La gripe y el covid ya se hacen notar en las urgencias canarias

En el Insular de Gran Canaria y en el HUC, en Tenerife, se suele percibir más la presión asistencial y ya comienza a aumentar el número de pacientes ubicados en zonas de tránsito como los pasillos

Imagen en el Hospital Insular de Gran Canaria, compartida por la cuenta de redes sociales #pasilloscero el pasado mes de noviembre.

Imagen en el Hospital Insular de Gran Canaria, compartida por la cuenta de redes sociales #pasilloscero el pasado mes de noviembre. / E. D.

El aumento de infecciones respiratorias, como la gripe o el coronavirus, ya comienza a visibilizarse con pacientes en zonas de tránsito del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria y Hospital Universitario de Canarias (HUC). Ambos complejos son los que sufren más la presión asistencial y donde es más habitual ver imágenes de personas en pasillos o en ambulancias a la espera de ser atendidos con cada pico de contagios, pero este escenario también se ha dado en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria.

Según el último del Servicio Canario de la Salud (SCS), la incidencia de las infecciones respiratorias agudas en Canarias (IRAs) en el transcurso de la semana del 23 al 29 de diciembre se situó en 846,65 casos por cada 100.000 habitantes. Una cantidad que se ha incrementado de forma progresiva desde los 600 casos de inicios de octubre, pero que se mantiene muy por debajo de los niveles del año pasado, cuando superaba los 1.200 casos por 100.000 habitantes. Los bebés y los niños de 0 a 4 años fueron los que concentraron el mayor volumen de contagios, como suele ser habitual. La tasa de hospitalizaciones por infecciones respiratorias graves ascendió hasta los 10,90 casos por cada 100.000 habitantes, por los 8,90 casos de la semana anterior.

Desde finales de febrero, los hospitales canarios ya comenzaron a experimentar un incremento de la presión asistencial en urgencias. Pero después del fin de semana y el festivo adicional del 6 de enero, se ha generado "una acumulación de ingresos", tal y como señala Luis de Vega, secretario del Consejo Canario de Enfermería. El colapso tras los días no laborables suele ser habitual porque se frenan las altas y las entradas al servicio no se pueden derivar a las plantas.

"Estamos en una situación grave, con potencialidad de convertirse en dramática", revela Juan Trenzado, secretario provincial del Sindicato de Enfermería, Satse, en Las Palmas, en referencia al Hospital Insular de Gran Canaria, que registra la mayor presión asistencial por estas hechas de los cuatro hospitales de referencia de Canarias consultados por este periódico. Con precisión, señala que este 8 de enero antes del mediodía había unos 90 pacientes en zonas de tránsito: 78 pendientes de una cama en el propio complejo y otros 12 a la espera de ser trasladados a centros concertados.

Por encima de lo habitual

La Gerencia del Hospital Insular explica que la afluencia de pacientes a inicios de enero se ha situado "por encima de lo habitual", pero también matiza que "la actividad se está pudiendo resolver sin gran dificultad", ya que mantiene activo el plan de contingencia desde las festividades navideñas, a la par que toma determinadas medidas correctoras según las necesidades de cada momento.

Estas actuaciones se corresponden con la habilitación de distintos espacios del complejo que no están destinados ni equipados para la atención de pacientes, fundamentalmente los pasillos, pero también ha habido ocasiones en las que ha sido necesario utilizar áreas aledañas al ascensor y a las consultas externas, algo que aún no ha ocurrido, según narra un enfermero con 17 años de experiencia en el servicio de Urgencias del Insular que prefiere mantener el anonimato.

Pero ya va notando el incremento de trabajo en Urgencias. Por ejemplo, el día después del 6 de enero, este sanitario recuerda que tan solo pudo parar una media hora para comer durante su turno. El problema, cuenta, es la cantidad de pacientes que asignan a cada sanitario, que deben tomar sus constantes, revisar su medicación, dar de comer, sacar las analíticas o pedir las radiografías, entre otras funciones, mientras el flujo de entrada no se detiene. Y a una gran parte de ellos, en zonas que "no tienen baños, no hay intimidad y no hay unas condiciones dignas para atender a esos pacientes", indica

"Al haber un volumen tan grande de ingresos el trabajo se complica porque ya las áreas están ocupadas y siguen entrando pacientes, entonces es un continuo movimiento: entran y salen, los ingresos pasan a otras áreas, te llegan nuevos pacientes que tienes que abordar, cuando ya los tienes controlados, salen... es un día en el que no se para, casi ni piensas", detalla. Además, se añade la complejidad de atender en zonas de tránsito, sorteando y moviendo las camas constantemente.

