Todo lo que tienes que saber sobre las sanciones laborales: lo que son, su funcionamiento y los plazos de prescripción

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Las sanciones laborales son un elemento crucial en la gestión de recursos humanos y el mantenimiento de la disciplina dentro de una empresa. Estas medidas disciplinarias se aplican cuando un trabajador comete una infracción o falta en su desempeño laboral. Para que una sanción sea legalmente válida, es necesario que tanto la conducta sancionable como las posibles consecuencias estén claramente estipuladas en el convenio colectivo aplicable o en el Estatuto de los Trabajadores.
En este artículo, exploraremos en profundidad qué son las sanciones laborales, cuándo pueden imponerse, cómo deben comunicarse, y cuáles son los plazos legales para que estas prescriban.
Para empezar, una sanción laboral es una medida disciplinaria que una empresa puede imponer a un trabajador cuando este ha cometido una falta o ha incumplido con sus deberes laborales. Estas sanciones pueden variar en gravedad, desde una advertencia verbal hasta el despido disciplinario. Para que una sanción sea válida, la falta cometida debe estar contemplada en el convenio colectivo del trabajador o en el Estatuto de los Trabajadores.
Es importante destacar que, si un comportamiento no está específicamente recogido como sancionable en el convenio colectivo, la empresa no podrá imponer una sanción por dicho comportamiento. Además, las consecuencias de la falta también deben estar claramente definidas en estos documentos. Si estas condiciones no se cumplen, la sanción puede ser impugnada y declarada nula.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, atiende a medios tras una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros el pasado julio. / A. Pérez Meca
Tipos de faltas y sanciones laborales
El Estatuto de los Trabajadores y los convenios colectivos clasifican las faltas laborales en tres categorías según su gravedad: leves, graves y muy graves. Cada tipo de falta conlleva diferentes tipos de sanciones, y estas pueden ser revisadas por la jurisdicción social en caso de que el trabajador decida impugnar la medida disciplinaria.
Faltas leves
Las faltas leves suelen ser incumplimientos menores, como retrasos ocasionales o ausencias injustificadas por un corto periodo de tiempo. Las sanciones para este tipo de faltas suelen ser de menor gravedad, como una advertencia verbal o escrita.
Faltas graves
Las faltas graves incluyen conductas que suponen un incumplimiento más serio de las obligaciones laborales, como repetidos retrasos o ausencias, desobediencia a las órdenes directas de un superior, o comportamientos que perjudiquen el funcionamiento de la empresa. Las sanciones por faltas graves pueden incluir la suspensión de empleo y sueldo por un periodo determinado.
Faltas muy graves
Las faltas muy graves son infracciones de extrema gravedad que pueden justificar el despido disciplinario del trabajador. Ejemplos de faltas muy graves incluyen el acoso laboral, el fraude, el robo, o la revelación de información confidencial de la empresa. En estos casos, la sanción más común es el despido disciplinario, aunque también pueden imponerse otras sanciones severas.
Plazos de prescripción de las sanciones laborales
Uno de los aspectos más importantes de las sanciones laborales es el plazo de prescripción, es decir, el tiempo máximo que tiene la empresa para imponer una sanción desde que se cometió la falta. Estos plazos están regulados por el artículo 60 del Estatuto de los Trabajadores y varían según la gravedad de la falta.

Glovo ultima el cierre de parte de su red de supermercados 'fantasma' y 100 despidos / E. D.
Faltas leves
Las faltas leves prescriben a los 10 días desde que la empresa tiene conocimiento de la infracción o, como máximo, seis meses después de que se cometió la falta. Si la empresa no impone la sanción dentro de este plazo, pierde el derecho a sancionar al trabajador por esa falta.
Faltas graves
Las faltas graves prescriben a los 20 días desde que la empresa se entera de la infracción. Al igual que con las faltas leves, el plazo máximo para imponer una sanción es de seis meses desde que se cometió la falta. Si se supera este plazo, la empresa no podrá tomar medidas disciplinarias.
Faltas muy graves
Las faltas muy graves prescriben a los 60 días desde que la empresa tiene conocimiento de la falta. Nuevamente, el plazo máximo para imponer una sanción es de seis meses desde la fecha en que se cometió la infracción.
Es importante subrayar que estos plazos pueden verse interrumpidos en ciertas circunstancias, como cuando la empresa debe realizar un expediente contradictorio o si el trabajador se encuentra detenido o en prisión. En estos casos, el cómputo del plazo de prescripción se suspende hasta que la situación se resuelva.
Procedimiento para imponer una sanción laboral
El proceso para imponer una sanción laboral debe seguir ciertos pasos para garantizar que los derechos del trabajador se respeten y que la sanción sea legalmente válida. A continuación, se describen los pasos generales que una empresa debe seguir:
1. Notificación al trabajador
En caso de faltas graves o muy graves, la empresa debe notificar por escrito al trabajador sobre la sanción que se le va a imponer. Este escrito debe incluir una descripción detallada de los hechos que motivan la sanción, la fecha en que ocurrieron, y la sanción que se aplicará. Además, si existe un comité de empresa o un delegado sindical, estos deben ser informados cuando se trata de una falta muy grave.

Trabajos de sondeo arqueológico iniciados en las cercanías del cementerio de Fuencarral para la búsqueda de los restos de brigadistas internacionales que combatieron durante la Guerra española. / José Luis Roca
2. Realización de un expediente contradictorio
En situaciones donde se trata de faltas muy graves, especialmente si el trabajador es un representante legal de los trabajadores o un delegado sindical, la empresa está obligada a realizar un expediente contradictorio. Este procedimiento permite al trabajador presentar su versión de los hechos antes de que se tome una decisión final sobre la sanción.
3. Aplicación de la sanción
Una vez cumplidos los pasos anteriores, la empresa puede proceder a aplicar la sanción. Dependiendo de la gravedad de la falta, la sanción puede ir desde una advertencia verbal hasta el despido disciplinario. Es importante que la empresa cumpla con todos los requisitos legales para evitar que la sanción sea impugnada y anulada por un tribunal.
Derechos del trabajador ante una sanción laboral
Cuando un trabajador recibe una sanción laboral, tiene derecho a impugnarla si considera que es injusta o no se ajusta a la legalidad. El trabajador puede recurrir la sanción ante la jurisdicción social, que evaluará si la sanción fue impuesta conforme a la ley y a los términos del convenio colectivo.
Si la sanción es considerada improcedente, un juez puede anularla y, en casos de despido disciplinario, ordenar la readmisión del trabajador o el pago de una indemnización.
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