Una ola púrpura reclama la unidad del feminismo contra la violencia en Santa Cruz de Tenerife

La manifestación convocada por el Foro Contra la Violencia de Género clama contra la cultura de la violación y la «ofensiva ideológica»

Manifestación 25N

María Pisaca

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Santa Cruz de Tenerife

Un estridente ruido ideológico gana fuerza haciendo de menos la lucha de las mujeres, el feminismo se divide y convoca manifestaciones separadas en muchas ciudades de España y mientras, los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas no cesan. Con un ambiente social enrarecido, Tenerife se ha plantado esta tarde contra la división de la lucha de las mujeres alentando la colectividad como el único motor para «subvertir el sistema». Así, cientos de personas han recorrido las calles de la capital tinerfeña haciendo suyo el lema con el que el Foro Contra la Violencia de Género de Tenerife había convocado el encuentro de este año: Juntas, organizadas y combativas contra las violencias machistas. 

La «unidad» ha sido el propósito del Foro Contra la Violencia de Género de Tenerife desde que se constituyera en el año 2000. Y así, cuando en otras comunidades autónomas han empezado a imperar los desacuerdos, en Tenerife siempre se ha tratado de buscar los puntos de acuerdo en cada Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer. «Puede haber diferencias en el movimiento, pero tenemos que poner en valor que estamos juntas y organizarnos para salir a las calles en un grito global en contra de las violencias machistas», destacó Trinidad Jorge, portavoz de la plataforma. 

Su propósito se consolidó en la jornada de ayer, en la que la plataforma logró congregar el grito unánime de representantes de distintas plataformas feministas, partidos políticos y colectivos migrantes o LGTBI. Sin embargo, la afluencia fue mucho menor de la esperada. Apenas 300 personas recorrieron juntas el camino desde la Plaza Weyler hasta la Plaza del Príncipe. 

Manifestación 25N

Manifestación 25N / María Pisaca

No llegó a marea. Fue una ola púrpura la que recorrió las calles santacruceras engalanadas con un precoz ambiente navideño desde las 19:00 horas exigiendo el fin de una violencia estructural contra las mujeres. A cuentagotas, mujeres, hombres, niños y mascotas se reunieron en la plaza Weyler con ánimos reivindicativos que exhibían a través de pancartas, caras pintadas y ataviados con los colores de la reivindicación feminista: el púrpura.

Poco antes de partir, la joven Seima Navarro Rodríguez mira con fascinación a las mujeres que le van rodeando. Sus padres le han inculcado el feminismo. A sus 14 años, le resulta inconcebible que la violencia de género siga normalizado en la sociedad del siglo XXI. Más aún que esa violencia se traduzca en el asesinato de decenas de mujeres cada año. «Me parece un tema bastante grave y con el que hay que acabar», resalta, e insiste: «quiero luchar por las que no pueden hablar y hablar por ellas». Según el Ministerio de Igualdad, en lo que va de 2024, 41 mujeres han perdido la vida a manos de sus exparejas. Solo en 11 de los casos, había constancia institucional de la violencia ejercida sobre la mujer y de ellos solo 9 habían denunciado directamente. 

Desfase entre víctimas y medidas judiciales

Precisamente este desfase entre las víctimas y los casos que tenían medidas judiciales es una de las reivindicaciones en las que ha querido poner el foco el Foro contra la Violencia de Género de Tenerife. Tal y como advirtieron en el manifiesto que se leyó en la Plaza del Príncipe de Santa Cruz, en las instituciones existe una tendencia a la revictimización y al cuestionamiento de las denuncias. «Es un sistema que solo responde focalizando el aumento de las penas para los agresores o con acciones puntuales, descoordinadas, ineficaces e ineficientes», critica el Foro. 

 Verónica Rodríguez es una habitual de estos movimientos ciudadanos. «Vengo todos los años, tanto al 8M como al 25N», explica Rodríguez, que insiste en que «esta violencia estructural hay que erradicarla, y hacer todo lo posible para que se acabe con la violencia hacia las mujeres». 

Manifestación 25N

Manifestación 25N / María Pisaca

Canarias, aunque no ha contabilizado ninguna víctima este año, arrastra dos décadas en las que esta violencia de género ha consumado el asesinato de 83 mujeres y seis menores, y ha dejado a 28 niños isleños huérfanos. «La violencia seguirá presente mientras no consigamos transformar una sociedad que está sustentada en un sistema cisheteropatriarcal, capitalista, neoliberal, racista, extractivista que la reproduce y perpetúa», resaltaron las miembros del Foro ante el clamor popular que se formó en la Plaza de España

De hecho, que no se hayan contabilizado nuevas víctimas no significa que la violencia se haya erradicado. Y la muestra es que esta pasada semana un hombre de 42 años fue detenido en el sur de Tenerife por intentar matar a su pareja frente a su hija de un año. 

Pilar Gómez ha acudido a la manifestación movida por esa indignación, rabia e impotencia que suscita cada nuevo asesinato machista. «Esto es un movimiento social que quiere acabar radicalmente con esta violencia machista», insiste Gómez, que lamenta que a día de hoy haya «mujeres que acaban en pozos o que tengan miedo a salir a la calle». 

Contra la cultura de la violación

Este año, las manifestantes han querido incidir en la violencia sexual, que como asevera Trinidad Jorge, «se manifiesta en todos los ámbitos de la vida» y que se recrudecen en las guerras o los trayectos migratorios. «La cultura de la violación está a la orden del día», insiste Jorge.  

Como muestra de la permeabilidad de esos comportamientos, este año las redes sociales se han convertido en el altavoz a decenas de mujeres que han puesto sobre la palestra los actos machistas y de violencia sexual que han sufrido en sus propias carnes. «Está muy bien porque ha permitido alzar la voz y hablar de lo que antes se callaba», destaca la portavoz. 

Sin embargo, para la plataforma, estos movimientos espontáneos en redes sociales solo son un primer paso para visibilizar una cruenta realidad «estructural del sistema patriarcal en el que estamos inmersas». «Ahora se deben tomar soluciones y desarrollar políticas que permitan que esos cambios sean reales y efectivos», asevera Trinidad Jorge. El manifiesto también tuvo palabras para el poder político, al que reprocharon «no afrontar de manera decidida las causas estructurales de las múltiples violencias» que viven las mujeres en su día a día. Una situación que, además, es cada vez más difícil de gestionar debido a la continua crispación social y la ofensiva ideológica. 

Para evitar estas situaciones, el Foro apuesta por poner en marcha una mejor educación afectivo-sexual para toda la población, en especial los más jóvenes. «Tiene que estar basado en un modelo integral, biográfico, feminista y comunitario, durante todo el ciclo vital como un derecho humano incuestionable», reza el documento que fue leído al término de la marcha. 

Manifestación 25N

Manifestación 25N / María Pisaca

Las manifestantes consideran necesario que estas actuaciones sean, además, continuadas en el tiempo y dejen de ser infradotadas. Necesitan, como indican las miembros de la plataforma, más recursos humanos, materiales y económicos para que esta necesaria educación sexual sea «adecuada y suficiente». «Debe ser un modelo que beneficie a todas las personas y que el Estado obligue a garantizar», sentencia la portavoz de la plataforma. 

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