Iglesia católica

La larga hospitalización del Papa abre interrogantes sobre cómo quiere abordar el final de su vida

En 2013 escribió una carta en la que incluyó la posibilidad de renunciar si sufría un impedimento de salud, pero su contenido exacto no ha sido difundido

El Pontífice no ha sufrido nuevas crisis respiratorias, está "orientado" y por la noche necesita ventilación mecánica

La estatua del Papa Juan Pablo II en la entrada de la clínica Gemeli, donde Francisco permanece hospitalizado.

La estatua del Papa Juan Pablo II en la entrada de la clínica Gemeli, donde Francisco permanece hospitalizado. / EFE

Irene Savio

Irene Savio

Ciudad del Vaticano

"En el día de hoy, las condiciones del Papa se han mantenido estables", han informado este martes los médicos de Francisco en un parte más positivo tras las complicaciones y recaídas sufridas por el Pontífice a causa de su bronquitis derivada en neumonía bilateral. Sin embargo, la prologada hospitalización del Papa está poniendo sobre la mesa preguntas, delicadas e incómodas para el Vaticano, sobre cómo Francisco quiere abordar el final de su vida

De hecho, el Pontífice argentino, que aún se encuentra con pronóstico reservado, lleva 18 días en el hospital Gemelli de Roma y ya ha sufrido cuatro crisis respiratorias desde su ingreso –la última, el lunes–. En 2013 dejó escrita una carta (en el comienzo de su pontificado) en la que incluyó la posibilidad de renunciar al papado en caso de enfermedad grave Sin embargo, lo que no se conoce es el contenido exacto del escrito, que no ha sido difundido públicamente. 

Con ello, tampoco se sabe si Francisco ha dado indicaciones claras sobre qué deberían hacer los médicos que le asisten —y hasta qué punto están autorizados para, llegado el caso, mantenerle en vida de forma artificial— si él estuviese incapacitado para tomar decisiones al respecto. Preguntados sobre este asunto por diversos periodistas, fuentes del Vaticano han apuntado a que plantear este tipo de cuestiones es invadir de su privacidad

"Aún es prematuro"

"Existe un vínculo entre el Papa y los médicos…", han afirmado cuando este martes han sido preguntados sobre si Francisco habría dado alguna indicación a sus doctores a propósito de esta cuestión. “¿Pero sabemos si el Papa ha puesto límites para evitar eensañamiento terapéutico? ", se les ha vuelto a preguntar. "Es prematuro hablar de esto ", han reiterado fuentes vaticanas. 

En efecto, según el último parte médico, Francisco no ha tenido nuevas crisis respiratorias desde el lunes y “ha permanecido afebril, siempre alerta, colaborando con las terapias y orientado". Además, según han añadido, "por la mañana ha pasado a la oxigenoterapia de alto flujo y ha realizado fisioterapia respiratoria", mientras que, por la noche, “como estaba previsto, se reanudará la ventilación mecánica no invasiva hasta la mañana".

De acuerdo con declaraciones recogidas por el diario estadounidense 'The New York Times', el arzobispo Paul Gallagher, ministro de Asuntos Exteriores del Vaticano, también ha esquivado la cuestión de la voluntad de Francisco en caso de que su salud empeore de forma definitiva. "Es un problema que tenemos que afrontar cuando se nos presente", ha dicho Gallagher, al añadir que él tampoco conoce el contenido de la mencionada carta.

El precedente de Juan Pablo II

Con la enfermedad del Papa argentino, no es la primera vez surgen este tipo de interrogantes. Ya ocurrió con Juan Pablo II, que estuvo ingresado en diversas ocasiones periodos más largos —en una ocasión, 55 días— que Francisco, y que a finales de marzo de 2005, pocos días antes su muerte, abandonó el hospital Gemelli de Roma en dirección al Vaticano. La razón, según desveló El Vaticano meses después, habría sido que el propio Papa polaco había expresado ese deseo, al conocerse que la situación ya era irreversible. "Dejadme ir a la casa del Padre", habría dicho entonces.

El asunto no es menor porque la doctrina católica, que Francisco durante su papado ha seguido fielmente, dictamina que la vida empieza con la concepción y termina con la muerte natural. Sin embargo, la Iglesia católica no es así de clara sobre, por ejemplo, cuál es el límite en el que sigue siendo aceptable mantener o no a una persona en vida de una forma artificial

Eso sí, a lo largo de los años ha habido documentos en los que se han intentado abordar estas cuestiones. Por ejemplo, por parte de la oficina del Vaticano sobre la doctrina de la Iglesia, que en 2020 emitió un documento que aceptaba el uso de cuidados terminales y cuidados paliativos. De igual manera, el arzobispo Vincenzo Paglia, actual presidente de la Academia Pontificia para la Vida, invitó en 2024 a alimentar "un diálogo sincero y profundo" sobre cuestiones dolorosas, que no fuera influido por "ideologías preempaquetadas y partidistas". 

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