Informe

El 87 % de los jóvenes de la generación Z compra ropa de segunda mano

Un informe constata el compromiso de este segmento poblacional con las prácticas sostenibles pese a que a un 38 % no le preocupa el consumo en aplicaciones de gigantes comerciales

La ropa de segunda mano, clave para reducir el impacto mediambiental de la moda.

La ropa de segunda mano, clave para reducir el impacto mediambiental de la moda. / Levante-EMV

Amparo Soria

València

En un presente marcado por el consumo rápido y la inmediatez, donde lo nuevo se ha convertido en un sinónimo de valor, la economía circular se está convirtiendo en una respuesta innovadora y más sostenible al ciclo de ‘producir, consumir y desechar’. Un modelo que se centra en prolongar la vida útil de los productos y minimizar el impacto medioambiental. En ese contexto, un reciente informe constata que los jóvenes de la Generación Z -nacidos en la primera década de los 2000-, compra prendas y objetos de segunda mano. La cifra alcanza el 87 % de los encuestados y el 47 % de ellos asegura hacerlo con bastante frecuencia.

El estudio lo ha realizado la plataforma Milanuncios junto a la consultora Mazinn con más de 1.000 entrevistas a jóvenes de entre 18 y 29 años y a las creadoras de contenido Almu Carrión y Climabar. Bajo el título 'La verdadera mirada de la GenZ hacia la economía circular', se han radiografiado los hábitos de consumo, las tecnologías empleadas y las barreras que se encuentran a la hora de consumir.

Ahorro de dinero y exclusividad

La principal conclusión del estudio es que el ahorro de dinero es el motivo por el que se consume de segunda mano. El 47 % de los encuestados afirma que compra estos productos con bastante frecuencia, frente al 13 % que reconoce no hacerlo nunca. La mitad de los consumidores (48 %) gasta hasta 160 euros al año, sobre todo en la categoría de ropa y complementos, tecnología, libros, videojuegos y consolas, en ese orden.

Además del ahorro económico, también se busca la exclusividad y por ello la segunda mano es clave, porque se pueden encontrar objetos descatalogados en la comercialización corriente. La sostenibilidad y la opción de acceder a productos más caros con un precio más asequible también son las principales razones que motivan a comprar en este mercado.

Consumir tendencias antiguas

De hecho, en el último año, una de las tendencias más populares ha sido la vuelta a la moda de los años 90 y principios de los 2000. El espíritu noventero y Y2K se ha convertido en uno de los estilos más potentes que inundan el mundo del diseño, lo audiovisual y otras ramas artísticas y estéticas. Una moda que también ha tenido impacto en la segunda mano, movidos por la nostalgia de revivir momentos de su juventud y también de aquellos más jóvenes que se sienten atraídos por este tipo de productos como aparatos musicales analógicos -radiocasettes, reproductores de VHS- o consolas vintage -Gameboys y PlayStations-, así como cámaras de foto no ya analógicas, sino digitales de mediados de la década de los 2000.

Las contradicciones

La Generación Z está informada del impacto negativo que tiene su consumo masivo, especialmente en aplicaciones que representan el ‘fast consumption’. Sin embargo, al 38% de los consultados, las consecuencias de lo que supone este modelo de consumo les preocupa ‘poco o nada’ y sólo un 25% de ellos les preocupa mucho o está totalmente concienciado. El 38% de ellos admite que consume este tipo de plataformas varias veces al año y solo un 12% dice no hacerlo nunca.

El motivo que les lleva a consumir en este tipo de plataformas pese a ir contra la sostenibilidad que defienden es la rapidez y facilidad que supone encontrar lo que buscan, según afirma el 32 % de los encuestados.

Motivaciones para comprar de segunda mano.

Motivaciones para comprar de segunda mano. / L-EMV

Pero, ¿por qué recurren a este tipo de marketplaces si son una generación preocupados por la sostenibilidad? En concreto, los encuestados admiten que recurren a estas webs y aplicaciones por el precio (34%), la rapidez y facilidad que suponen para encontrar lo que buscan (32%) y la verdad de tallas o colores (22%). En cuanto al “remordimiento”, lo cierto es que solamente un 31% de ellos afirma que a veces siente cierta tensión por ese enfrentamiento, y un 37% afirma que rara vez le preocupa esta situación.

Dudas en las compras

Pero, ¿existe algún freno a no comprar más productos de segunda mano? Los encuestados detallan que factores como la higiene, las dudas sobre la calidad o la dificultad para encontrar el producto que se busca, además de no poder probarlo son algunas de las barreras a las que se enfrentan, aunque el 18% expresa que “para nada” la desconfianza en la calidad supone un freno a la compra.

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