Nueva normativa en 2025: así deberán ser los cajeros automáticos a partir de ahora

Los cajeros automáticos serán más accesibles desde junio de 2025: voz, braille, pantallas intuitivas y más

Dos mujeres en un cajero automático.

Dos mujeres en un cajero automático.

El próximo 28 de junio de 2025 marcará un antes y un después en el uso de los cajeros automáticos en España. A partir de esa fecha, todos los nuevos terminales deberán cumplir con exigentes criterios de accesibilidad universal y ofrecer servicios adaptados para personas con discapacidad y facilitar el uso también a mayores o usuarios poco familiarizados con la tecnología.

La transformación viene impulsada por la transposición a la legislación española de una normativa europea centrada en eliminar barreras en servicios esenciales como los financieros. El objetivo es claro: que cualquier persona, independientemente de su condición física, sensorial o cognitiva, pueda operar un cajero automático sin ayuda.

¿Qué significa accesibilidad universal en un cajero?

La accesibilidad universal no solo se refiere a eliminar obstáculos físicos. Supone que la información y los controles del cajero deben estar disponibles por múltiples vías sensoriales (vista, oído, tacto) y que las interfaces deben ser claras y fáciles de usar.

Esto incluye:

Mejoras visuales

  • Pantallas con tipografías más grandes y legibles.
  • Alto contraste entre texto y fondo, útil para personas con baja visión.
  • Diseño más limpio, sin elementos innecesarios.

Soporte auditivo

  • Instrucciones por voz accesibles mediante auriculares.
  • Asistentes de audio que guían al usuario paso a paso.

Elementos táctiles

  • Teclados físicos con braille y relieves diferenciados.
  • Interfaces adaptadas que no dependen únicamente de pantallas táctiles.
Una persona utiliza un cajero automático.

Una persona utiliza un cajero automático. / ED

Interacción simplificada

  • Menús más intuitivos, sin tecnicismos.
  • Procesos guiados y simplificados para las operaciones más frecuentes (retirada de efectivo, consulta de saldo, etc.).

¿Cuándo entran en vigor los cambios?

La normativa establece un calendario de aplicación progresiva:

  • Cajeros nuevos (instalados desde el 28 de junio de 2025): Deberán cumplir íntegramente con todos los requisitos desde el primer momento.
  • Cajeros ya existentes: Tienen hasta el 29 de junio de 2030 para adaptarse, siempre que no superen los 10 años de antigüedad. Los más antiguos podrán necesitar sustitución anticipada si no se pueden modificar.

Esta transición permitirá a las entidades bancarias planificar sus inversiones sin comprometer la operativa del servicio.

¿Cuánto costará a los bancos la adaptación?

Las estimaciones del sector apuntan a que cada cajero costará entre 1.500 y 3.000 euros en media para ser adaptado. El coste varía según su antigüedad, tecnología y ubicación.

Sin embargo, la inversión se considera estratégica, no solo por cumplir con la ley, sino también porque mejora la experiencia de todos los clientes, especialmente personas mayores, usuarios con diversidad funcional o ciudadanos con menos conocimientos digitales.

¿Qué tecnologías están ya en prueba?

Algunas entidades están yendo más allá de los mínimos legales y ya prueban soluciones innovadoras como:

  • Reconocimiento facial o huella para evitar el uso del teclado.
  • Guías de voz automáticas que se activan por proximidad.
  • Apps móviles de apoyo que permiten preparar la operación antes de llegar al cajero.
  • Interfaces adaptativas, que detectan las necesidades del usuario y ajustan automáticamente el tamaño del texto o activan el modo accesible.

Estas tecnologías no solo ayudan a personas con discapacidad, sino que hacen más sencilla y segura la experiencia para todos los usuarios.

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