8M

El deseo femenino, sin tapujos

Cada vez resulta más natural oír decir a una mujer que está menstruando –un poco más que tiene la menopausia– o que comente sus fantasías sexuales o que no quiere ser madre. Sin embargo, perduran muchos prejuicios alrededor de estos temas, a pesar de los avances logrados por el feminismo

Imagen de la última manifestación del 8M en Vigo.

Imagen de la última manifestación del 8M en Vigo. / Marta G. Brea

Ágatha de Santos

Vigo

Aunque no se pueden negar los avances que ha habido en la visibilización de temas como la sexualidad femenina sin fines reproductores, la menstruación y la menopausia, aún persisten prejuicios, estigmas y desinformación que dificultan su abordaje abierto en la sociedad, y sigue habiendo grandes diferencias en cómo se conciben elecciones como la de formar una familia y tener hijos dependiendo de si las expresa una mujer o un hombre.

Priscila Retamozo, politóloga y formadora en igualdad de género, subraya que, aunque el feminismo ha tenido un impacto significativo en cómo viven las mujeres su sexualidad, aún queda camino por recorrer. "Tradicionalmente, la sociedad ha impuesto restricciones a la expresión del deseo sexual en las mujeres, sancionando ciertas conductas que, sin embargo, estaban normalizadas en los hombres. El feminismo ha jugado un papel esencial en revalorar el deseo femenino, impulsando a las mujeres a hablar abiertamente sobre sus deseos, fantasías y necesidades sexuales sin miedo al juicio. Aunque aún persisten tabúes y estigmas, cada vez más mujeres se sienten empoderadas para expresar su deseo sexual de manera auténtica", afirma, aunque matiza que hay que mantener un enfoque crítico ante cómo el punto de vista androcéntrico sigue influyendo en muchas fantasías y preferencias.

El feminismo ha jugado un papel esencial en revalorar el deseo femenino

Priscila Retamozo

— Politóloga, feminista

Para Purificación Leal, presidenta de la Sociedad Gallega de Sexología (SOGASEX), la mujer pudo liberarse de su destino "natural" de ser madre y tener una agenda activa sexual gracias a la píldora anticonceptiva. "Sin embargo, esto no la liberó del modelo androcéntrico, aún vigente, de alcanzar un orgasmo fuera del coito heterosexual, por suponer un desafío a la ‘virilidad’ masculina", expresa.

Las resistencias a una educación sexual integral e inclusiva perpetúa el sexismo

Purificación Leal

— Presidenta de la Sociedad Gallega de Sexología

Según la sexóloga Emma Placer, gracias al feminismo las generaciones más jóvenes tienen acceso desde niñas a herramientas e información sobre la sexualidad femenina y entre mujeres se habla más de este tema, aunque sigue habiendo prejuicios. "Todo lo que tenga que ver con nuestra libertad sexual sigue causando, en general, malestar. No gusta escuchar hablar de hormonas, cambios, iniciativa sexual... y si es en un contexto erótico, sexualizado y pornográfico se puede hablar de orgasmo femenino, pero cuando ya hablamos de anatomía del clítoris, de masturbación femenina o del placer desligado al coito se cambia de tema. Algunos sectores se sienten atacados con este discurso, pero será una cuestión de tiempo y reeducación", opina.

Todo lo que tenga que ver con nuestra libertad sexual, en general, molesta

Emma Placer

— Sexóloga

Respecto a esto, Leal sostiene que las resistencias a implantar una educación sexual integral e inclusiva, impartida por profesionales con formación en la materia y con perspectiva de género, "está favoreciendo el mantenimiento y proliferación de estereotipos sexistas y un conocimiento sesgado de la sexualidad que impide el autoconocimiento desde el desarrollo sexual positivo y autónomo".

Estigma social

La sociedad sigue penalizando a la mujer que elige no ser madre, una decisión que es tachada de egoísta y antinatural. "Aunque hoy hay un mayor reconocimiento y respeto hacia las decisiones de las mujeres sobre la maternidad, sigue existiendo una fuerte resistencia a que exprese abiertamente que no quiere ser madre. ‘Eso lo dices ahora, pero ya te llegará el instinto’ es una de las respuestas más comunes", afirma Retamozo.

Por su parte, Placer asegura que el hombre que no quiere tener progenie no soporta la misma presión social: "Preguntar a una mujer si se plantea ser madre es un clásico y lo vemos en las entrevistas a actrices, cantantes... Sin embargo, no se les hace a sus colegas varones. Esto es algo muy humillante porque, además, se hace en público y es una pregunta tremendamente íntima y personal. Afortunadamente, ya hay voces afeando este tipo de preguntas", comenta.

Pero al mismo tiempo, quienes eligen ser madres y profesionales se enfrentan a expectativas contradictorias que les exigen ser "perfectas" en ambos roles, según Retamozo.

En opinión de Placer, el "heteropatriarcado ha calado también en los eufemismos". Así, mientras siguen empleándose términos y expresiones como "solterona" y "te vas a quedar para vestir santos" para referirse a la mujer soltera, al hombre en la misma condición se le considera un "soltero de oro" o un "donjuán". "La condescendencia y el tono despectivo está claramente en el lado de la mujer", añade la sexóloga.

El tabú sobre la menstruación es casi universal y ha estado fuertemente arraigado. Según Leal, el movimiento feminista y el cambio de roles de género han propiciado su salida del "baúl de lo innombrable". Las campañas sobre productos higiénicos para la menstruación también han contribuido a su visibilización y han puesto sobre la mesa conceptos como 'pobreza menstrual' y 'tasa rosa', aunque a este respecto, Retamozo lamenta que continúen considerándose problemas que atañen solo a las mujeres. "Deberían concernir a toda la ciudadanía, ya que son injusticias sociales que requieren una respuesta colectiva", dice.

España es el primer país europeo en reconocer el derecho de baja laboral por dolores menstruales y endometriosis –se estima que el 15% de las mujeres sufren dolor incapacitante en algún momento de su menstruación–, aunque estas bajas son estigmatizadas, según Leal, y pueden incluso "suponer una penalización a la hora de un contrato laboral".

La menopausia también está comenzando a visibilizarse, aunque continúa siendo uno de los grandes tabúes, según Leal, por estar asociada al comienzo del "declive de la ‘feminidad’, los cambios hormonales que repercuten en la morfología del cuerpo y la pérdida de la capacidad reproductora". Romper estos prejuicios va a ser muy complejo porque también es una cuestión de edadismo, según Emma Placer.

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