La Policía Canaria aplica por primera vez el Protocolo Cero, una guía para proteger a víctimas de violencia de género

El Cuerpo General de la Policía Canaria, en colaboración con la Guardia Civil, detuvo en La Palma a un hombre de 64 años como presunto autor de un delito de violencia de género, el pasado 7 de enero. Se trata de un caso particular, pues por primera vez, la intervención se llevó a cabo siguiendo el Protocolo Cero. Una herramienta, en vigor desde 2021, que permite a las fuerzas de seguridad actuar de oficio, incluso cuando la víctima no presenta denuncia formal, para garantizar así su protección y la de sus hijos menores. 

La última Macroencuesta de Violencia contra la Mujer desveló que ocho de cada diez víctimas de violencia de género no denuncian y, cuando lo hacen, tardan nueve años de media. Ante estos datos, el Ministerio de Interior estableció un nuevo protocolo «esencial para combatir la violencia de género» que protege a la mujer en aquellos casos en los que no se atreve a denunciar, bien por miedo o por presión. 

En la intervención de Garafía, el detenido acumulaba siete antecedentes por hechos similares en los últimos cinco meses. Pese a ello, la víctima expresó su intención de no denunciar, por lo que la Policía Canaria, en coordinación con la Guardia Civil, optó por hacer uso del Protocolo Cero «porque las evidencias recabadas en el lugar justificaban actuar de inmediato». La operación fue llevada a cabo por el Grupo de Respuesta Operativa (GRO) del cuerpo autonómico, una unidad especializada en prevenir actividades delictivas y garantizar la Ley de Seguridad Ciudadana, que aseguró así una acción ágil y efectiva que culminó con la puesta a disposición judicial del detenido.

Esta actuación entra dentro del proceso de ampliación de funcionalidades del Cuerpo General de la Policía Canaria en el ámbito del orden público, dentro de sus competencias, tanto propias como compartidas con otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La guía de actuación policial, por su parte, contempla varios pasos. Los agentes, primero, deben recabar información por parte de la víctima en un entorno privado para determinar si necesita asistencia específica. Si así fuera, se le proporcionarían los contactos necesarios. Después, tendrían que hablar con el resto de personas presentes, tanto con el agresor como con familiares u otros testigos. 

Indicadores de peligro

Los episodios de violencia física, con especial atención a los signos en la zona del cuello; los indicios de reiteración en estos episodios; las sospechas de que los hechos pueden estar motivados por celos o las propias faltas de respeto al personal policial son algunos de los principales indicadores a los que se debe prestar especial atención. Otros aspectos incluidos en el decálogo son los daños en el lugar de los hechos, los posibles trastornos mentales del agresor u otras conductas como especial impulsividad o agresividad con alteraciones del comportamiento y la adicción a sustancias tóxicas. 

Una de las principales directrices del protocolo es garantizar la seguridad de los menores. Para ello, los agentes deben determinar si han estado presentes y si ellos también han sufrido agresiones o amenazas directas o indirectas.

En esta línea, el documento pretende que los cuerpos de seguridad tengan interiorizadas ciertas dinámicas que les permitan identificar si ha existido violencia física. También deben tener en cuenta la posible existencia de conductas de control o acoso.

2024 cierra sin feminicidios

Canarias, por primera vez desde que hay registros, cerro el año sin que se haya producido ningún feminicidio. En los doce meses del 2024, el Archipiélago no tuvo que lamentar víctimas mortales por violencia de género. Se trata de un frenazo en seco a una tendencia que desde 2003 ha asesinado a 106 mujeres y 8 menores en las Islas. 

En esta línea, la directora del Instituto Canario de Igualdad (ICI), Ana Brito, apuntó que la caída de los datos guarda estrecha relación con «la intensa labor de prevención y concienciación que realizamos y con la implicación del conjunto de la sociedad». 

El servicio de violencia del 112 está atendido por profesionales durante las 24 horas del día y los 365 días del año y es la manera más rápida de activar una atención de emergencia o encontrar asesoramiento cuando hay dudas. Las llamadas son privadas, no se conocerá al alertante y tampoco dejarán rastro en la factura. n

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