Ciencia

El limbo legal del patrimonio paleontológico canario pone en riesgo su conservación

Canarias carece de una protección específica para los fósiles y yacimientos de este tipo

Los expertos defienden la necesidad de desarrollar leyes que reconozcan su importancia científica, sociocultural y socioeconómica

Fósil de un cardón conservado en ‘estado vivo’.

Fósil de un cardón conservado en ‘estado vivo’. / Andrés Gutiérrez

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Santa Cruz de Tenerife

El limbo legal en el que se encuentra el patrimonio paleontológico canario está poniendo en riesgo su conservación. Los yacimientos y pequeños fósiles que se encuentran regados por casi todo el Archipiélago carecen de una figura de protección exclusiva que permita mantenerlos intactos, lo que está lastrando la actividad científica de los paleontólogos en Canarias y amenaza una historia natural única en el mundo. 

«Estamos en tierra de nadie», sentencia Carolina Castillo, paleontóloga de la Universidad de La Laguna (ULL). Hasta 2019 estos bienes estaban protegidos por la Ley de Patrimonio Histórico. Sin embargo, ese año, la entrada en vigor de la Ley de Patrimimonio Cultural de Canarias no solo derogó este marco de acción, sino que supeditó la protección de los yacimientos paleontológicos al desarrollo de la normativa de espacios naturales protegidos. 

Mientras no exista dicha normativa, los yacimientos se rigen por la ley antigua y unas cartas paleontológicas que datan de 1999, que no se adaptan ni a la situación actual ni al desarrollo técnico que ha experimentado la paleontología en los últimos 25 años. La protección paleontológica se iba a regular con la Ley Canaria de Biodiversidad, propuesta por el Pacto de las Flores durante la legislatura pasada. Sin embargo, al no prosperar la reelección, esta idea quedó en agua de borrajas, dejando consigo al patrimonio paleontológico en un limbo. 

«El interés que tiene el patrimonio paleontológico requiere conservarlo y usarlo de forma adecuada», sentencia Castillo, que recuerda que estos bienes científicos forman parte de la propia identidad canaria. «Si no lo conservamos, vamos a perder toda esa información», insiste la científica, que recuerda que, además, en el contexto de cambio climático como el que está viviendo el Archipiélago, es más relevante que nunca. «La paleontología nos ayuda a saber cómo han respondido las especies a los cambios bruscos en el clima o a la actividad humana», sentencia la experta.

Citas con la paleontología

Bajo esta premisa, durante esta semana, en la Universidad de La Laguna se celebrarán varias citas científicas para dar a conocer el patrimonio paleontológico y buscar soluciones a una situación «que ya se ha prolongado demasiado en el tiempo». La agenda comenzará hoy con el II Congreso Escolar de Paleontología, donde alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato tendrán la oportunidad de presentar sus trabajos sobre algún aspecto paleontológico de Canarias, reforzando así su conocimiento sobre la Historia de la Vida. «Es una herramienta perfecta para que nuestros alumnos y alumnas conozcan y sepan aclarar muchos conceptos que son difíciles de aclarar», explica. Pero esta solo será la antesala para la cita realmente esperada: un Seminario Internacional sobre Patrimonio Paleontológico que se prolongará entre el miércoles y el viernes. A la cita acudirán tanto especialistas canarios como nacionales, así como representantes del Gobierno de Canarias y del Ejecutivo estatal. 

Los paleontólogos defienden que estos bienes naturales, aunque no son reciclables, pueden tener un impacto más allá del científico. Como explica Castillo, «le podemos sacar partido sociocultural y socioeconómico». Y es que, un yacimiento puede ser el enclave idóneo para poner en valor la economía de una zona. «Tenemos el ejemplo de Teruel, donde han establecido la fundación Dinópolis, o de Azores, donde se ha puesto en marcha el paleoparque de Santa María», insiste. 

Para conseguir un hueco que ampare la paleontología, Castillo considera necesario que esto sea una «prioridad» tanto para los gobernantes como para las instituciones académicas. «Esto es una asignatura pendiente y llevamos demasiado tiempo en esta situación». La prioridad, además, no solo debería ser de los políticos, sino también del resto de los canarios: «nuestra ciudadanía tiene que conocer, saber, amar y entender que existe un tesoro natural que es el patrimonio paleontológico canario». 

Dos sitios de interés

En concreto, los científicos consideran que hay dos zonas de Tenerife que requieren protección inmediata. Por un lado está Anaga, donde se alza una paleoduna de 700.000 años en el que se ha encontrado, entre otros, los restos de Guanchito, el único lagarto gigante de Tenerife hallado casi intacto. En este sentido, los investigadores proponen crear un paleoparque, similar al de Azores, en Anaga. Otro de los enclaves más interesante de la isla se encuentra al sur, donde se han encontrado un yacimiento de cardonales fósiles, que conservan la planta en su totalidad, incluidas las hojas, los tallos e incluso las células. 

«No hay prácticamente ningún sitio en el mundo en el que se haya encontrado restos vegetales en posición de vida», explica Castillo, que recuerda que solo hay un cáctus en Estados Unidos que tiene una conservación similar pero no igual que la que se ha encontrado en Canarias. «Tenemos el mejor yacimiento a nivel mundial conocido hasta el momento y en toda esa zona se quiere poner un parque eólico», sentencia. Por ahora, tampoco pueden hacer nada para evitarlo, pues no hay una figura legal que proteja este hallazgo.

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