Los test de sangre en heces son tan eficaces como las colonoscopias para detectar cáncer de colon

Un estudio nacional, coordinado desde Canarias, corrobora que estas pruebas son tan eficaces como las colonoscopias. 

El cáncer de colon es el tumor más frecuente y con más mortalidad en las Islas

Estudio sobre el cáncer de colon en Canarias

María Pisaca

Verónica Pavés

Verónica Pavés

La Laguna

Los test de sangre oculta en heces han revalidado su eficacia en la detección de cáncer de colon. Un estudio nacional, liderado por investigadores canarios, ha demostrado que estas pruebas utilizadas habitualmente para el cribado poblacional masivo de este tumor son  tan eficaces como las colonoscopias. Ese descubrimiento supone un hito que promete tener repercusiones en la propia práctica clínica y, en especial, en la incidencia de este cáncer –el más común en Canarias– del que se diagnostican cada año 1.700 nuevos pacientes, y en sus altas tasas de mortalidad. 

No en vano, como resalta Enrique Quintero, gastroenterólogo del Hospital Universitario de Canarias y coordinador del estudio multicéntrico Colonprev del que emana este resultado, este test –que se realiza cada dos años– es sencillo, económico y "se puede hacer en casa". Preservando la misma eficacia que una colonoscopia, estas características lo hacen mucho más atractivo tanto para los médicos como para los pacientes. "La colonoscopia es invasiva y puede tener efectos secundarios", recuerda David Nicolás, jefe del área de Digestivo del HUC, quien además, insisten en que su coste es cientos de euros inferior. "Mientras el test de sangre en heces cuesta entre 2 y 4 euros, la colonoscopia puede suponer entre 300 y 500 euros". 

"Es la primera vez que se valida a nivel mundial el test de sangre oculta en heces", sentencia Quintero. El estudio tiene tal importancia que ha sido publicado en la prestigiosa revista médica Lancet. Para llegar a esta conclusión, los investigadores han estudiado las pruebas de 57.000 personas de ocho comunidades autónomas (Aragón, Canarias, Cataluña, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco, y Valencia). Estos hombres y mujeres de toda España se sometieron al cribado poblacional de este cáncer con diversos métodos diagnósticos. En concreto, los participantes fueron divididos en dos grupos: un grupo fue invitado a realizarse una colonoscopia, mientras que el otro grupo tuvo que realizarse el test inmunoquímico fecal cada dos años (cinco en total). El objetivo principal era comparar la mortalidad por cáncer colorrectal después de diez años.

De izq a der: Inmaculada Alonso y Enrique Quintero, investigadores del estudio; Adasat Goya, gerente del HUC; David Nicolás, jefe de Digestivo del hospital; Pedro Benitez, paciente oncológico y Ana Prado, de la AECC.

De izq a der: Inmaculada Alonso y Enrique Quintero, investigadores del estudio; Adasat Goya, gerente del HUC; David Nicolás, jefe de Digestivo del hospital; Pedro Benitez, paciente oncológico y Ana Prado, de la AECC. / María Pisaca

Los resultaron fueron rotundos: tanto la mortalidad como la incidencia de cáncer colorrectal pasada esa década fue similar en ambos grupos. En este sentido, y por ejemplo, con respecto a la mortalidad, se observó un índice del 0,22% en el grupo de la colonoscopia y 0,24% en el grupo del test inmunoquímico fecal. Además, el test de sangre en heces consiguió un mayor compromiso de los participantes: casi el 40% frente al 32% de los que se sometieron a los exámenes colorrectales. "También nos cercioramos de que encontramos el tumor en el mismo estadio tanto en una prueba como en otra", sentencia. Es decir, con esta prueba también se puede cazar a tiempo el cáncer.

Un artículo previo del mismo proyecto pero centrado en los resultados obtenidos en la primera ronda del programa de cribado y publicado en el New England Journal of Medicine en 2012, ya mostró que ambas estrategias detectaban el mismo número de tumores, pero el nuevo trabajo va más allá al demostrar que también son equivalentes en términos de reducción de la mortalidad por cáncer colorrectal.

Incentivo a la participación

El hecho de haber constatado que la eficacia de la prueba no es inferior a la de la colonoscopia supone un espaldarazo para el cribado poblacional que lleva ejecutándose una década en el Archipiélago. La sangre oculta en heces es la prueba principal del cribado poblacional al que puede acceder toda la población canaria entre 50 y 69 años (es decir, un total de 143.449 personas en Canarias). Un test al que, sin embargo, tan solo se somete el 38,45% de los canarios. Por esta razón, desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) –que ha cofinanciado el estudio– consideran que este resultado puede animar a más pacientes a realizarse la prueba. 

"Se demuestra que esta herramienta es clave y pienso que hará que la ciudadanía se conciencia y participe en mayor medida", resalta Ana Prado, de la AECC. Quintero, por su parte, concluye que es necesario que estos resultados vayan de la mano con otras políticas que incentiven la participación en el cribado. "En la mayor parte de las comunidades autónomas el porcentaje de participación es inferior al 50%", resalta. Esto solo cambia en algunos casos, como en País Vasco, donde son los médicos de cabecera los que recuerdan a sus pacientes la posibilidad de participar en el cribado o en Cataluña donde son las farmacias las que entregan los test a los pacientes. En el resto de las regiones (entre las que se encuentra Canarias) se envía una carta a la población para animarles a participar en el cribado gratuito, sin embargo, en muchos casos, la misiva no llega.

El cribado poblacional es de vital importancia en el diagnóstico de este cáncer. No en vano, la detección precoz puede suponer la diferencia entre curar o no el cáncer. "Cuando diagnosticamos en los primeros estadios conseguimos un índice de curación superior al 90%", revela Inmaculada Alonso, médico digestivo del HUC y también participante en este estudio. Sin embargo, si se deja pasar demasiado el tiempo, las posibilidades de supervivencia se reducen drásticamente.

Una prueba que salva vidas

Pedro Benitez, paciente oncológico del HUC.

Pedro Benitez, paciente oncológico del HUC. / María Pisaca

Para el tinerfeño Pedro Benitez esta prueba fue su salvación. "En este caso fue mi médico de cabecera quien me lo recomendó", rememora. Al paciente oncológico le diagnosticaron cáncer colorrectar en 2022. "Tenía algunas molestias estomacales y decidí ir a mi centro de salud", recuerda. La prueba –que insiste, "es muy sencilla y fácil de hacer"–, le permitió tener un diagnóstico rápido y empezar a trabajar en la curación de su enfermedad en poco tiempo. Casi tres años después de la noticia, Benitez se siente "muy bien". Ahora, él es el ejemplo de cómo la prueba de sangre en heces puede salvar vidas. "Les recomiendo a todos hacerla", insiste el paciente, que anima a "no echarse atrás" porque la prueba, a diferencia de la colonoscopia, no es invasiva.

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