Las carreteras isleñas registran un aumento de motoristas fallecidos

En el primer semestre de 2024, Canarias registra un 33% más de siniestros mortales con motos que en el mismo periodo de 2023

Una foto involucrada en un accidente en Granadilla. | | E.D.

Una foto involucrada en un accidente en Granadilla. | | E.D.

Santa Cruz de Tenerife

Hace una semana, los medios de comunicación canarios informaban del fallecimiento de un motorista tras una caída en la carretera de Tenoya, en Gran Canaria. Al mismo tiempo, en La Laguna, otro motorista resultó herido moderado al colisionar con un turismo. En ningún caso se trata de noticias aisladas, pues sólo en el primer semestre de 2024 en el Archipiélago se registraron doce muertes de motoristas en accidentes de tráfico. Una cifra que supone un incremento del 33% con respecto a las nueve víctimas del mismo periodo de 2023, según datos recopilados por el colectivo Canarias en Moto.

El aumento de fallecidos que ha experimentado Canarias en los últimos seis meses coincide con un incremento también a nivel nacional. En España, las 40 muertes registradas por la Dirección General de Tráfico (DGT) en lo que va de año suponen diez personas más que en 2023. Una tendencia al alza que Fernando Jiménez, colaborador e integrante del colectivo Canarias en Moto, considera que podría reducirse de manera significativa si las campañas de prevención se dirigieran a todos los usuarios de la vía. Jiménez sostiene que en tres de cada cuatro accidentes en los que se ve implicado otro vehículo, el motorista no es el culpable.

Sin embargo, el coronel jefe del Sector de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC), Jesús Ángel Hernández, destaca que las principales causas de los accidentes en motocicleta en Canarias son la mala equipación, la mala señalización en el cambio de carril, zigzaguear entre los coches y la aceleración por encima del límite de velocidad permitido. La asociación Stop Accidentes también culpa al uso imprudente de la tecnología y los móviles y al consumo de alcohol y sustancias.

Causas a un lado, lo cierto es que el 2023 se cerró en las Islas con 21 motoristas fallecidos, en concreto, veinte hombres y una mujer. Datos que suponen casi la mitad del total de muertes en accidentes de tráfico durante ese año y que, aún así, no alcanzan el peor balance, datado en 2019, con 31 motoristas fallecidos. Tenerife, además de ser la Isla en la que más ha aumentado la venta de motos, también es la que mayor tasa de mortalidad tiene en el último lustro. «Con que sólo hubiera un fallecido ya es una tragedia, pero las cifras son escalofriantes», apunta Jiménez.

A raíz de esta situación, la DGT, en coordinación con la Guardia Civil, ha puesto en marcha en las Islas una campaña de concienciación a motoristas para evitar accidentes de tráfico graves o mortales. El objetivo de Te queremos de vuelta, te queremos seguro es reducir los siniestros en los que se ven implicados estos vehículos de dos ruedas, en especial, en carreteras complicadas por lo sinuoso de su orografía. En esta línea, la Guardia Civil de Tráfico ha incrementado la vigilancia de las zonas más frecuentadas por estos conductores, particularmente, durante el periodo estival en el que se disparan los desplazamientos por ocio.

Por su parte, el colaborador de Canarias en Moto considera que es «una iniciativa excelente, pero que debería extenderse a otros usuarios de la vía». Jiménez subraya que la formación, por ejemplo a través de cursos, debería extenderse más allá de los conductores de motocicletas. «Los coches, camiones y otros vehículos deben tener más empatía tanto con los motoristas como con los ciclistas», resalta. Además, se mantiene crítico con la mentalidad punitiva: «Ese pensamiento de sólo sancionar a quienes cometen infracciones no funciona, por lo que se debe incidir más en la concienciación».

El parque de vehículos en las Islas aumenta cada año de manera general. En esa línea, destaca especialmente el número de motocicletas, que en la última década ha crecido un 66,8%. Si en 2013 había 104.638 motos en circulación, ahora son 174.571, cerca de 70.000 más. Jiménez resalta que este aumento no explica que las cifras de fallecidos también sean más altas. «De hecho, si lo miramos en proporción al número de motos, la realidad es que ahora hay menos accidentes mortales», razona.

Principales inconvenientes

Cuando se detecta algún problema en la vía, Jiménez reconoce que el mayor afectado es el que va a dos ruedas. «El mal estado de la carretera, tanto del asfalto como de los elementos de seguridad pueden ser un riesgo para los motoristas», detalla. Sin ir más lejos, la gravilla provoca el derrapaje y para una moto, señala, “puede ser muy peligroso”. A más de 30 kilómetros –una velocidad bastante reducida– el conductor puede seccionarse un brazo o una pierna, por ejemplo, contra el soporte de un guardarrail. Las vías urbanas, donde más conviven motocicletas y coches, son el escenario del 50% de los accidentes. «Si al llegar a un cruce un vehículo se salta la señalización podría acabar de manera trágica para un motorista. Puede ser o no culpable, pero siempre es la víctima», asegura.

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