Dueño de Mango

Las nuevas diligencias siguen apuntando a que la muerte de Isak Andic fue accidental

Los Mossos practicaron un segundo interrogatorio como testigo a su hijo Jonathan, que le acompañaba cuando cayó desde una altura de 150 metros

El presidente y fundador de Mango, Isak Andic.

El presidente y fundador de Mango, Isak Andic. / Europa Press

EFE

Barcelona

Los Mossos d'Esquadra siguen manteniendo que la muerte del empresario Isak Andic fue accidental, tras llevar a cabo nuevas diligencias, entre ellas un segundo interrogatorio como testigo a su hijo Jonathan, que le acompañaba cuando cayó desde una altura de 150 metros en una excursión en Collbató (Barcelona).

La titular del juzgado de instrucción número 5 de Martorell (Barcelona) ha reabierto recientemente la investigación por la muerte de Isak Andic, propietario de la cadena de moda Mango, que la magistrada había cerrado provisionalmente en enero, al no haber indicios de delito.

Pese al cierre provisional, los Mossos han seguido llevando a cabo diligencias de investigación, que hasta el momento no han encontrado ningún indicio de delito y que han corroborado su tesis inicial de que la muerte de Andic fue accidental, según han informado a EFE fuentes cercanas al caso.

El cierre provisional de una causa judicial es un trámite habitual en casos de muerte cuando no hay indicios de delito, ya que así se facilita, entre otros motivos, que la familia pueda disponer del cadáver para el funeral.

Agentes de la Unidad de Investigación de la comisaría de los Mossos en Martorell (Barcelona) se encargan de las nuevas pesquisas, para entregar a la juez una ampliación de su atestado, en un expediente que, por ahora, según las fuentes, sigue encabezado por la anotación "Muerte Accidental".

Entre las nuevas diligencias que han practicado los Mossos figura un segundo interrogatorio a Jonathan Andic, el primogénito que acompañaba a su padre en la excursión en que el dueño de Mango falleció.

Jonathan Andic ya declaró ante los Mossos la misma tarde de la muerte de su padre, ocurrida el pasado 14 de diciembre, y los agentes le volvieron a citar como testigo el pasado 31 de enero, tras asesorarse en un bufete de abogados, según ha adelantado La Vanguardia y han confirmado a EFE las fuentes próximas al caso.

Entre las nuevas diligencias para ampliar el atestado que entregarán a la jueza de Martorell, los Mossos también han pedido a las compañías telefónicas que triangulen los móviles de Andic y su hijo mayor, para poder determinar su situación exacta en cada momento antes de la caída.

Además, también están vaciando el contenido de los teléfonos móviles, repasando las imágenes de las cámaras de seguridad de los alrededores -especialmente de la zona donde aparcaron- y buscando a más testigos, según las fuentes.

A la espera de finalizar todas estas diligencias, de lo practicado hasta el momento los Mossos siguen manteniendo que la muerte del empresario fue accidental, según las fuentes.

Los Mossos ya concluyeron tras sus pesquisas iniciales que Andic, que había salido de excursión con su hijo mayor para hacer una ruta por las cuevas de salitre de Collbató, resbaló en uno de los senderos y cayó al vacío desde unos 150 metros de altura, lo que le provocó la muerte.

Isak Andic Ermay -máximo accionista de la cadena de moda Mango y presidente no ejecutivo- nació en 1953 en Estambul (Turquía), en el seno de una familia judía de origen sefardí, y se trasladó a Cataluña a los 14 años, donde empezó a desarrollar su capacidad innata para el comercio.

A los diecisiete años ya vendía ropa y calzado por los mercadillos y más tarde abrió varias tiendas de ropa vaquera e hizo incursiones en la moda de temporada.

Cuarenta años después de abrir aquella primera tienda, Andic se situó en el puesto número 5 de la lista Forbes de las mayores fortunas de España, con un patrimonio estimado de 4.500 millones de euros.

Andic controlaba sus negocios a través de un holding en el que también figuran sus tres hijos: Jonathan, Judith y Sarah.

Tracking Pixel Contents