Las enfermeras canarias son las que más cobran de toda España
Las indemnizaciones por doble insularidad pueden estar detrás de esta cifra
El sindicato Satse denuncia agresiones, precariedad y poco reconocimiento y reclama respuestas a las administraciones y clase política

Enfermera del HUC preparando a un paciente para tomar la medicación. / El Día
Las enfermeras canarias son las que más cobran de toda España. En concreto, las enfermeras especialistas que trabajan en los hospitales isleños tienen una remuneración mínima de 3.318 euros al mes, mientras que las que trabajan en centros de salud cobran 3.085 euros. Por su parte, las enfermeras generalistas de Atención Especializada (AE) tienen un sueldo mínimo de 3.110 euros y de 2.898 euros en Atención Primaria (AP). Esto supone que las enfermeras del Archipiélago sean las profesionales con mejores retribuciones de todo el país, a excepción de las profesionales navarras que trabajan en centros de salud quienes superan los ingresos de las canarias por apenas 19 euros. La indemnización por residencia debido a la doble insularidad puede estar detrás de esta cifra.
Esta es una de las conclusiones que revela el informe Situación actual y estimación de la necesidad de enfermeras en España, 2024 del Ministerio de Sanidad. El documento también destaca el ratio de enfermeras de las Islas, que se ubica en 7,3 enfermeras por cada mil habitantes. Un punto por encima de la media nacional.
Sin embargo, las profesionales que trabajan en el ámbito público son muchas menos. Así lo denuncia el sindicato de enfermería Satse que, con motivo del Día de la Enfermería –que se celebra hoy lunes, 12 de mayo– resalta que solo hay 11.600 enfermeras en el Servicio Canario de la Salud. "Apenas 5,3 enfermeras por cada mil habitantes", destaca el secretario provincial de Tenerife de Satse Canarias, Alejandro Gordillo.
Por esta razón, el Sindicato de Enfermería Satse Canarias reclama una mejora laboral para las profesionales. No en vano, pese a ser las mejores valoradas del Servicio Nacional de Salud, son las que más carencias presentan.
Agresiones físicas y verbales
Esta situación se agrava porque en los últimos años han aumentado las agresiones a profesionales de Enfermería. "Somos la profesión sanitaria con mayor incidencia en agresiones por parte de pacientes", relata. En el último año, se registraron 189 agresiones físicas y verbales a las enfermeras en el ejercicio de su actividad profesional, según datos que el Servicio Canario de Salud (SCS) facilitó al propio sindicato.
Así, Gordillo asevera que desde la entidad llevan tiempo intentando sacar adelante una propuesta de ley para proteger a los sanitarios y la creación de un Observatorio de Agresiones en el ámbito sanitario de Canarias por parte del SCS, pero ninguna de las iniciativas ha tenido acogida por las administraciones y clase política.
Asimismo, la falta de la valoración y reconocimiento que les corresponde a las enfermeras basándose en su formación y competencias es otra de las denuncias de Satse. No en vano, Gordillo explica que las enfermeras no están incluidas en la clasificación profesional que les corresponde dentro de la administración pública. Y es que siguen encuadradas en el subgrupo A2, aunque tengan un grado universitario y los mismos créditos ECTS (240) que la mayoría de las titulaciones universitarias.
Precariedad laboral
Por otro lado, Gordillo destaca la inestabilidad laboral a la que muchas están sometidas. "Los contratos son muy precarios, y quienes están empezando encadenan contratos temporales constantemente, sin descansos ni vacaciones", sentencia. Pero para secretario la peor parte se la llevan sus compañeros del área de Urgencias. "Tienen mucha carga de trabajo y aun a día de hoy seguimos viendo imágenes tan lamentables como la de pacientes afinados en pasillos y con mucha demora para ser valorados", apunta. Una situación que, como señala el supervisor de Enfermería del área de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC), José Martín, no depende del personal sanitario.
"Más bien es un problema extensible a todo el funcionamiento interno del hospital y a los servicios sanitarios de Canarias en general", confiesa Martín. Por ejemplo, la coordinación entre ambulancias, el número de camas disponibles y el papel de Atención Primaria a la hora de derivar pacientes al área de Urgencias son algunos de los aspectos que Martín ubica como la raíz de la saturación de servicios.
Además, añade que las altas administrativas también suponen una carga más a tener en cuenta. "Cada vez son más los pacientes que al recibir el alta necesitan acudir a un centro sociosanitario para continuar con sus cuidados y, dada la carencia de camas, no tienen a donde ir", relata.
De igual manera, el supervisor recuerda que en los últimos meses se han llevado a cabo unos cambios estructurales que, aunque necesarios, también dificultan el día a día de la profesión. "El hecho de que haya obras en un servicio que funciona las 24 horas del día, pues también complica un poco las cosas, aunque nosotros siempre intentamos darle la mejor calidad asistencial al paciente", cuenta.
En este sentido, Martín resalta el trabajo de sus compañeros y confiesa que sus requerimientos van más en ese sentido que en el de pedir personal. "Nosotros hacemos todo lo que está en nuestra mano para atender a los pacientes lo mejor posible", agrega.
Día a día en Urgencias
Actualmente el área de Urgencias del HUC cuenta con casi 45 enfermeros por turnos para atender a una media de entre 140 y 180 pacientes diarios. En este sentido, el supervisor cuenta que la carga laboral es bastante elevada. "Tenemos un volumen de pacientes muy alto, pero es cierto que en los últimos meses nos han facilitado todos los medios disponibles desde el punto de vista de recursos humanos", matiza.
No obstante, el supervisor confiesa que, aun con el personal necesario, los picos de asistencia no dependen de los profesionales y hay determinadas horas del día en el que el volumen de pacientes aumenta considerablemente. "En las horas centrales del día entran hasta 40 pacientes, lo que supone una situación difícil de coordinar", añade.
El día a día de un enfermero de urgencias es variado, ya que, según explica Martín, es un área muy grande y seccionada. "Lo primero que hacemos es una clasificación sistematizada del paciente con respecto a su necesidad de ser atendido, según la gravedad de los síntomas que presenta", relata Martín. Y agrega que hasta que el paciente es valorado por el médico de Urgencias, queda a cargo del enfermero y auxiliar, es decir, el equipo de Enfermería. "Atendemos todas sus necesidades básicas y nos encargamos de vigilar la situación personal de cada quien", detalla.
En situaciones de colapso, como la vivida el pasado mes de enero en el HUC, Martín recuerda la angustia con la que trabajan. "Es muy complicado gestionar la situación cuando llegan en una misma hora hasta ocho ambulancias", apunta. Y agrega que ante la incapacidad de absorber toda esa cantidad de pacientes, lo que hacen es priorizar según las condiciones médicas del paciente.
Sin embargo, Martín destaca que gracias a los cambios internos en los últimos meses la situación ha mejorado. "Hemos tenido cambios en los protocolos de asistencia y en los circuitos de atención al paciente que han dado sus frutos, y aunque ahora las obras dificultan un poco el trabajo, son necesarias esas estructuras para mejorar los servicios", subraya.
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