Más de 600 personas vulnerables no tienen garantizado el acceso al SCS

La organización Médicos del Mundo detectó el pasado año 1.241 barreras entre el colectivo, a la hora de recibir asistencia sanitaria

El perfil mayoritario de afectados lo conforman las mujeres migrantes

De izquierda a derecha, Laura Pérez y Elena Lugli, durante la presentación del informe.

De izquierda a derecha, Laura Pérez y Elena Lugli, durante la presentación del informe. / Ángel Medina/Efe

Las Palmas de Gran Canaria

El hecho de no contar con la tarjeta sanitaria interfirió en el acceso de más de 600 personas vulnerables a la sanidad pública en Canarias, en el transcurso de 2024. Así lo refleja el III Informe de barreras de acceso al Servicio Canario de la Salud (SCS) en poblaciones vulnerabilizadas, que ha sido elaborado por la organización Médicos del Mundo, una entidad que opera en Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote.

Con base en el documento, de las 2.491 personas atendidas por la institución durante el pasado año -61 más que en 2023-, solo fue posible obtener el dato relativo a la posesión de la tarjeta sanitaria de 1.653. De ellas, 618 carecían de este recurso, frente a las 1.035 que sí disponían de él. El perfil mayoritario de afectados lo conforman las mujeres migrantes en situación de vulnerabilidad social.

«Los procedimientos burocráticos hacen que muchas personas dejen de ser atendidas, o bien, que se vean obligadas a abonar un dinero que no tienen por la atención recibida», alertó este lunes Elena Lugli, presidenta de la citada institución, durante el acto de presentación de los datos, que tuvo lugar en el Gabinete Literario de la capital grancanaria, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud.

Ahora bien, que las personas tengan garantizado el derecho a recibir asistencia en el SCS no quiere decir que se eliminen las barreras. «Estamos trabajando para analizar qué ocurre cuando están dentro del sistema sanitario, el motivo por el cual no se adaptan las atenciones a las necesidades específicas de las personas en situación de vulnerabilidad y por qué Atención Primaria todavía no pasa consulta mirando a la calle», detalló Laura Pérez, técnica referente sanitaria de la organización.

Obstáculos

Y es que, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2024, Médicos del Mundo detectó 1.241 obstáculos relacionados con el acceso al SCS entre las personas atendidas. Al igual que ocurrió en 2023, las barreras discriminatorias fueron las mayoritarias. De hecho, afectaron al 49,4% del total. «Entre ellas, destaca el requisito del empadronamiento para poder obtener una tarjeta sanitaria. La norma que se aplica en Canarias exige que las personas estén empadronadas durante al menos tres meses en las Islas, de forma ininterrumpida, para poder obtener este derecho, lo que alarga muchísimo las posibilidades de acceder a numerosos fármacos y a tratamientos para abordar enfermedades crónicas», resaltó Lugli.

Las barreras informativas -asociadas a la falta de información necesaria para acceder a la sanidad y a los tratamientos prescritos- representaron el 32,4% de las situaciones documentadas y se manifestaron de distintas formas. Tanto fue así, que el equipo de Médicos del Mundo constató diferencias entre los afectados que acudieron solos a los centros sanitarios y los que lo hicieron acompañados por profesionales de la organización. En este sentido, la institución denuncia la ejecución de procedimientos innecesarios para asistir a los usuarios que tenían el acceso garantizado, así como comportamientos xenófobos y maltrato verbal hacia las personas migrantes por parte de algunos trabajadores del SCS. «Todo esto no solo contribuye a potenciar la desinformación, también representa una lacra que debe ser erradicada cuanto antes», anotó la presidenta de la agrupación.

Por su parte, las barreras económicas constituyeron el 10,3% de los casos. Algunos ejemplos son las facturaciones por acudir al centro de salud correspondiente cuando ha caducado la tarjeta sanitaria sin previo aviso, los retrasos administrativos para proceder a la renovación y las dificultades para concertar una cita con el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). A esto se suma la pobreza farmacéutica, un conflicto que afecta a las personas que, a pesar de disponer de la tarjeta sanitaria, manifiestan dificultades para poder asumir el gasto de la medicación.

También fueron reportadas barreras idiomáticas, culturales y físicas. Estas últimas, tanto en zonas rurales como urbanas. Por todo ello, desde Médicos del Mundo abogan por desarrollar programas que contribuyan a sensibilizar y formar al personal sanitario sobre las necesidades de las poblaciones vulnerables, eliminar todas las barreras legales y administrativas, elaborar protocolos específicos centrados en la atención a la población vulnerable, trabajar desde un enfoque comunitario y apostar por un acceso universal a la salud. «Todavía queda mucho por hacer, pero es el servicio público de salud el que debe garantizar la salud de todas las personas», concluyó Lugli.  

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