA+ celebrada durante la tarde de ayer en Santa Cruz de Tenerife. Una marea multicolor festiva y reivindicativa recorrió tres de las principales arterías de la capital tinerfeña detrás de una gran pancarta rotulada con el lema escogido para este año: «Frente al fascismo que resurge, orgullo que resiste».  

En la cabecera, entre representantes de los colectivos convocantes, estaba Marcela Rodríguez, una histórica activista trans que organizó las primeras manifestaciones del Orgullo en Tenerife desde 1978. Y es que ayer era un día para reivindicar, pero también para recordar tantos años de lucha y de defensa de los derechos y libertades de la comunidad LGBTIQA+: «Ha sido un camino que nunca fue fácil recorrer y ahora más que nunca hay que reivindicarlo, ni un paso atrás ante la ofensiva que estamos viendo con discursos de odio lanzados desde partidos políticos reaccionarios y de extrema derecha».

La columna de la manifestación partió desde la plaza Weyler pasadas las 18:30 horas, media hora después de lo previsto. Y es que hubo que esperar a que llegara más gente que los organizadores sabían que iban a venir. La foto, a las 17:30 horas en la céntrica plaza pronosticaba una marcha deslucida, pero ni mucho menos. Al final, alrededor de 1.200 personas –según datos del Cuerpo Nacional de Policía– enfilaron hacia el Parque García Sanabria al ritmo de tambores, silbatos y consignas lanzadas megáfono en mano.

«Contra el fascismo más transfeminismo», «odio no, orgullo sí» o «contra el fascismo y su violencia, ahora y siempre, resistencia». Pero hubo muchas más como «me gustan las peras, me gustan las manzanas y en mi cama meto a quien me dé la gana». Pancartas con frases como «amar es amar sin importar a quien» y multitud de banderas del colectivo se agitaban bien alto para que no solo la gente que estaba en la calle las viera, también los vecinos que se asomaban a las ventanas de sus casas. Y entonces corearon el famoso «no nos mires, únete» o «tras los ventanales también hay homosexuales y tras las ventanas también hay lesbianas».

Contra la extrema derecha

La primera parada en el recorrido se produjo en el parque García Sanabria, junto a la explanada del Reloj de Flores en cuya base había decenas de globos de todos los colores. Allí, en ese espacio se produjo en 1978 la primera manifestación del Orgullo de Tenerife y allí en ese entonces, como ayer, estaba Marcela Rodríguez quien cogió el megáfono para reivindicar «que no se deje de luchar nunca contra esta ultraderecha que nos quiere avasallar, pero no podrán con nosotras, nosotros y nosotres. Aquí estaremos para defender nuestros derechos, lo haremos sin decaer, sin dar un paso atrás a pesar de la llegada de la ultraderecha a gobiernos de otros países y de las maniobras que se están dando también en España para tumbar al gobierno de coalición progresista» y acabó con un grito que repitió tres veces: «No dejen de luchar". 

La manifestación siguió adelante por la calle Méndez Núñez y cuando la cabecera llegó a la altura de la iglesia de San José comenzaron a repicar las campanas. Muchos entendieron que el párroco no quería escuchar los gritos de los colectivos que se manifestaban en la calle y eso sirvió para que se cantara: «Vamos a quemar la Conferencia Episcopal, por fascista y patriarcal».  

La manifestación enfiló la Rambla de Santa Cruz para llegar al conocido como «Monumento a Franco». Allí estaba prevista la segunda parada de la protesta. «Este es el orgullo que existe; no puede ser que en 2025 hayan vestigios franquistas en esta ciudad, no es un BIC es un monumento fascismo», pronunció uno de los organizadores de la manifestación para luego gritar: «Franco, capullo, aquí estamos en el Orgullo».

La de ayer fue una de las manifestaciones del Orgullo con un recorrido más largo. Así, los participantes siguieron hacia la Plaza de la Candelaria por la Avenida Francisco La Roche hasta llegar a la Plaza del Cabildo donde representantes de los colectivos convocantes leyeron un manifiesto sobre el escenario en el que luego se celebró el Festivalullo.

La manifestación no solo fue una invitación para personas del colectivo LGBTIQA+, se pretendía que todos participaran en una jornada festiva en defensa de los derechos y libertades de todas las personas porque ayer se lanzó un claro mensaje desde Santa Cruz de Tenerife: «El orgullo no solo celebra la identidad, sino que también lucha por la igualdad y la justicia para todos».

Un manifiesto para «no dar ni un paso atrás»

Representantes de las asociaciones y colectivos convocantes de la manifestación por el Día del Orgullo (Diversas, Libertrans, Transwomen, Transboys, Aperttura, Fundación Pedro Zerolo y Asociación LGBTIQ+ Tacoronte Comarca de Acentejo) leyeron un extenso manifiesto que reivindic´a partes iguales la historia de los derechos logrados como los 20 años de la aprobación de la ley del matrimonio igualitario y para recordar las palabras de Pedro Zerolo: «Los derechos conquistados se disfrutan y se defienden o se pierden». Los colectivos advirtieron del peligro de la «ofensiva reaccionaria que ataca y ridiculiza con impunidad» y defendieron que a estos movimientos hay que combatirlos con «unidad» y «sin dar un paso atrás».

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