El HUC sufre un éxodo de profesionales de urgencias en plena ola de gripe

El hospital sufre bajas, renuncias y traslados voluntarios del personal debido a las precarias condiciones laborales a la que está sometido el servicio

Pacientes en los pasillos de Urgencias del HUC .

Pacientes en los pasillos de Urgencias del HUC . / Arturo Jimenez

Las Urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC) están sufriendo un éxodo masivo de profesionales debido a la precaria situación en la que se encuentra el servicio. En apenas unos meses, las urgencias han perdido parte de su plantilla más veterana de médicos y enfermeros. Esta situación –que se ve agravada por el aumento de la demanda asistencial por la ola de gripe y covid– ha aumentado el malestar entre los trabajadores del servicio, la presión a la que están sometidos y, en última instancia, ha empeorado el servicio a los pacientes.

La Gerencia del centro, cuestionada por esta situación, ha asegurado que se encuentra buscando nuevos profesionales que contratar, algo que está siendo especialmente complejo en el caso de medicina. Y es que mientras los enfermeros resultan más fáciles de sustituir –al no requerir una especialidad concreta para ejercer–, no ocurre lo mismo con los médicos, que deben disponer de la especialidad de medicina de familia para poder trabajar como médico de urgencias. Los médicos de familia son, a día de hoy, uno de los perfiles laborales que más escasea en el Archipiélago.

Desde el año pasado se han producido al menos siete renuncias, dos traslados a otros servicios y un cambio de hospital que se han unido a una decena de varias –tanto por incapacidad temporal como por maternidad– y reducciones de jornada, que han ocasionado que el servicio tenga una cantidad de personal médico muy inferior al que requiere el servicio.

Comparativa: HUC y La Candelaria

«Hay una falta de personal médico evidente», sentencia Levy Cabrera, secretario general del Sindicato de Médicos (CESM) de Santa Cruz de Tenerife, que añade que las urgencias del HUC cuentan con menos de la mitad de médicos por turno que el Hospital Nuestra Señora de La Candelaria.

En enfermería, las renuncias se han traducido en una renovación de la práctica totalidad de la plantilla que ahora es mucho más joven. «Solo hay que darse una vuelta por urgencias para ver que la mayor parte de la plantilla no supera los 30 años», relatan los enfermeros detrás de la cuenta de Instagram SOS urgencias HUC. Lo corrobora el secretario general del sindicato de enfermería Satse, Yoel Hernández, que añade que el «casi el 100% de los trabajadores veteranos han pedido el traslado».

En la última semana, con una ola de enfermedades respiratorias en ciernes y un creciente malestar entre la población y los profesionales por las condiciones del servicio, al menos cuatro profesionales de medicina más han mostrado su intención de renunciar. «Se trata del mayor éxodo de facultativos», insisten desde SOS Urgencias HUC. Intersindical Canaria (IC), por su parte, entiende que, ante la sobrecarga de trabajo y las pésimas condiciones, los profesionales con mayor formación opten por huir hacia la sanidad privada o marcharse de las Islas.

Consecuencias inmediatas

Las consecuencias han sido inmediatas. «Se ha tenido que cerrar triaje por falta de personal», narra un residente de medicina a este periódico. También lo corrobora una publicación de SOS Urgencias HUC en Instagram, que asegura que al haber encontrado un retraso de hasta 18 horas en la atención médica, con 7 ambulancias bloqueadas fuera de servicio y tan solo tres médicos adjuntos, el jefe de turno ordenó cerrar el triaje y atender únicamente a aquellos que requirieran atención inmediata. Como explica este residente «hay once médicos para sesenta turnos de guardia y se ven obligados a doblar turnos entre ellos para poder cubrirlo todo». Esta falta de médicos también ha provocado que no den abasto para cubrir la formación a los residentes.

En una carta abierta, uno de los facultativos del servicio ha asociado este éxodo al «boicot» de «un pequeño grupo de médicos» que están tratando de poner trabas al funcionamiento del área tras el cese del anterior jefe de urgencias (Guillermo Burillo). El profesional apunta en su misiva que «este grupo estaría utilizando tácticas como bajas masivas y renuncias para presionar a la dirección del hospital, buscando recuperar ciertos privilegios». Otros profesionales del servicio han visto la carta como una provocación que no refleja la realidad.

Por su parte, Darias subraya que «la situación de urgencias se ha visto agravada por más de una década de inestabilidad en la gestión del Servicio Canario de Salud, en ningún caso, es culpa del personal. No se puede hacer más con menos». En esta línea, señala que la Consejería debería realizar una evaluación global de los servicios de urgencia y que en ella se debería tener en cuenta la participación de los trabajadores, buscando un consenso. «El colapso actual multiplica la posibilidad de fracasos asistenciales e imposibilita la privacidad a la hora de atender a un paciente. Nosotros como profesionales nos negamos a normalizar esta situación, por lo que si Sanidad no interviene, entendemos que los responsables deben ser sustituidos», concluye.

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