Sector primario

Los apicultores denuncian el peligro de importar abejas

La asociación de Gran Canaria advierte que los híbridos Buckfast que quiere introducir El Hierro pueden exterminar a la raza autóctona canaria

Miembros de ApiGranca: Mariana González, Antonio Quesada, Juan Félix Díaz y Francisco Hernández.

Miembros de ApiGranca: Mariana González, Antonio Quesada, Juan Félix Díaz y Francisco Hernández. / El Día

José A. Neketan

Las Palmas de Gran Canaria

La Asociación de Apicultores de Gran Canaria (ApiGranca) ha presentado una denuncia en los juzgados de Valverde contra el Cabildo de El Hierro por un presunto delito medioambiental en relación con un proyecto que posibilita la importación a la Isla de la raza de abejas híbridas conocidas como Buckfast que pondrían en peligro a la raza autóctona, la abeja negra canaria, con el peligro de exterminarla de las colmenas.

La presidenta de ApiGranca, Mariana González, acompañada por parte de la junta directiva, explicó ayer que el Cabildo herreño ha formalizado un contrato con un profesional de la apicultura para implantar en la Isla una única especie de abeja o subespecie de abeja, que se impondría «en desmedro de la abeja local, que sería aniquilada».

González recordó que en los estatutos de su asociación se recoge la protección y la potenciación de la abeja autóctona, «que es la que emplean los ganaderos apícolas en un 99% en las Islas Canarias», y señaló que «se trata de defender esta abeja local y no perder ese patrimonio genético que hemos heredado de nuestros mayores desde hace varios siglos».

El biólogo y vocal de ApiGranca, Antonio Quesada, afirmó que se han visto en la necesidad de establecer esta denuncia. «En realidad, lo que estamos haciendo es pidiendo una tutela judicial porque entendemos que ya los reglamentos europeos desde el año 2014 dejan bien claro que hay que proteger a las abejas locales en toda la Unión», manifestó.

Peligro de los ecosistemas

Quesada aclaró que antes de dar el paso de poner la denuncia, se dirigieron el pasado mes de septiembre al consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, para plantearle la gravedad de la situación. También se desplazaron a El Hierro, donde se entrevistaron con el presidente del Cabildo, Alpidio Armas, a quien le pusieron en conocimiento la gravedad que supone la implantación de la abeja Buckfast para los ecosistemas canarios, «y al final no hemos tenido otro remedio que acudir a los juzgados para que esta situación se aclare». ApiGranca, que pide que se reconsidere la acción de llevar a cabo esta acción con la abeja foránea, destacó que defiende la asistencia técnica a la apicultura en su isla por parte del Cabildo, «el problema es que ha errado en la acción que dirige hacia la elección del tipo de abejas», aseguró que el resto del proyecto, asistencia técnica a los apicultores, la formación, todo eso lo apoya «y los felicitamos desde nuestra asociación».

La asociación aportó como dato que en el Archipiélago hay actualmente 1.250 apicultores, de los cuales solo cinco son importadores de abejas.

La abeja canaria como raza ganadera autóctona llega al Senado

El PSOE de Canarias ha presentado recientemente una moción en la que insta al Gobierno central a reconocer a la abeja negra canaria como raza ganadera autóctona y aumentar los controles sobre otras especies alóctonas, que modifican genéticamente la pureza de la especie y ponen en peligro su supervivencia. El senador Ramón Morales indicó que «en los últimos años, la apicultura en Canarias se ha visto afectada por la sequía y las prácticas de ganadería intensiva, que han introducido especies foráneas, lo que está afectando directamente a la raza autóctona, al exponerla a la contaminación genética».

La abeja negra canaria está declarada patrimonio cultural, genético y etnológico por el Parlamento de Canarias. El biólogo Antonio Quesada explicó que en las islas hay reservas de la biodiversidad, y una de las funciones de estos ecosistemas «es el mantenimiento de las especies y flora autóctonas y el mantenimiento de la biodiversidad y resiliencia de los ecosistemas canarios». Sin embargo, si estos enjambres de abejas foráneas son liberados en la naturaleza de una manera imprudente por los apicultores que importan razas foráneas, «están poniendo en peligro la resiliencia de nuestros ecosistemas y la biodiversidad», advirtió Quesada. El biólogo recordó que a pesar de haber dos proposiciones No de Ley sobre apicultura y aprobadas por unanimidad por el Parlamento canario, «no se está llevando al final para que esta situación se paralice y pueda recuperarse en las islas, principalmente en Tenerife, Gomera y El Hierro».

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