Caso Jay Slater en Tenerife: descubren varios mensajes enviados durante la noche de su desaparición en Tenerife

Nuevos detalles se han conocido de las últimas horas de vida de Jay Slater, el joven británico que falleció el pasado 15 de julio de 2024 en la zona de Masca y que llegó a Tenerife para pasar unas vacaciones junto a sus amigos. Tras un mes desaparecido, su cuerpo fue hallado en un lugar escarpado del Parque Rural de Teno.

Tras una investigación durante los últimos diez meses, el Juzgado Forense de Preston inició la vista para conocer más datos del fallecimiento de Slater. El doctor James Adeley ha encabezado los hallazgos y llevó el tempo de la jornada. Una jornada en la que se pudo clarificar las lesiones que llevaron a perder la vida, además de los pasos que fue dando desde la fiesta a la que acudió.

Finalmente, la investigación ha vuelto a posponerse hasta dentro de unos meses tras la súplica de Debbie Duncan de poder hablar y cuestionar a Ayub Qassim y Steven Roccas, las dos últimas personas con las que Jay Slater estuvo. Ambos lo llevaron en coche desde el sur de Tenerife hasta Masca, donde habían alquilado un AirBNB para pasar la noche.

Uno de los nuevos detalles se centran en la noche previa a su desaparición. Se intentaron hacer dos movimientos desde su tarjeta que fueron denegados. El primero, un pago con la tarjeta de débito a las 21:10 de la noche de unos 320 euros, el cual fue rechazado por el banco. Misma actuación al intentar volver a pagar minutos después de 160€.

Mensajes de texto

Antes de la suspensión de la vista, se han analizado distintos mensajes de texto salidos del móvil de Jay Slater antes de quedarse sin batería. Tras analizar los datos telefónicos, a las 2:39 de la madrugada del día en el desapareció, el joven británico envía un mensaje a un amigo: "Me tienen marcado". El receptor le responde: "Tienes que irte a casa, muchacho, estás loco".

Entre las 5:03 y las 5:52 de la madrugada, se observa como Slater envío un mensaje de texto desde su teléfono: "Acabo de tomar un Rolly de 12.000 libras de algún idiota para obtener 10 libras por él ahora". Esto hace alusión al reloj que podría haber robado esa noche, y del que habló uno de los testigos de la vista, Josh Forshaw. Tras varias indagaciones, usar la frase "10 libras" es una jerga muy común al este del condado de Lancanshire para referirse a 10.000 libras.

La inspectora jefa de investigaciones en medios digitales de la Policía de Lancanshire, Rachel Higson, fue la persona encargada de examinar el teléfono de Slater. Este dejó de registrar datos a las 8:49:51 de la mañana del 17 de junio. Entre las 7:59 y esa hora en la que el móvil perdió la conexión, se registraron numerosos pasos y desnivel recorrido.

Equipo de búsqueda voluntario

En la vista declararon algunos de los voluntarios holandeses que trabajaron en la búsqueda y rescate de Jay Slater en la zona de Masca, en Tenerife. Según sus cálculos, Slater podría haber tardado unas tres horas y media en llegar caminando desde donde vieron por última vez al británico hasta donde apareció su cadáver.

Cuestionados por el sentido de su caminata, los voluntarios apuntaron que "no habría ninguna razón" para hacer esa ruta "a menos que estuviera de camino al mar". Descartaron que alguien llevara el cuerpo de Jay Slater hasta esa zona y, al ser preguntados por qué se descartaba, fueron claros: "Eso sería imposible". La zona es escarpada y de difícil acceso incluso para una sola persona por su propio pie, por lo que es poco factible que alguien lograra llevar el cuerpo cargándolo hasta ahí.

Investigación pospuesta

En un momento de la vista, la madre de Jay Slater, Debbie Duncan, pidió al forense la presencia de Ayub Qassim y Steven Roccas, las dos últimas personas que compartieron tiempo con él de manera directa. "Sé que intentaste localizarlos, pero ¿cómo podremos llegar a entender algo? Sabemos que murió, sabemos que tuvo un accidente, pero desde que dejó ese complejo turístico hasta que fue allí no sabemos nada".

Ante la petición de la madre del joven británico, y tras un parón en la vista, el forense aplazó la investigación con el fin de conseguir la declaración de ambas personas. "Desea hablar con los testigos que lo vieron por última vez. Ya sabe de las dificultades que hemos tenido para encontrar a estos dos testigos. En vista de su angustia y su necesidad de respuestas, intentaremos encontrarlas por todos los medios posibles. No confío en tener éxito, pero haré lo que pueda", le dijo Adeley a Debbie Duncan antes de cerrar la vista. Se alarga el suplicio para una familia que quiere conocer los últimos pasos de su hijo antes de fallecer en Tenerife.