La situación de los profesionales del servicio es diversa, pero en fechas recientes una 34 profesionales con años de servicio han pedido el traslado, en algunos casos, "porque ya no aguantan más la situación", asegura este sanitario; "es el personal más veterano del servicio y muchos están quemados por la situación, ven que no mejora o que todos los años es igual, y se van", agrega.

Por su parte, en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín también se percibe un aumento de pacientes por el incremento de infecciones respiratorias, pero "se está trabajando con normalidad", tal y como informa el gabinete de comunicación del complejo.

En Tenerife

En el Hospital Universitario de Canarias (HUC), la sobrecarga habitual de las urgencias se ha agravado por enfermedades estacionales como la gripe, que han repuntado en esta última semana, en parte, como consecuencia del descenso de las temperaturas. El facultativo y secretario del Sindicato Médico de Canarias (CESM), Levy Cabrera, asegura que sobre todo han acrecentado los contagios por el virus sincitial respiratorio (VRS), aunque también ha habido un ligero aumento de los casos de covid y para influenza -infecciones como bronquitis o bronquiolitis-.

“No se han necesitado ingresos en cuidados intensivos, pero sí que todos los servicios de urgencias se han saturado, mucha gente se queda ahí pendiente de ingreso en planta porque no hay camas”, destaca Cabrera.

El secretario autonómico del Sindicato de Enfermería (Satse), Yoel Hernández, resalta que todos los cuadros respiratorios típicos de esta época están afectando “muy sensiblemente” a la sobrecarga del servicio. Los picos de gripe y otros virus son una gota más para un vaso a punto de rebosar pues, según subraya, “terminan generando una situación que es francamente insostenible”. En estos momentos, en la zona de tránsito de este servicio hay cuarenta camillas que se suman a las cerca de quince sillas de ruedas.

Pasillo en el Hospital de La Candelaria este 8 de enero.

Pasillo en el Hospital de La Candelaria este 8 de enero. / E. D.

El gabinete de comunicación del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria (HUNSC), por su parte, sostiene que la afluencia relacionada con la gripe “es normal para esta época del año”, pero no aporta cifras exactas sobre cuántas personas acuden a urgencias cada día. Los trabajadores, sin embargo, revelan que están “colapsados” y que no hay donde poner a los pacientes.

El servicio siempre está saturado, pero en estas fechas la situación se agudiza y, por tanto, se están asumiendo más enfermos por ratio enfermera-auxiliar en el área de Medicina y en salas de espera y se han habilitado espacios en zonas sin tomas de oxígeno ni tomas de aspiración de secreciones", afirma uno de los enfermeros que trabaja en La Candelaria. A su vez, matiza que las distancias sociales provoca que el servicio de urgencias siempre tenga 20 o 30 camas menos de las que podría albergar para atender los ingresos.

En este sentido, detalla que el incremento de ingresos se debe fundamentalmente al "repunte de las patologías respiratorias, en especial, gripe A y VRS", pero también lo achaca a otras patologías crónicas reagudizadas, "como por ejemplo la enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC)”.

Un plan de urgencias

Trenzado rechaza mantener una visión "de normalidad" ante una realidad que se ha convertido en estructural en el Hospital Insular, por ejemplo, que es la de "ver a nuestros pacientes y a nuestros mayores en una camilla en un pasillo", lo que considera "un verdadero drama".

Además, comenta que este escenario se cronificará y empeorará con el tiempo debido al envejecimiento de la población, por lo que demanda la elaboración de "un verdadero plan de las urgencias canarias" por parte de todas las partes implicadas; desde los representantes políticos a los sindicatos.

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