Bienestar animal

Los veterinarios reclaman menos trabas para curar a las mascotas

El decreto de prescripción antibiótica, que entró en vigor el 2 de enero, aumenta la burocracia de los profesionales y reduce las opciones terapéuticas a un solo tratamiento para animales de compañía

Protesta de veterinarios en Tenerife

Andrés Gutiérrez

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Santa Cruz de Tenerife

El estridente sonido de pitos y bocinas atesta la Calle Méndez Núñez en Santa Cruz de Tenerife. Frente a la subdelegación del Gobierno en Canarias, más de un centenar de veterinarios brama contra el Ejecutivo nacional para mostrar su malestar por las nuevas y duras restricciones impuestas–a través del decreto 666/2023– para la dispensación de antibióticos en animales de compañía, a través del sistema Presvet. "No somos delincuentes, somos sanitarios", vociferan al unísono en un reclamo de sus derechos laborales y la libertad de prescripción. 

Profesionales capacitados

Los manifestantes acudieron al lugar portando pancartas que recordaban que los veterinarios son los únicos profesionales con formación para tratar a las mascotas, que se preguntan si deben cumplir la ley o salvarles la vida a los animales y exigen la derogación del decreto ilustrándolo con la imagen de un demonio (en alusión a la numeración del decreto). Los veterinarios acudieron ataviados con los uniformes que visten habitualmente en sus clínicas. Centros que durante al menos dos horas estuvieron clausurados ayer en todo el Archipiélago en señal de protesta. 

Manifestación de veterinarios en Tenerife

El Día

El acto contó con la presencia de algunas mascotas, que se unieron a la protesta en la calle con sus ladridos. En un momento del encuentro, de entre los manifestantes apareció un gato (de dimensiones humanas) que jaleó a la multitud en un intento de poner voz a los animales de compañía, los más afectados por este decreto.

Y así, movidos por la oleada de indignación que se respiraba en el ambiente, los manifestantes llegaron a cruzar la carretera y cortar el tráfico durante algunos minutos.

La nueva normativa

Los problemas de la actividad veterinaria comenzaron el pasado 2 de enero, cuando entró en vigor una nueva normativa para controlar el uso de antibióticos. La norma, que va en consonancia con los esfuerzos para reducir las resistencias antibióticas, ha equiparado el control que se aplica desde hace varios años a los grandes animales en ganadería a los pequeñas mascotas de compañía en clínicas veterinarias. 

Esto supone, por un lado, más burocracia –y, por tanto, menos tiempo para la atención clínica– y, por otro, una reducción del abanico de posibilidades terapéuticas con las que suelen contar. "En la práctica, solo tenemos un antibiótico para tratar a las mascotas", revela Maria Luisa Fernández, presidenta del Colegio de Veterinarios de Santa Cruz de Tenerife. "La norma es tan rígida que no nos deja elegir tratamientos dentro de los que existen", destaca Fernández, que sentencia que aunque pueda dar la sensación de que hay mucho "margen" para el tratamiento "la realidad es que las presentaciones comerciales con las que trabajamos son muy escasas para estos animales". 

Y es que, para tratar con cualquier otro tipo de antibiótico –incluyendo los que podrían ser más eficaces en primera instancia–, se deben llevar a cabo una serie de pruebas previas para justificar su uso. Esto supone perder un tiempo a la hora de tratar la dolencia de la mascota y, en última instancia,, según los veterinarios, poner en riesgo la integridad física del animal. 

El problema es que, además, si se saltan la norma, los profesionales pueden enfrentarse a multas millonarias. "Las sanciones son muy altas", revela Fernández, que recuerda que estas infracciones pueden conllevar a penalizaciones de hasta 60.000 euros. La presidenta del Colegio de Veterinarios ha admitido estar de acuerdo con el objetivo de esta norma que se enmarca dentro del Reglamento 2019/6 del Parlamento Europeo. "Estamos totalmente concienciados con el control de antibiótcos para evitar las antibiorresistencias", revela Fernández. Pese a ello, la veterinaria exige que la norma debe "adaptarse a la realidad clínica diaria". 

Rumbo al Senado

Esta manifestación se encuadra en una convocatoria nacional para protestar por las implicaciones que este decreto está teniendo en la práctica clínica diaria. De hecho, protestas como la de Tenerife se repitieron también en otros enclaves de Canarias, como La Palma, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. 

A la misma hora, el Parlamento de Canarias debatía sobre esta circunstancia. En concreto, la diputada del PP, Sonsoles Martín, presentó una iniciativa en la que pedía al Gobierno de España dialogar con los profesionales y modificar y retirar este decreto. La iniciativa contó con los apoyos de los grupos de Gobierno y de Vox, en contra del criterio de PSOE y NC. 

La próxima semana, los portavoces de los Colegios Veterinarios acudirán al Senado, donde expondrán sus reivindicaciones en busca de un acercamiento que permita modificar o derogar la norma. 

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