Sanidad

La inflación encarece la sanidad pública canaria: una estancia en la UCI cuesta hoy 200 euros más que antes de la pandemia

La última actualización de precios públicos del Gobierno de Canarias contempla una subida del 1% en todos los servicios, que se suma a la del 7% del 2024.

Un sanitario atiende a un paciente en el Hospital Universitario de Canarias (HUC).

Un sanitario atiende a un paciente en el Hospital Universitario de Canarias (HUC). / Andrés Gutiérrez

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Santa Cruz de Tenerife

Las consecuencias de la inflación ya son patentes en la sanidad pública canaria. Los precios de todos los servicios, tanto de hospitalización como cirugía, consultas o trasplantes, se han incrementado un 8% desde la pandemia. De esta manera, hoy una estancia en la UCI le cuesta a las arcas públicas 200 euros más que en 2017 y una hospitalización 55 euros más.

Este incremento estaba previsto en los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma para 2025 y se hicieron públicos a principios de abril a través del Boletín Oficial de Canarias (BOC). Se trata de la segunda actualización de precios públicos de los servicios sanitarios que ha experimentado el Servicio Canario de la Salud (SCS) en los últimos ocho años. La primera se produjo en 2024, cuando se subieron los precios un 7% (un 1% por cada año desde 2017). La segunda ha sido este año, con un 1% más. La que se ha producido este año responde, como explica la Consejería de Sanidad, a una "actualización anual conforme al incremento de precios a nivel global".

De esta manera, a día de hoy, la estancia de un paciente en una unidad de cuidados intensivos supone un desembolso de 2.724 euros a las arcas públicas. Las urgencias, por otro lado, cuestan 246,64 euros, 21 euros más que en antes de la pandemia. Más costosa es, sin embargo, la estancia en las unidades de críticos pediátrica. Un bebé o niño que deba ser ingresado de gravedad supone una inversión diaria de 3.472 euros, 260 euros más que antes de la pandemia. En lo que se refiere a una cama de hospitalización, el coste hoy supera los 725 euros por día, 55 euros más que antes de la pandemia cuando ingresar en un hospital de las Islas ascendía a 669 euros el día.

Consultas

El aumento de precios afecta, asimismo, a las consultas. Una primera consulta con el especialista cuesta hoy 148,58 euros (11 euros más), mientras que una con el médico de cabecera asciende a 71,99 euros (5,5 euros más que antes de la pandemia). Si en el centro de salud, además, requiere del apoyo de enfermería o de realizar alguna prueba complementaria, esa primera consulta costará 82,79 euros (tres euros más). Cuando el médico se debe desplazar hacia el domicilio del paciente, el coste asciende a 93,54 euros (siete euros más).

Canarias pagará más también por las consultas que el fisioterapeuta, la matrona o el trabajador social realice en los ambulatorios. Una sesión de fisioterapia pasa a costar dos euros más, hasta un máximo de 36,93 euros por sesión; la consulta de matrona casi cinco euros más, con un precio máximo de 64,34 euros; y el precio por la atención de un trabajador social ha aumentado en 14 euros, hasta costar 190,94 euros.

Los servicios más costosos

El aumento de precios también afecta al transporte sanitario que es, a día de hoy, el tercer servicio más caro de la sanidad canaria. Así, cuando un paciente requiere trasladarse desde otras islas, el precio de dicho movimiento puede oscilar entre los 3.850 euros –si lo realiza en avión– y los 7.077 –si acude en helicóptero–. Estos nuevos costes conllevan un incremento de 318 y 541 euros más de lo que costaba este servicio sanitario antes de la pandemia. De forma individual, lo más caro continúa siendo trasladar a los pacientes a la península. Para sufragar estos viajes hacia hospitales que cuentan con recursos de los que Canarias carece, el Archipiélago desembolsa 23.890 euros, lo que supone 1.800 euros más que antes de la pandemia.

Tomando como referencia los datos de la memoria de actividad del Servicio de Urgencias Canario (SUC) del año 2023, el gasto total de los viajes interinsulares ascienden a 12 millones de euros, 8 millones para los que se hacen en helicóptero y casi 4 millones para los que se realizan en avión medicalizado.

Tras el transporte, el servicio más caro de la sanidad pública son los trasplantes. Cada trasplante hepático realizado en las Islas supone un coste de casi 36.900 euros, más de 2.800 euros más que antes de que estallara la pandemia de coronavirus. Detrás están los trasplantes renales –uno de los más frecuentes en el Archipiélago–, una intervención cuyo coste asciende por encima de los 34.200 euros (2.500 euros más). Atendiendo a los datos de trasplantes del pasado año 2024, cuando se realizaron más de 200 trasplantes, estas últimas intervenciones pueden suponer una inversión pública de siete millones de euros. Los trasplantes hepáticos, que apenas son dos decenas al año, suponen un coste superior a 774.900 euros al año.

Pero a día de hoy los servicios más costosos dentro del Servicio Canario de la Salud son los de cirugía cardiaca infantil. Un procedimiento cualquiera para remendar el corazón de los peques tiene un coste medio de 24.600 euros. Sin embargo, el más costoso es el procedimiento pediátrico cardiotorácico con complicaciones mayores, cuyo precio asciende a 56.327 euros. Otras cirugías que requieren instalar, por ejemplo, válvulas cardiacas en los menores tienen un precio de casi 40.000 euros. En esta caso, la Consejería de Sanidad ha añadido varios procedimientos que en 2017 ni siquiera se contemplaban en la cirugía cardiaca infantil.

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