Datos de AEMET

España vive una noche tórrida, casi infernal: Cáceres no baja de los 28 grados, Jaén de los 27 y Girona de los 25,5

Casi 300 estaciones meteorológicas de todo el país registraron anoche valores por encima de los 20 grados, un umbral a partir del cual es difícil conciliar el sueño

Calor y polvo del Sáhara sobre Barcelona.

Calor y polvo del Sáhara sobre Barcelona.

Valentina Raffio

Barcelona

Tal y como apuntaban los pronósticos, la subida de los termómetros ya se empieza a sentir en toda España. Después de una jornada de lunes donde las temperaturas empezaron a subir en buena parte de la Península, dejando cifras por encima de los 30 en muchos puntos del país y alcanzando máximas por encima de los 42 grados en localidades como Montoro (Córdoba), el calor no dio tregua ni tras la puesta de sol. Según atestiguan los registros de la Agencia Estatal de Meteorología, en Cáceres no se bajó de los 28 grados en ningún momento de la noche, en Jaén las mínimas fueron de casi 27 grados, en Huelva, Badajoz y Cap de Creus (Girona) de los 25,5 grados. Se trata de registros extremadamente altos para esta época del año y que, técnicamente, superan el umbral de noche tórrida (por encima de los 25 grados) y rozan el de noche infernal (a partir de los 30).

Entre la noche del lunes y la madrugada del martes, casi 300 estaciones meteorológicas de todo el país registraron anoche valores por encima de los 20 grados y, por lo tanto, del umbral de noche tropical. Entre estas destacan al menos una decena de localidades que durmieron a más de 25 grados como, por ejemplo, Sevilla, El Campillo o la Base naval de Rota en Cádiz.

Según explican los expertos, dormir bajo condiciones de elevado calor nocturno, sobre todo a partir de los 20 grados, puede dificultar el sueño y disparar los problemas de insomnio. Se sabe que el cuerpo humano necesita descender su temperatura central para conciliar el sueño y mantenerlo de forma reparadora. Varios estudios en cronobiología y fisiología del sueño apuntan a que el exceso de calor interfiere con la producción de melatonina (la hormona que regula nuestros ritmos circadianos), dificulta el proceso de quedarse dormido y provoca microdespertares durante la noche, disminuyendo así la calidad del descanso. También hay estudios que sugieren que durante estos episodios de calor aumentan los problemas generales de insomnio y otras alteraciones del sueño.

En Barcelona, por ejemplo, tras una jornada a casi 30 grados, los vecinos se fueron a dormir anoche a 24 grados. Entre las nueve y medianoche, los termómetros apenas bajaron de ese umbral. Con el pasar de las horas, la temperatura descendió ligeramente y marcó su mínimo alrededor de las tres de la madrugada, cuando se registraron mínimas de 22,9 grados. Después la temperatura volvió a subir de forma marcada hasta llegar a los 26 grados entre las siete y las ocho de la mañana. Alrededor de las once de la mañana, cuando aún no se ha llegado al ecuador del día, los termómetros barceloneses ya rozan los 27 grados y, según apuntan los pronósticos, en las próximas horas volverán a situarse cerca de los 30.

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