Asuntos Sociales

La soltería, de moda en las Islas: el 64% de las nuevas familias rehúsa casarse

Los hogares solitarios suben siete puntos en 15 años

La caída de las religiones, el empoderamiento femenino y la precariedad juvenil, entre las posibles razones

Celebración de una boda en la Iglesia de San Juan de Arucas.

Celebración de una boda en la Iglesia de San Juan de Arucas. / Juan Carlos Castro

Clara Morell

Clara Morell

Santa Cruz de Tenerife

Estar soltera está de moda. Ya lo decían Daddy Yankee y Bad Bunny en su famosa colaboración de 2019, un estribillo que describe a la perfección una tendencia social que se abre paso en Canarias: la de vivir sin pareja. Y es que en las Islas, las personas que nunca han estado en una unión legal copan las nuevas familias, representando el 64% de los hogares constituidos entre 2007 y 2022, según datos del Instituto Canario de Estadística (Istac). Tras este alza de la soltería existen diversos factores, entre los que José León García Rodríguez, el geógrafo humano, cita la consolidación de derechos por parte de las mujeres, como por el menor peso de las religiones en la sociedad y la precariedad laboral que asfixia a la juventud impidiendo su emancipación. 

Pero... ¿cuál es el verdadero retrato de los hogares canarios? La realidad es que la soltería es solo mayoría cuando hablamos de los nuevos hogares, ya que en el cómputo general de familias, el casamiento sigue ganando por goleada. En 2022, el último año del que se tienen cifras, el Istac fijó en el 46,3% los hogares canarios conformados por un matrimonio, frente al 27,7% de solteros. Pese a esa preponderancia de las uniones por la iglesia, se percibe un descenso en el número de personas que pasan por el altar ya que en 2007 los casados constituían el 55,2% de los hogares frente al 20,6% de los solteros. En definitiva, en solo 15 años los casados se han reducido en casi nueve puntos mientras que los solteros crecen siete. 

Otras modalidades de hogares son los integrados por personas divorciadas, que constituyen el 13,7% del total en 2022, el de viudos, que suponen el 9,4% y el de parejas de hecho, que representan el 2,7%. Estas cifras también han cambiado desde el 2017, cuando los divorciados apenas suponían el 9,7% de los hogares, los viudos ascendían al 12,1% y las parejas de hecho solo constituían el 2,4%. La imagen que dejan estos datos es clara: crecen los divorciados, disminuyen los viudos y aumentan las parejas de hecho.

Pero volviendo al quid de la cuestión, la soltería es la fórmula más recurrida a la hora de crear nuevos hogares en las Islas. Un fenómeno multifactorial que el geógrafo humano José León García Rodríguez vincula a una disminución de la presión social en torno al matrimonio y la pérdida de peso de las religiones en el ámbito privado. «Al pasar la mayoría de la población a vivir en ciudades, desapareció la vigilancia que se sentía en muchos pueblos, donde todo el mundo hablaba sobre quién estaba soltero, quién casado o quién vivía en pareja fuera del matrimonio», rememora el experto.

Otro factor a tener en cuenta es el empoderamiento femenino, un fenómeno por el que las mujeres han ido conquistando y asentando derechos tan fundamentales como el poder gestionar su propia economía. Cosas que ahora se dan por hecho, eran inconcebibles hace no tantos años. Hasta 1975 las mujeres españolas no pudieron abrir una cuenta bancaria a su nombre y dependían de un hombre -un padre, un hermano o un marido- para ello. Además, ellas eran socialmente más castigadas si decidían vivir en soledad, si tenían una relación sin pasar por el altar o si su matrimonio fracasaba.

De aquel cuestionamiento hacia la soltería que se vivía antaño se ha pasado a una escena completamente opuesta: el Archipiélago es el territorio español con más porcentaje de solteros, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) referentes a 2022. Pájara, La Oliva, Yaiza, Antigua y Adeje son los municipios isleños donde los solteros son mayoría. «Los canarios tenemos, en ese sentido, un comportamiento muy similar al de los ciudadanos de los países del norte de Europa», puntualiza García Rodríguez.

Canarias es, además, la región donde más rupturas matrimoniales se producen de todo el país. Esta realidad, sumada a la tendencia a la soltería, está tras el crecimiento de la soledad en las Islas. El geógrafo recuerda que popularmente se dice que «se deben tener hijos para evitar quedarse solo» en una edad avanzada, una ausencia de compañía que cada vez será más frecuente. Para eludir la soledad, en vez de invitar a tener hijos como se solía hacer, el experto considera que las administraciones públicas deben mejorar el trato a las personas de avanzada edad, teniendo en cuenta no solo la cobertura de enfermedades físicas sino también la necesidad de compañía para cuidar de la salud mental.

Jóvenes sin independencia

Salarios bajos, alta temporalidad, una tasa de paro en su nicho que no se logra reducir, alquileres por las nubes, hipotecas imposibles de lograr... esto es a lo que se enfrenta la mayoría de la juventud canaria. La independencia se vuelve un objetivo casi imposible de alcanzar y las relaciones afectivas rara vez logran convertirse en un proyecto de familia. «Hay excepciones en las que las parejas jóvenes conviven en las casas de sus padres, pero esto no suele salir bien. Se dinamita la relación», valora el geógrafo, que cita como escollos cuestiones tan elementales como la falta de espacio.

Sea por falta de independencia o por moda, el dato que refleja el futuro de la sociedad canaria es este: la mayoría de los nuevos hogares creados en los últimos 15 años son de personas solteras -el 64%-. La palabra soltería, según el Istac, hace referencia a personas que nunca han estado en una unión legal, es decir, excluye a casados, divorciados y parejas de hecho. Quedan fuera de las estadísticas otras realidades, como las de quienes cambian de pareja con frecuencia o los poliamorosos.

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