El reto de la educación inclusiva en Canarias: bajar las ratios de sus aulas enclave

El Archipiélago avanza en dar respuesta al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo que, no obstante, pasa por que cada centro escolar de las Islas cuente, en el futuro, con al menos un aula enclave

David Pablos durante una visita a un centro escolar de Canarias.

David Pablos durante una visita a un centro escolar de Canarias. / El Día

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Santa Cruz de Tenerife

Garantizar una educación inclusiva en Canarias pasa por trabajar en la puesta en marcha, al menos, de un aula en clave en cada centro escolar del Archipiélago. La apertura de estos espacios permitirá, además, la bajada de ratios en estas clases que, hoy en día y en algunas zonas de Canarias, se encuentran masificadas. El director general de Ordenación de las Enseñanzas, Inclusión e Innovación de la Consejería de Educación, David Pablos, reconoce que puede parecer contradictorio lograr la inclusión educativa al mismo tiempo que se abren aulas diferenciadas y destaca que el objetivo último es «lograr que este alumnado se integre en un aula ordinaria».

En la actualidad existen en Canarias 14 centros de Educación Especial, y tres de ellos han abierto sus puertas en el último año y medio. La previsión es que se sume uno más en los próximos meses en Adeje. Por su parte, existen 339 aulas enclave en las Islas, de las que 72 han abierto sus puertas en los últimos tiempos. Las aulas enclave de Infantil y Primaria cuentan con una ratio de cinco alumnos, que extraordinariamente puede ascender a seis. Por su parte, las aulas de Tránsito a la vida adulta tienen una ratio de seis (siete en casos extraordinarios).

En cualquier caso, David Pablos habla de la necesidad de bajar las ratios, tantos en los centros de Educación Especial como de las aulas enclave que, «en algunos casos, están satudarísimos». La apertura de las nuevas unidades no solo facilitaría esta tarea sino que además permitiría acercar a cierto alumnado a sus hogares ya que ahora están escolarizados lejos e, incluso, en municipios diferentes a los de su domicilio.

«Llegará el día en el que cada uno de los centros escolares de Canarias cuente con al menos un aula enclave», aventura Pablos, quien resume que «continuamos abriendo aulas enclave, no para escolarizar a una mayor cantidad de estudiantes en estas unidades, sino para que las familias no tengan que desplazarse por toda la isla para que sus hijos reciban una atención adecuada».

La importancia de la educación inclusiva en las Islas se ve reflejada, no solo en la apertura de nuevos recursos, sino también en la dotación económica destinada a estas políticas. En este sentido, el presupuesto de la Dirección General de Ordenación de las Enseñanzas, Inclusión e Innovación para este 2025 es de 27 millones y medio de euros, de los que 21 se destinan íntegramente al servicio de auxiliares para alumnado NEAE. Además, se ha ampliado el número de trabajadores en este ámbito, pasando de los 998 auxiliares en el curso 2022/2023 a los 1.278 que existen en la actualidad. Asimismo, se ha incrementado el personal docente de Audición y Lenguaje, de Pedagogía Terapéutica, y de Orientación, pasando de los 2.590 en el curso 2022/2023 a los 2.941 del curso actual.

Entre las modificaciones previstas próximamente para la mejora de la inclusión en la educación se encuentra el cambio de normativa para agilizar el procedimiento de valoración de los nuevos casos de alumnado que requiera una adaptación curricular. David Pablos habla de que el cambio de modalidad de un alumno es un procedimiento extraordinario y en ningún caso la apertura de nuevas aulas enclave va a normalizar estas unidades. Además, el director general resalta la importancia de la formación, tanto en el caso del profesorado como de las familias. Es por eso que desde la Consejería de Educación se están desarrollando tres cursos sobre alumnos con otras capacidades, de acompañamiento a familias de alumnado con TDAH y con TEA.

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