"Temíamos que el cable prendiera fuego la casa": una vecina narra las horas de incertidumbre tras la caída de la torreta de luz en Los Realejos

La instalación eléctrica se encontraba ubicada en el jardín de una vivienda de La Romántica, donde un grueso cable cayó a pocos metros de su piscina

Torreta caída en el patio de una vivienda en Tenerife

María Pisaca

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Santa Cruz de Tenerife

No habían pasado ni dos horas desde que los fuertes vientos empezaron a soplar en el municipio de Los Realejos cuando una torreta eléctrica cedió a la presión dejando sin luz a más de 4.000 vecinos del barrio del Toscal-Longuera. El cable de media tensión que lo unía al resto del tendido eléctrico cayó como un peso muerto a las viviendas de la zona, causando un estruendo que, sin embargo, el viento mitigó. Fue entonces cuando Marta –nombre ficticio para proteger su identidad– empezó a sentir miedo.

"Temíamos que el cable siguiera teniendo carga y pudiera prender fuego la casa". Horas después, la suerte y la actuación de los servicios de emergencia, lograban que aquel desenlace fatal nunca llegara a suceder. 

La base de la torreta se encontraba ubicada en el jardín de su vivienda. "Cuando compramos la casa ya estaba ahí", narra la afectada, aunque cómo insiste, nunca ha sabido por qué. De hecho, hasta que se desplomara la torreta en la tarde del domingo, la mujer se encontraba realizando algunos trámites burocráticos junto a la Unión Eléctrica de Canarias (Unelco) para tratar de eliminarla de su patio y los operarios llevaban meses haciendo labores de mantenimiento en su jardín. "Este lunes tenía cita para poner la protección trepadora", explica. 

Caída de torreta eléctrica en La Romántica, Los Realejos

El Día

La torreta cedió a los fuertes vientos que soplaban en Los Realejos, pero lo hizo con tal parsimonia que Marta ni siquiera se enteró. "Unos vecinos me dijeron que habían visto un rayo y chispazos, así que pensábamos que esa había sido la razón de que se fuera la luz", indica. La torreta cayó como si "hubiera unos cables sujetándolo por los lados" y fue imposible diferenciarlo del resto del golpes que daba el viento.

Sin embargo, poco después, empezó a recibir en su propio móvil el video de una torreta eléctrica cayendo despacio por el viento. "¿Esta no es tu casa?", le preguntaba uno de los tantos mensajes que recibió esa tarde. "Si lo era", relata.

A pocos metros de su piscina

Al salir al jardín se encontró con una imagen sobrecogedora: no había ni rastro de la torreta y el cable había caído a unos pocos metros de la piscina. "Si no hubiera soplado el viento en esa dirección, el grueso cable hubiera caído de frente y encima de la piscina; el desenlace hubiera sido mucho peor", insiste la afectada. En su casa el cable cayó cerca de una palmera canaria y en la de sus vecinos encima de un muro y de un toldo de PVC que quedó totalmente calcinado. "Nuestros vecinos vieron cómo salían chispazos del cable", insiste la mujer, que temía que uno de esos chispazos pudiera comenzar un conato en su jardín.

Los vecinos activaron de inmediato tanto al 112 como a la propia Unelco. En este sentido, destacan, en especial, la actuación de Unelco. "Lo hicieron muy bien, y lo resolvieron muy rápido", insiste Marta que asegura que los más de 4.000 vecinos afectados en el barrio apenas estuvieron seis horas sin luz. Esta mañana los mismos operarios acudieron a la vivienda para retirar lo que quedaba de torreta. "Ahora solo falta que se lleven el cable", indica la vecina.

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