Provivienda ayuda cada año a 800 migrantes que buscan hogar
La ong cuenta con un proyecto en el que ofrece casas en alquiler asequible y antes de que finalice este año prevé disponer de 80 domicilios de estas características

Fernando Rodríguez García / El Día
La asociación sin ánimo de lucro Provivienda lleva más de 26 años asentada en Canarias para favorecer el acceso a una casa de personas con escasos ingresos económicos o en situación de vulnerabilidad social, entre ellas migrantes.
A pesar de la situación del mercado, los integrantes de esta ong hallan resquicios para continuar con su labor, a través de diversos proyectos. Cada año atienden a un total de 800 personas, entre usuarios directos y sus familiares, del programa de acogida integral para inmigrantes.
El director general de Provivienda en Canarias, Fernando Rodríguez, recuerda que «una de las funciones es la provisión de vivienda asequible a las personas con mayor dificultad de acceso, y la otra es la incidencia social y política, con el objetivo de sensibilizar a la población ante las situaciones de discriminación residencial y para proponer la transformación de políticas públicas».
Ante los numerosos casos de impagos del alquiler de las últimas décadas, los propietarios de casas suelen poner muchos requisitos, como que el inquilino tenga trabajo indefinido, que sea funcionario, unos ingresos económicos mínimos, dos o tres meses de fianza o uno o más avalistas.
Rodríguez recuerda que en el 2020 y en el 2022 se hicieron sendos proyectos de investigación para ver qué trato se brindaba a los solicitantes de viviendas de alquiler. Y detectaron que hubo casos de discriminación por el país de origen o la etnia. Hicieron varias pruebas.
Si quien llamaba era un migrante con acento subsahariano, por ejemplo, el dueño del domicilio o en la inmobiliaria, entonces le decían que ya estaba arrendada o le ponían muchos requisitos. Si minutos después preguntaba por la misma vivienda un peninsular o un canario, sí le daban cita para verla.
Programa de atención integral
En el 2018, Provivienda puso en marcha el programa de atención integral para inmigrantes en situación de vulnerabilidad o riesgo de exclusión social. Y todavía continúa con esta iniciativa, que, a finales del pasado ejercicio, recibió una subvención de 60.000 euros por parte del Gobierno de Canarias.
Está orientada a migrantes llegados de fuera de la Unión Europea, con autorización de residencia o emigrantes retornados con sus descendientes. Todos deben tener un informe social, realizado por una entidad del Tercer Sector o de la administración, que acredite su vulnerabilidad social y residencial.
En este programa hay dos servicios. El primero pasa por ofrecer un alojamiento temporal en pisos compartidos. En palabras de Fernando Rodríguez, se trata de un «recurso puente», mientras se les busca otra casa para un uso autónomo de esa persona o sus familiares. En ese periodo, los trabajadores y educadores sociales, así como los abogados de Provivienda ayudan a esos usuarios a mejorar sus ingresos económicos, a su estabilidad laboral o a regularizar su situación en el país.
El director de la ong señala que el asesoramiento jurídico se aplica en materia de Extranjería, como permisos de residencia y trabajo u obtención de la nacionalidad española. Y, además, para prevenir que esos migrantes puedan perder su domicilio, por impago o por el deseo del propietario de buscar nuevos inquilinos. Los letrados de Provivienda realizan una labor de mediación en estos casos.
También se les brinda a los usuarios acompañamiento a recursos públicos y privados, como el Servicio Canario de la Salud (SCS), homologación de estudios, escolarización de menores, búsqueda de empleo, ocio y participación ciudadana.
Un número considerable de personas que recurren a Provivienda son «unidades familiares monomarentales»; es decir, madres con uno o más hijos a su cargo. Este perfil alcanza el 30 o el 35% de las atenciones.
Después figuran los hombres solos, que suponen un 25% del total. Algunos de esos varones vienen primero y, una vez que logran una estabilidad laboral y económica, traen a sus seres queridos.
La mayoría de los usuarios son latinoamericanos (venezolanos, cubanos, colombianos, argentinos, brasileños, chilenos o bolivianos). También son numerosos los de la región subsahariana (Nigeria, Senegal, Mali, Gambia, Guinea) y los marroquíes, argelinos o libios.
A pesar de la compleja realidad vivida en la última década, Fernando Rodríguez explica que todavía hay muchos propietarios que creen en la función social de la vivienda y colaboran en esta iniciativa. Eso sí, gracias a las garantías que les ofrece esta entidad.
Avalista
Una de ellas es el pago de la renta si el inquilino no abona el dinero. Es decir, la ong ejerce como «avalista». Así los dueños se sienten más tranquilos.
También ayuda la contratación de un seguro multirriesgo para el hogar ante posibles destrozos o daños. Y un tercer factor que se valora de manera considerable es que un equipo profesional realiza seguimiento a las personas y las visitan en los domicilios para saber en qué situación los tienen.
Provivienda tiene en diferentes municipios de Canarias 300 viviendas arrendadas.
Y, desde hace dos años, ha adquirido 80 inmuebles en propiedad, gracias a la financiación otorgada por el Ministerio de Vivienda del Gobierno del Estado y el Instituto Canario de la Vivienda. En estas operaciones de adquisición de casas, las administraciones públicas aportaron el 60% del coste y la entidad Provivienda el 40% restante.
Esa financiación pública ha permitido que los inmuebles se puedan poner en alquiler por una media de 340 euros al mes, con dos o tres habitaciones, así como con 70 metros cuadrados útiles.
Tras la compra, la ong procede a su reforma y acondicionamiento. Hasta el momento, Provivienda ha conseguido arrendar a sus usuarios un total de 25 hogares. Y tiene previsto que antes de que acabe el actual ejercicio pueda alquilar el resto.
Para el director general de Provivienda, el alquiler está muy tensionado en Canarias y en el resto de España. Recuerda que en los municipios de Las Palmas de Gran Canaria y Telde, al igual que en el área metropolitana de Tenerife (Santa Cruz y La Laguna), el precio medio para alquilar una casa oscila entre los 800 y los 900 euros.
Y esa cifra sube a los 900 o 1.000 euros si se habla del sur de Tenerife o de Gran Canaria. De hecho, ratifica que en las zonas cercanas a los destinos turísticos una sola habitación puede llegar a costar 400 o 500 euros.
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