Preocupación médica

El 'chemsex' evoluciona al 'slam': crece el uso de drogas por vía intravenosa durante las relaciones sexuales

Los expertos alertan de que este práctica conlleva más riesgo de desarrollar adicción y tiene un mayor impacto en la salud

El 30% de las personas atendidas por entidades de salud sexual como ImaginaMAS son practicantes de 'slam'

El 'chemsex' ya no es un fenómeno nuevo

El 'chemsex' ya no es un fenómeno nuevo / EP

Madrid

Más de 40 años después de los primeros diagnósticos, la realidad de las personas con VIH ha cambiado. El activismo por los derechos humanos afronta un relevo generacional, dicen los expertos. Entre los retos, la salud de las personas trans o el abordaje del 'chemsex', el uso intencionado de drogas para tener relaciones sexuales por un periodo largo de tiempo (desde varias horas hasta varios días). No es un fenómeno nuevo, advierten, aunque cada vez hay más personas que lo practican. También, explica Iván Zaro, director del área de salud de la organización ImaginaMAS, y eso inquieta mucho a la comunidad LGTBI+, preocupa el 'slam', el uso de drogas por vía intravenosa durante esas relaciones.

De 'chemsex', salud de las personas trans y la realidad de las personas con VIH -los menores de 35 años ya representan el 60% de los nuevos diagnósticos de VIH- se ha hablado esta semana en Madrid en las XXIX Jornadas ViiiV para ONG. Más de 50 representantes de 30 entidades han puesto sobre la mesa datos que dibujan un nuevo escenario. Si se habla de 'chemsex', Zaro pide, de entrada, abordarlo con estrategias alejadas de estigmas.

"Ya no es un fenómeno nuevo: hay una cultura 'chemsex', con códigos, que habla de asentamiento"

Iván Zaro, director del área de salud de ImaginaMAS

"Estamos viendo que hay dos fases. La realidad más sanitaria, de la Administración, que ahora ha empezado a tomar conciencia, a dar una respuesta y a formar a sus profesionales y, a otro nivel, hay que decir que el 'chemsex' ya no es un fenómeno nuevo. Hace unos años no era tan común ver a personas buscando una sesión. Pero ahora ya hay una cultura 'chemsex', con códigos, que habla de asentamiento", señala Zaro.

Organizaciones como ImaginaMAS alertan de que combinar drogas y sexo disminuye la percepción del riesgo y, por tanto, lleva a no tomar medidas preventivas

Además, rechaza ese "pseudo perfil" que establece que quien lo practica es un hombre, de 35 años de edad media, de origen español... "Cuando salimos de ese margen, ya hablamos de personas migrantes irregulares, trabajadores del sexo, muy jóvenes o, al revés, mayores de 60, con un problema que afecta a su salud mental y física", añade.

Consumo problemático

El director del área de salud de ImaginaMAS enfatiza sobre la necesidad de diferenciar, además, entre dos perfiles: el del uso recreativo y el del consumo problemático. La práctica de 'chemsex' se da básicamente en grandes ciudades y está asociada con situaciones de riesgo que pueden facilitar la transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS, por sus siglas en inglés).

"Cualquier persona puede estar practicando 'chemsex' con el riesgo que conlleva, para la salud física y el impacto en la salud mental. No pueden tener sexo seguro, sin sustancias. Lo que cambia ahora un poco es el paradigma. Ya no es solo el aumento de personas que practican 'chemsex', sino que estamos viendo el incremento de personas que practican 'slam'", apunta sobre el uso de drogas por vía intravenosa durante esas relaciones sexuales.

Mayor adicción

"Con los datos que tenemos en Imagina, el 30% de las personas que atendemos ya consume intravenoso. Conlleva mayor probabilidad de desarrollar adicción, por la vía de administración, y mayor impacto en la salud física. Y, por supuesto, ese estigma que existe por esta vía de administración que dificulta que las personas accedan al sistema sanitario. Hablamos de mayores de 30 años, pero también estamos encontrando un perfil más joven que nos preocupa", señala su portavoz.

Iván Zaro, director del área de salud de ImaginaMAS

Iván Zaro, director del área de salud de ImaginaMAS / CEDIDA

A la comunidad LGTBI+ le inquieta, también, "y mucho", las agresiones sexuales en el entorno del 'chemsex', "porque, muchas veces, el consentimiento cuando estamos bajo un consumo de sustancias, se diluye y en Imagina, que hacemos terapia individual, detectamos que hay personas que toman conciencia de que han sufrido una agresión tras la práctica".

El abordaje del 'chemsex', añade, plantea retos como la falta de actualización en algunos profesionales sobre las sustancias asociadas a esta práctica y, subraya por otro lado, les alarman las acciones policiales en grandes ciudades en entornos de ocio comunitario, sobre todo en Madrid y Barcelona.

La salud de las personas trans

Pero, además, la comunidad LGTBI+, pone el foco en una de las poblaciones que atraviesa más estigma: la de las personas trans. En las XXIX Jornadas ViiV para ONG, se ha presentado el primer estudio que busca conocer el estado de salud de las personas trans y/o no binarias en España. Participaron 1.823 personas de todas las comunidades autónomas.

Aunque los datos fueron publicados en noviembre por el Ministerio de Sanidad, en las jornadas se ha ahondado en ellos. Algunas de estas cifras son: una de cada diez personas participantes indicó que el personal que les atiende considera que ser una persona trans o no binaria es una enfermedad. Solo el 9,5% se han visibilizado como personas trans y/o no binarias con todas las personas y en todos los ámbitos de su vida.

Depresión y ansiedad

Transaludes, así se llama el estudio, revela especialmente problemas de salud mental, como depresión (16 veces mayor que la población general) y ansiedad (11 veces más), debido a la discriminación estructural que sufre este colectivo. Casi la mitad de las personas participantes habían sido agredidas físicamente en algún momento y, una de cada tres, había intentado quitarse la vida alguna vez. Entre las más vulnerables, las mujeres trans que ejercen la prostitución, que son fundamentalmente migrantes de América Latina que huyen de situaciones de violencia y que no encuentran oportunidades en el mercado laboral ordinario.

Los expertos proponen algunas actuaciones que ayudarían a paliar las situaciones de discriminación que tienen que sufrir como son: protocolos homogéneos en todas las comunidades autónomas, inclusión de especialistas formados en salud trans, la creación de unas guías clínicas estatales trans y la mejora de procedimientos administrativos, como que haya homogeneización entre la identidad reflejada en el DNI y la que refleja la documentación sanitaria.

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